¿Y los derechos humanos?
Carolina Ruiz
Lázaro Elías Serranía Álvarez, subdirector de área en la Dirección General de Comunicación de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), tenía casi 20 años de laborar en ese lugar. Hasta que el 15 de junio dejó de recibir su salario y se enteró que ese día era el último que trabajaría en la comisión, a través de un mensaje de WhatsApp.
Sin mayor explicación, la directora de comunicación, Alejandra Ezeta le avisó que lamentaba su despido, pero que ella recibía órdenes de Francisco Estrada, secretario ejecutivo de la CNDH.
Según puede leerse en una conversación que compartió Lázaro Serranía a medios de comunicación, Ezeta explica que la decisión “tuvo que ver con una queja de la presidenta (de la CNDH, Rosario Piedra)”.
“Es absolutamente contradictorio que uno se entere en redes sociales que en el interior de una institución, cuya función es tutelar los derechos humanos, haya maltrato sistemático a sus mismos trabajadores”
Senador Emilio Álvarez Icaza
El senador independiente explicó que esto es un despido injustificado y una violación al derecho al trabajo. El también presidente de la Comisión de Derechos Humanos en el Senado de la República, dijo que este escándalo se suma a una serie de desaciertos de Rosario Piedra, que iniciaron con su toma de protesta en noviembre del 2019.
Crónica de un despido
Lázaro no pudo darnos los detalles de su despido por entrevista, pero sí confirmó la siguiente cronología de los hechos, que testigos cercanos en la CNDH nos hicieron llegar:
15 de junio
12:52 horas
Alejandra Ezeta envió un mensaje por WhatsApp a Lázaro para explicarle los detalles de su despido, sin embargo, no dijo el motivo. Ezeta sólo confirmó de quién había sido la orden y el posible origen del disgusto con él: Una queja de la presidenta de la CNDH, que no ha sido aclarada.
13:00 horas
Lázaro busca al secretario ejecutivo de la CNDH, Fernando Estrada con el fin de conocer el motivo de su despido. Estrada lo envía de nuevo con Alejandra Ezeta, quien no atiende su solicitud cuando le llama por teléfono.
13:30 horas
Después de no tener respuesta de sus directores, Lázaro envía una carta a la prensa que cubre derechos humanos con fecha del 15 de junio de 2020, a través de un chat grupal de WhatsApp, en donde estaban más de 200 contactos.
- “…Estoy siendo víctima de flagrante violación de mis derechos humanos laborales, precisamente por mi patrón, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), donde laboro desde hace 19 años”, dice un fragmento del texto.
En este documento, él da a conocer que estaba por realizarse una prueba de COVID-19. Afortunadamente, los resultados fueron negativos, según afirmó Lázaro a Cuestione.
Alejandra Ezeta confirma a los reporteros en el chat de la CNDH que la única responsable del cese de Lázaro Elías Serranía es ella y que asume toda la responsabilidad. En la conversación, Ezeta aclara que su exempleado será indemnizado conforme a la ley.
18:57 horas
La CNDH emite el comunicado 180-2020 que explicaba lo siguiente: “La CNDH desmiente el cese de labores de uno de sus trabajadores”. El mismo documento niega la versión de Lázaro y señala que él se niega a recoger su cheque, correspondiente a la primera quincena de junio.
20:00 horas El comunicado dejó de estar disponible en la página de la CNDH y se compartió el siguiente:
En el comunicado 181, la CNDH expuso que desconoce las causas de la desaparición del chat institucional de la fuente, del que Ezeta eliminó a todos sus miembros, así como el inicio de una investigación sobre el despido de Lázaro Serranía, bajo los principios de transparencia y derechos de los trabajadores.
Para el 16 de junio, Lázaro seguía sin cobrar el cheque de su quincena.
Alejandra Ezeta, una asesora recurrente del gobierno
La dirección de comunicación de la CNDH no es el primer puesto por el que Alejandra Ezeta recibe un salario por parte del gobierno, tampoco es la primera vez que trabaja con miembros de Morena.
De acuerdo con contratos públicos, documentos de fiscalización del Instituto Nacional Electoral (INE) y de su antecesor, el Instituto Federal Electoral (IFE), la todavía directora de comunicación ha prestado sus servicios con fines de vigilancia electoral y como asesora desde el 2012.
En 2015 fue la representante legal o de finanzas de Ethos, Interacción Ciudadana Glocal, A.C. ante el INE, asociación civil que recibió 991,000 pesos como parte del programa de Apoyo a la Observación Electoral (PAOE).
Ezeta fue directora general de Ezeta Consultoría y de EEB Consultoría. También en 2015 recibió un contrato por 107,046 pesos por parte de la Oficialía Mayor en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, firmado por la entonces oficial mayor, Mayra Virginia Rivera Olivares.
En 2018 recibió un contrato por 210,000 pesos por parte del Senado de la República, por la prestación de servicios de asesoría en recursos humanos, protección civil, seguridad, telecomunicaciones, salud, entre otros, firmado por Eduardo Medel Quiroz, quien fuera entonces director general de recursos humanos.
En 2017 fue coordinadora de comunicación social del grupo parlamentario de Morena en la Asamblea Legislativa de la Ciudad de México.
El miércoles 17 de junio, en la columna Bajo Reserva publicada por El Universal se reporta la remoción de Alejandra Ezeta de su puesto por el caso de Lázaro Elías Serranía Álvarez. Sin embargo, la directora de comunicación de la CNDH aún reportaba estar en el puesto hasta las 18:00 horas de ese mismo día, según nos aclaró la propia Ezeta, vía WhatsApp.
Al buscar a Ezeta para conocer su opinión de los hechos, declinó la solicitud de entrevista bajo el argumento de que “no había entrevistas al respecto”.
El posible origen del problema
El 12 de junio, Peniley Ramírez, columnista en El Universal, publicó que en la próxima junta de gobierno de la Agencia de Noticias del Estado Mexicano (Notimex), se discutiría la posible salida de la directora general, Sanjuana Martínez.
Otro de los puntos tratados por la periodista, fueron las denuncias que los trabajadores de Notimex -que están en huelga- presentaron ante la CNDH.
De acuerdo con Peniley Ramírez, antes de que su colaboración fuera publicada, solicitó una postura institucional a la jefatura de prensa de la CNDH, Alejandra Ezeta, sobre el estatus de las denuncias. Esta petición no fue atendida.
La columna fue publicada y Ezeta se comunicó con la periodista, explicando el supuesto motivo del retraso:
La solicitud de la postura institucional a la CNDH fue realizada a través de Lázaro Elías Serranía, antes de que lo despidieran, de acuerdo con distintas versiones recogidas para esta nota, de fuentes que prefirieron guardar el anonimato.
Después de la publicación de esta nota, Ezeta, directora de comunicación de la CNDH pudo confirmarnos que Lázaro Elías no había sido removido de su puesto, por lo que sigue siendo subdirector de área en la dirección general de Comunicación de dicha comisión.
