¿Y qué hacen cuando no hay sesiones?
Como si fuera un partido de futbol, los legisladores necesitarán un tiempo extra para resolver la tarea pendiente del arranque del sexenio.
El año legislativo se divide en dos periodos de sesiones ordinarias: del 1 de septiembre al 15 de diciembre (o hasta el 31 de diciembre en el cambio de sexenio, como acaba de pasar en 2018); y del 1 de febrero al 30 de abril.
¿Cómo? ¿Las y los legisladores trabajan solo seis meses y medio al año y tienen salarios de 105 mil pesos mensuales (senadores) y de 74 mil 600 pesos (diputados)?
Pareciera, pero según la ley no es así. En los recesos (entre un periodo y otro) “se ocupan del estudio, discusión y votación de las iniciativas que se les presenten y de la resolución de los demás asuntos que les correspondan”, explica en su portal la Cámara de Diputados.
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Y también -durante los recesos- se pueden realizar “periodos extraordinarios”, que es cuando las y los legisladores de las cámaras de Diputados y Senadores discuten temas pendientes y que se acuerdan previamente por la Comisión Permanente (conformada por 19 diputados y 18 senadores), explicó el especialista en temas legislativos, Laksman Sumano.
El periodo extraordinario inicia este 8 de mayo, para debatir sobre la Reforma Educativa, Reforma de Paridad de Género, Guardia Nacional, extinción de dominio y derechos de trabajadoras del hogar.
Los pendientes del periodo extraordinario
Las y los legisladores discutirán (sí, otra vez) sobre la nueva Reforma Educativa. La bancada de Movimiento Regeneración Nacional (Morena) quiere borrar de la Constitución las sanciones a maestros en caso de reprobar las evaluaciones.
También se discutirán las leyes secundarias (que son las que ponen las reglas) de la Guardia Nacional: Ley de la Guardia Nacional, del Uso de la Fuerza, del Registro Nacional de Detenciones y la propuesta de reforma a la Ley del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
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El Senado también debatirá Reforma de Paridad de Género, para que siempre se busque la igualdad entre hombres y mujeres a la hora de ocupar cargos públicos; así como las leyes de Extinción de Dominio y de los Derechos a las Trabajadoras del Hogar, para que tengan acceso a seguridad social (medicina y derechos de pensión).
Temen aprobación en fast track
A diferencia de otros periodos extraordinarios, esta vez no existe un plazo para terminar, sino que los trabajos que iniciarán el 8 de mayo finalizarán hasta que se aprueben o cambien las reformas y leyes en discusión.
Sin embargo, el nuevo periodo extraordinario no es celebrado por todos. El senador panista Damián Zepeda calificó de “locura autorizar un periodo extraordinario sin tener iniciativas ni dictámenes”.
No están de vacaciones
Cuándo no hay periodo extraordinario, se dice que las y los legisladores están “en receso”, sin embargo, este periodo no son vacaciones. En los meses de mayo a agosto, y del 15 de diciembre al finalizar enero, las y los legisladores realizan dictámenes (borradores de leyes), explicó María del Carmen Nava, fundadora del centro de análisis Visión Legislativa.
Antes de volverse leyes, los dictámenes son elaborados en comisiones, grupos de trabajo de diversos temas (Gobernación, Relaciones Exteriores, Hacienda, etc). Así, las comisiones no paran de trabajar, aun cuando no hay periodo de sesiones.
“La parte de las sesiones es más fácil verla, pero el trabajo no tendría que terminar, el trabajo de dictaminación continúa (en las comisiones)”, dijo Nava.
¿Con qué se arrancan?
Lo primero en discutirse en el periodo extraordinario será la Reforma Educativa (8 de mayo) para seguir con las leyes secundarias de la Guardia Nacional, Paridad de Género y Trabajadoras del Hogar, el 14 de mayo.
