Las consecuencias de exponer al responsable del Culiacanazo

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A dos semanas del operativo fallido para detener a Ovidio Guzmán López, hijo de El Chapo Guzmán, en Culiacán, las exigencias por saber qué pasó, parecen haber acorralado al presidente Andrés Manuel López Obrador, quien ordenó al titular de la secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), Luis Crescencio Sandoval, revelar el nombre del responsable del evento, mejor conocido como Culiacanazo.

“Se trata del coronel de caballería diplomado de Estado Mayor (cuyo nombre Cuestione se reserva  por respeto a su persona y familia), jefe del grupo de análisis de información del narcotráfico. Él es el responsable de este grupo, él es el que maneja a las diferentes partes que constituyen esta estructura, va dirigiendo los esfuerzos, va haciendo el acopio de información, va dirigiendo a todas las partes que conforman a este grupo”, señaló Crescencio Sandoval desde la mañanera en Palacio Nacional.

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Pero, ¿se actuó con responsabilidad al dar a conocer el nombre del mando responsable del Culicanazo?

“No, por varias razones, una porque es personal de inteligencia, es cuestionable que se dé a conocer el nombre de un personaje en activo, porque pone en riesgo no sólo a esta persona en específico sino también a su familia y pone en riesgo la operación de la unidad a la que pertenece”, declaró Alejandro Hope, analista en temas de seguridad en entrevista para Cuestione

¿Se pudo evitar el Culiacanazo?

En opinión del experto, sí se podía evitar dar a conocer el nombre de quien llevó el operativo del Culiacanazo, “no había necesidad, se pudo decir que se trataba de grupos de Fuerzas Especiales o Grupos de Inteligencia, con eso se hubiera contestado a la pregunta”.

¿Qué mensaje se da al exponer a un militar así?

“Desde la perspectiva de los integrantes de estos grupos es una señal muy seria, muy grave que si algo sale mal, los van a crucificar. Ellos van a tener que cargar con una responsabilidad completa y no sus mandos que autorizaron el operativo”.

Las consecuencias de dar a conocer nombres del Culiacanazo

El 16 de diciembre de 2009, el narcotraficante, Arturo Beltrán Leyva, alias el  “Jefe de Jefes” o “El Barbas”, fue abatido por elementos de la Marina durante un enfrentamiento en Cuernavaca, Morelos. El hecho hubiera quedado ahí, pero se dieron a conocer una serie de fotos donde se exhibió el cadáver de Arturo con los  pantalones abajo, un brazo desprendido y su cuerpo tapizado de billetes de 500 pesos y dólares ensangrentados por las ráfagas que recibió en el intercambio de balas.

Los nombres de los marinos que participaron en el Culiacanazo y que perdieron la vida fueron dados a conocer. Para el grupo de criminales pertenecientes al bando de El Barbas las  cosas no iban a quedar así, pues habían expuesto y humillado a su líder.

La mañana del  23 de diciembre de 2009, familiares del infante que murió en acción, Melquisedet Angulo Córdova recibía la bandera de México y los más altos honores por parte de las autoridades mexicanas y en la noche… la venganza del crimen organizado alcanzó a Irma Córdova, la madre de Melquisedet, ella y otros tres familiares fueron asesinados en Tabasco -zona liderada entonces por la organización criminal de Los Zetas, organización aliada de los Beltrán Leyva-. 

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Lealtad militar

“La lealtad es una virtud de ida y vuelta, los militares son leales a sus mandos, porque piensan que sus mandos van a ser leales a ellos y no los van a poner innecesariamente en riesgo para fines políticos. Esta persona ya tiene al narco en su espalda”, dijo Hope.

¿Será que en su afán de transparentar todo, el presidente atentó contra los códigos de ética de las Fuerzas Armadas?

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