Si queremos saber qué pasó realmente en el operativo para detener a Ovidio Guzmán, hijo de El Chapo, o conocer los detalles de las actividades de Morena, el partido político del presidente Andrés Manuel López Obrador, tendremos que esperar hasta 2024, cuando esta información se desclasifique y sea pública.
Estos temas, como los detalles de la construcción del aeropuerto de Santa Lucía, los pormenores de la visita del expresidente boliviano Evo Morales, o la organización del evento de Naasón Joaquín, el líder de la Luz del Mundo en Bellas Artes, son algunos de los expedientes que el gobierno de López Obrador marcó en 2019 como “reservados” por cinco años.
Cuestione consultó los índices de expedientes reservados de algunas dependencias públicas y descubrió que en los primeros seis meses del año pasado (última actualización disponible), se reservaron poco más de 400 archivos, de los cuales 233 corresponden a la Fiscalía General de la República (FGR), que dirige Alejandro Gertz.
Sin embargo, no fue posible comparar en todos los casos si la cifra fue mayor o menor que el año anterior (el último de la administración de Enrique Peña Nieto), pues no todas las dependencias van al corriente en la publicación del índice, pese a ser una obligación de transparencia.
Las que sí fueron comparables son la FGR, con 233 reservas en los primeros seis meses de 2019, contra 195 en el mismo periodo de 2018 y la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), que tuvo 46 reservas en 2019 y 68 en 2018.
Fuente: Investigación hemerográfica
Saber qué pasó en los eventos, qué empresas son beneficiadas (en el caso de la construcción del Aeropuerto de Santa Lucía, por ejemplo) es un derecho de las mexicanas y mexicanos, para exigir la rendición de cuentas, tanto sobre cómo se ejerce el dinero público como sobre el desempeño de los funcionarios y gobernantes.
Por eso, la reserva de información debe ser excepcional y solo bajo ciertos casos estipulados en la Ley General de Transparencia y Acceso a la Información Pública (LGTAIP). Eso incluye que dicha información ponga en riesgo la seguridad nacional del país, la vida y salud de una persona, que afecte negociaciones internacionales, o que se está investigando un hecho que comprometa esa información.
El problema es que muchas veces las autoridades no nos explican por qué decidieron clasificar esa información o por qué la protegen hasta por cinco años (aunque se podría alargar el periodo otros cinco más), advierte Alejandro Torres, exconsejero del Instituto de Información Pública del DF y actual consultor en transparencia y protección de datos, en entrevista con Cuestione.
La reserva de información de manera injustificada daña nuestro derecho (humano y universal) a la información, pues también debemos enterarnos de las cosas que nos afectan a todos y que son de interés general, explica Torres.
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¿Por qué se reserva la información? Tenemos el derecho de conocer el desempeño de las autoridades, en qué se gastan el dinero de nuestros impuestos y a consultar los archivos públicos de las dependencias de gobierno en sus portales o a través de la plataforma del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI).
El INAI (antes IFAI) se creó en 2002 para garantizar el acceso a la información pública, y con ello obligar a todas las dependencias a la rendición de cuentas de sus actividades y lo que hacen con nuestros recursos. Pero para el presidente López Obrador el trabajo del INAI ha sido “pura simulación para combatir la corrupción”.
Históricamente, cada sexenio, la reserva de información aumenta. Con Vicente Fox (2000-2006) se clasificaron tres millones de expedientes; con Felipe Calderón (2006-2012), ocho millones y con Enrique Peña Nieto (2012-2018), 12.4 millones, de acuerdo con SinEmbargo. ¿Será que esta administración batirá el récord?
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¿Qué podemos hacer?
El especialista en información recomienda:
-Solicitar recursos de revisión cuando nos lleguen las notificaciones de reserva de información. Es decir, pedir que nos expliquen por qué se está reservando.
-Pedir las versiones públicas de los documentos.
Y si quieres aprender cómo hacer una solicitud de información, Serendipia te da algunos consejos.
