Combate a la corrupción: aciertos en otros países y desafíos para el nuestro

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Instituciones con recortes en sus presupuestos, desaparición de otras y debilitamiento de las dependencias, organismos reguladores o encargados de propiciar transparencia en el país_ ¿será esto el inicio de un nuevo esquema de desvío de recursos públicos corrupción en México?

Cuestione platicó con miembros de Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) y de Ethos, Laboratorio de Políticas Públicas sobre el combate a la corrupción en 2020 y nos hicieron interesantes revelaciones, pero…

Antes, ¿por qué nos tiene que preocupar la corrupción?, ¿por qué me tienen que importar las grandes sumas de dinero que funcionarios públicos en colusión con agentes privados roban del erario?

No contar con suficientes ventiladores o equipo de protección a nivel nacional, para enfrentar una emergencia sanitaria, debido a la falta de recursos públicos para adquirirlos, es una de las consecuencias más evidentes del desvío y el robo de dinero propiciado por la corrupción

“Un peso que se desvía es un peso que no se gasta bien. Cuando el dinero público o los recursos dejan de ser destinados para construir escuelas, hospitales, apoyos económicos para la crisis, ventiladores; es cuando podemos ver la importancia de combatir la corrupción”, nos explicó Ricardo Alvarado, investigador de MCCI.

¿Es posible eliminarla por completo?

Ricardo nos cuenta que durante años se ha buscado la fórmula “perfecta” en modelos internacionales; sin embargo, afirma tajante: “No hay receta”.

Algunos casos emblemáticos sobre esta lucha son Hong Kong, con la conformación de la Comisión Internacional Contra la Corrupción (ICAC, por sus siglas en inglés) que, de acuerdo con él, ayudó a que ese país abandonara el ranking de los 10 países más corruptos durante la década de 1960. 

Ahora, en 2019, Transparencia Internacional lo colocó en el lugar 76 de países con más corrupción en el mundo.

Otro ejemplo que cita el entrevistado, es el de Guatemala, que contó con la ayuda de un organismo internacional y que, avanzó tanto en sus resultados, que el presidente en ese entonces, Otto Pérez Molina, tuvo que presentar su renuncia en 2015 y fue juzgado por actos de corrupción. 

Anticorrupción a la mexicana

En México, dice el investigador del MCCI, el método implementado es bueno, debido a que trató de abarcar a todos los participantes involucrados en la lucha anticorrupción en el país y en cada estado.

“El Sistema Nacional Anticorrupción es un mecanismo de coordinación, y esa era la apuesta, coordinarse. Para esto, todos los estados deberían de contar con un Sistema Estatal Anticorrupción, pero a tres años de su conformación, faltan la Ciudad de México y Chiapas de tener el suyo”.

Ante la falta de fórmulas, Ricardo Alvarado menciona un factor que ha sido clave para desmantelar redes de corrupción en los últimos años: 

  • Lo importante es desmontar la red de corrupción. Quitar a los funcionarios públicos que tienen los recursos. “Ya sabemos, a través de la Estafa Maestra, que las universidades públicas tuvieron adjudicaciones directas para recibir contratos y venderlos a una empresa fantasma”.

Así funcionó en el sexenio pasado: el uso de empresas fantasma se extendió en muchas instituciones, dependencias y órganos legislativos del país.

¿El nacimiento de un nuevo esquema?

De acuerdo con Miguel Ángel Santibáñez, investigador de Ethos, think tank de políticas públicas, la nueva administración ha ido disminuyendo el presupuesto a dependencias como el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), la Secretaría Ejecutiva del Sistema Nacional Anticorrupción (SESNA), y otras relacionadas con la transparencia. 

“Los presupuestos que han ido aumentando son los de las dependencias relacionadas con los grandes proyectos y obras insignia del actual gobierno”, detalló Ricardo Alvarado. Y nos dijo que este tipo de recortes y modificaciones es lo que debemos de mantener en la mira. 

“El presidente quiere tener muchas más facultades discrecionales para cambiar el presupuesto. Por ejemplo, el decreto de austeridad del 23 de abril, que hacen que todas las oficinas de gobierno tengan que suspender su presupuesto operativo”, dijo.

Sobre los recortes a instituciones como el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) dijo que habrá instituciones que puedan evitar la disminución de sus actividades “conforme hagan ruido” y habrá instituciones que “pierdan” debido a que la opinión pública no exija su rescate.

“Eso no es corrupción propiamente, es discrecionalidad y la discrecionalidad puede llevar al abuso del poder. Lo importante es detectar lo que cada gobierno puede hacer y de ahí empezar a combatirlo”.

De manera más detallada, nos explicó que al parecer el gobierno está drenando el financiamiento de sus propias dependencias y reorientándolo sin tener una discusión en el Congreso que lo apruebe o lo avale.

Para Miguel Ángel Santibañez, una de la soluciones ante este posible “nuevo esquema” es “conocer en un sólo documento los recursos que están destinados al combate a la corrupción” y esto se puede lograr si se vuelve a utilizar ell Anexo Transversal Anticorrupción

¿Será este el origen de una nueva forma de desviar recursos económicos que deben de ser usados para resolver crisis como las que estamos enfrentando?


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