AMLO es igual a presidentes anteriores con los pueblos originarios: no los escucha

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¿Cuál transformación?

Algunas comunidades indígenas se oponen a los megaproyectos del presidente Andrés Manuel López Obrador. Y no son conservadores ni neoliberales.

“Los discursos nacionalistas imponen una identidad común que privilegia una lengua única y niega la diversidad lingüística”, escribe Yasnaya Aguilar Gil en su ensayo “El nacionalismo y la diversidad lingüística”.

Algo similar ha sucedido con los proyectos de nación en México, donde se ha construido a partir de una idea de país, sin escuchar a la diversidad de pueblos sobre lo que ellos consideran mejor para sí mismos.

De acuerdo con José del Val, Director del Programa Universitario de Estudios de la Diversidad Cultural y la Interculturalidad de la UNAM,  “si queremos hablar de nación, tenemos que hablar del conjunto de pueblos que viven al interior de un territorio”.

¿El actual gobierno ha incluido a estos pueblos en su proyecto de nación? ¿Por qué es importante incluir todas las voces en el diseño de un proyecto de país?

Ideologías van y vienen

“Si solo una parte del país define qué es la nación y cuáles son los proyectos de país, no importa que se esté a la izquierda o a la derecha, es igual, simple y sencillamente está imponiendo una lógica”

José del Val, etnólogo.

El 1 de enero de este año, el subcomandante Moisés del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), rechazó la construcción del Tren Maya y demás megaproyectos del gobierno del presidente López Obrador.

“Hace un año, en diciembre de 2018, el capataz que ahora manda en el lugar que se llama México, hizo una simulación de que pidió permiso a la Madre Tierra para destruirla”, dijo el subcomandante.

Agregó que la consulta con la cual se había aprobado la construcción del Tren Maya era una simulación.

“La bestia (capitalista) se zampa de un bocado pueblos enteros, montañas y valles, ríos y lagunas, hombres, mujeres”, dijo.

Al día siguiente, el presidente contestó:

“No es real eso, no se apega a la realidad, nosotros no vamos a afectar a nadie, menos a las comunidades indígenas. Es mucha propaganda, es mucha carga ideológica, pero nosotros no somos así, o sea, no les vamos a quitar la tierra a nadie; al contrario, estamos ayudando”.

Sin embargo, las comunidades indígenas afectadas por el proyecto se quejaron desde antes de la consulta que se realizó el 16 de diciembre de 2019.

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) publicó que dicho proceso no cumplió con los estándares internacionales de derechos humanos.

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El gobierno actual y el problema de siempre

De acuerdo con el etnólogo José del Val, “el problema es que hemos sido una nación ficticia”.

“Ni siquiera cuando se le ha dado reconocimiento a los pueblos indígenas en la Constitución, fue con la lógica de construir. En ese momento, tuvimos que haber reestructurado al Estado mexicano”, dijo.

Para el experto de nada sirve la cantidad de leyes que se han reformado para los pueblos indígenas si, en esencia, siguen sin ser sujetos políticos plenos

“No tienen derecho a su territorio, es de ellos pero no es de ellos. Y están sometidos a todo el conjunto de la idea de desarrollo que tiene Occidente. Se les plantea que se les va a integrar y resulta que la integración es imponer, y no construir una nación multicultural”, apuntó Del Val.

El experto opina que, aunque en el discurso del gobierno federal actual dice que los pobres son la prioridad –y esto incluye a las comunidades indígenas–, quizá no sean tan real como suena.

El discurso dice que primero los pobres. Pero hay que preguntarse, ¿qué es lo quieren los más pobres? Y escucharlos. No implementar lo que creen que es lo que ellos quieren”, expuso el etnólogo.

Según el experto, ahí está el trasfondo de que este gobierno sea igual a los anteriores en este tema.  

“Cuando tienes un sujeto político pleno no le puedes decir: tú te vas a desarrollar así. No, le dices: ¿tú qué quieres hacer?”, señaló.

En cuanto al conflicto que se avecina con la construcción del Tren Maya, el experto opina que es solo la punta de un iceberg de siglos.

“Los megaproyectos son menores en comparación a lo que sucede con la minería, hay una cantidad enorme de conflictos. El Estado se hace el sordo” dijo del Val “y los pueblos no reciben nada” de lo que se extrae de su territorio, “son víctimas de tropelías y de que les envenenan los ríos”.

Según el experto, esto se debe a que los pueblos no tienen poder, “entonces no pueden establecer ningún tipo de defensa real de sus derechos”. 

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Colonización disfrazada de desarrollo

José del Val asegura que este gobierno continúa con la lógica de Occidente, la de querer imponer lo que ellos creen que es mejor para el desarrollo de los pueblos étnicos, sin preguntarles.

“Es el mismo modelo de siempre. No es desarrollo, es colonizarlos”, dijo. “No los escuchan. Y cuando los escuchan, no les hacen caso. Hacen las consultas como les da la gana. Eso lo que hace es perpetuar la discriminación y la colonización”.

Para el experto, el gobierno debería mostrar el mismo respeto que pregona por la autodeterminación de las naciones en el extranjero, pero por la autodeterminación de los pueblos en México.

“Lo que tenemos que cambiar es la idea de nación que tenemos, toda. Porque si no, los pueblos no están. Ya está demostrado. Cambian los gobiernos y los pueblos no están. No es un problema de un gobierno u otro. Es un problema de la idea que tenemos de construcción del futuro”, sostuvo el experto.

Y concluyó: “El nacionalismo es una idea trasnochada. El siglo XX agotó los nacionalismos, los estados tienen que ser plurales, de diversa conformación”. 

En el ensayo de Yasnaya Aguilar Gil que citamos al inicio de esta nota, también dice que “la existencia y el uso de lenguas distintas a las lenguas oficiales, constituyen una resistencia permanente a los discursos nacionalistas”. 

¿Algún día escucharemos a los pueblos originarios, tendremos un proyecto de nación que incluya su manera de ver el mundo y que construya lo mejor para ellos?

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