La genuina reacción de sorpresa por parte de las cinco intérpretes nominadas a la categoría de Mejor Actriz en la 91 entrega de los premios de la Academia, los Oscar, –entre ellas la mexicana Yalitza Aparicio– fue probablemente la más genuina en una ceremonia que resultó más desangelada que otras veces.
Y uno de sus escasos momentos de brillo fue cuando Olivia Colman, de 45 años, subió al escenario para recibir una estatuilla que, colectivamente –y las quinielas en las casas de apuestas también aseguraban– se esperaba fuera a dar a las manos de la mexicana Yalitza Aparicio o de la legendaria Glenn Close, a quien se consideraba virtualmente la ganadora, después de llevar siete nominaciones sin haberla obtenido (récord que queda vigente todavía).
Pero veamos: ¿quién es Olivia Colman, la mujer que agradeció a sus tres hijos (de 13, 10 y 3 años) que se desvelaron para verla por televisión?
La actriz, quien es la nonagésima primera en ganar el premio, nació en Norwich, Inglaterra, el 30 de enero de 1974. Su madre era bailarina y se retiró para dedicarse a criar una familia, algo que, según ha señalado, inspiró a la ahora ganadora del Oscar a Mejor Actriz para perseguir una carrera en el terreno de la actuación.
Curiosamente, ésta no inició en el teatro o el cine, sino en la radio, en seriales y radioteatros de la BBC (en los que sigue trabajando ocasionalmente), así como narrando audiolibros.
Posteriormente, a mediados de la década del 2000 comenzó a figurar en televisión, especializándose en comedia y después, con un paso firme, en el drama más intenso; así fue como en 2011 llamó la atención en el circuito de festivales, con su rol principal en Tyrannosaur, filme dirigido por Paddy Considine en el que encarna a una mujer víctima del abuso doméstico que encuentra la fuerza para escapar de su situación al establecer una amistad con un hombre en condición de calle y turbio pasado.
A esta impresionante interpretación le seguirían apariciones en filmes y series como Broadchurch, The Night Manager, al lado de Tom Hiddleston y Hugh Laurie, en la que fue Angela Burr, una formidable directora del M16, en avanzado estado de embarazo (real: su hija menor nació al poco de terminar el rodaje); la inquietante cinta La langosta, en la que trabajó por primera vez con Yorgos Lanthimos, que la volvió a llamar para La Favorita, el filme por el que su nombre salió de Inglaterra.
En la película, Colman encarna a la Reina Anne de Inglaterra quien, efectivamente, existió y fue soberana entre 1702 y 1707 y bajo cuya regencia, Escocia e Inglaterra se unieron para conformar la ahora Gran Bretaña.
En esta versión completamente imaginaria, Colman presenta a una monarca insegura, de autoestima frágil y un carácter volátil, capaz de berrinches infantiles que pueden costar vidas, y obsesionada con los 17 hijos que engendró con su marido, Geörg de Dinamarca, que murieron en su vientre (por lo que no dejó heredero).
La trama, que toma personajes y situaciones reales y borda una situación ficticia, gira en torno a un conflicto entre Lady Sarah Churchill, duquesa de Marlborough, y su prima lejana, Abigail Hill, que se convertiría en la baronesa de Masham.
Dos mujeres que fueron capaces de prácticamente cualquier cosa, incluso desfigurarse, por lograr los favores de y manipular a la soberana.
En su interpretación, Colman hace un despliegue de la vulnerabilidad de una mujer con severos problemas emocionales, puesta en una posición prácticamente omnipotente sin tener idea de cómo manejarlo, y su trabajo es impecable: no vemos a la actriz.
Vemos a la reina atormentada por sus pasiones, deseos, ansiedades y vergüenzas, y vemos cómo las plasma y transmite, cómo toma su venganza de una manera alucinante – como es el cine de Lanthimos, a quien reconoció como “mi mejor director” en su discurso, y esas son las virtudes histriónicas de Olivia Colman, que se transferirán ahora a otra reina inglesa, en este caso, Isabel II.
Colman participará ahora en la tercera y cuarta temporadas de la popular serie de Netflix The Crown (que narra la vida de la reina inglesa que aún porta la corona en ese país), que ya están filmándose en Inglaterra, donde el triunfo sorpresivo de su actriz, fue tan celebrado, como aquí lo habría sido el de Yalitza Aparicio, quien, por cierto, fue la primera en dedicar un aplauso y una sonrisa, a su ahora mundialmente famosa compañera de fila y nominación.
