Desigualdad económica y digital, obstáculo para las clases a distancia

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La SEP presume programa “Aprende en Casa”

Rodrigo vive en una chinampa, un asentamiento irregular en Xochimilco. Cursa el segundo año de secundaria. En mayo se enteró del programa Aprende en Casa que inició el 20 de abril, pero fue hasta la semana pasada que un compañero le mandó algunas tareas por WhatsApp.

“En la casa no tenemos teléfono. Al celular que tengo mi papá le hizo una recarga de 20 pesos y así me pasaron unas tareas. No les entiendo, resuelvo lo que puedo”, dijo el joven.

Debido a la contingencia por el COVID-19 los planes educativos cambiaron. Rodrigo es uno de los casi seis millones y medio de estudiantes de secundaria que permanece en casa, guardando la sana distancia, aunque con la incertidumbre de qué sucederá si no entrega las tareas.

Las clases se difunden por la televisión; sin embargo, Rodrigo señala que en su televisor se pierde la señal y no agarran todos los canales.

Aprende en Casa… ¿espectacular?

Algo no cuadra. La Secretaría de Educación Pública (SEP) presumió el Sondeo al Magisterio, Aprende en Casa realizado por el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) y afirmó que de 302 mil 270 maestras y maestros consultados, un 70% del total, consideró el programa de “bueno” a “excelente”.

“Se reportó que el 50.2% de los docentes utilizan el teléfono celular para acceder a sus contenidos; alrededor del 30% lo hace mediante la conexión a Internet en sus hogares; el 14.5%, a través de la televisión; el 0.3%, con la radio; y el resto, con el apoyo de otros instrumentos y materiales”, se lee en el Boletín 124 de la SEP.

Noemí está en el cuadro de honor de su escuela. Ella cursa el primer año de secundaria. Tiene celular, cuenta con computadora y acceso a internet y televisión de paga en casa

A pesar de que cuenta con las herramientas necesarias para el programa Aprende en Casa, el problema -para la chica de 13 años- es con la plataforma que utilizan en su secundaria. 

Las y los profesores de las nueve materias que lleva, subieron carpetas con actividades que deben desarrollar diariamente. Seis de sus maestros compartieron documentos por la plataforma Google Drive, a pesar de que Noemí accedió a las tareas, debía de tener permiso del titular de la materia para contestar, el cual tardó casi dos semanas en llegar. No ha tenido otro tipo de contacto con nadie de la planta docente de su escuela.

Sin embargo, la SEP aseguró que entre el 30 y el 44%, es decir, más de 117 mil de los alumnos consultados, cuentan con conexión a internet en sus hogares y el 66% de los estudiantes sigue Aprende en Casa por televisión. 

Además, la SEP indicó que 247 mil docentes respondieron que cada semana interactúan con entre 90 y el 100% de sus alumnos; mientras que 25 mil profesores indicaron que se comunican con entre 80 y 89% de sus alumnos y más de quince mil maestros lo hacen con entre 60 y 79% de su grupo estudiantil. 

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Maestras, entre cursos, clases y juntas

Patricia es maestra de educación preescolar en una escuela pública. Cuenta con 34 alumnos y a la fecha ha interactuado solo con 18, gracias a que contactaron a la familia con el permiso de la supervisora de zona.

“No tenemos comunicación con las demás porque se fueron a su pueblo y no hay forma de comunicarse; otras mamitas –precisó– no tienen televisión, no tienen recursos, a ellas lo que ahorita les preocupa es la parte socioeconómicala alimentación de sus niños antes que las tareas”. 

Como parte de los planes, Patricia pide a las mamás y papás que los pequeños vean Canal Once  de 7:00 a 8:50 a.m. o la repetición que la transmiten de 3:00 a 4:50 p.m. Sólo que a las niñas y niños “no les atrae la televisión, porque tienen otros distractores o no quieren hacer la tarea que se les manda porque no están viendo a su maestra”. 

La SEP les informó que debían tomar cursos en línea sobre violencia, impartidos por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH); mientras que con la directora del plantel realiza enlaces a través de la aplicación Zoom para elaborar una estrategia de evaluación.

La academia aprende y enseña

El coronavirus puso a prueba al sistema educativo y evidenció carencias con el uso y acceso a la tecnología. El magisterio está tratando de adaptarla a sus planes de estudio.

“Ha sido un reto para el profesor el estar organizando de otra manera para poder trabajar con sus estudiantes. Tiene que hacer uso de recursos digitales y en determinado momento utilizar otras estrategias”, dijo Concepción Barrón Tirado, titular de la Coordinación de Universidad Abierta y de Educación a Distancia de la UNAM a Cuestione

El COVID-19 afectó a la academia, aceptó la especialista. “La educación a distancia implica planes de estudio, organización, dosificar contenidos… necesitamos formarnos, capacitarnos, pero ante la pandemia y la necesidad de no detener la vida académica, se optó por la educación mediada por las tecnologías”, señaló la doctora Barrón Tirado.

María Hortencia Martínez, directora del Instituto Roerich, nos compartió que su plantilla de docentes y alumnado ha mostrado apatía en el sistema de la educación en línea. 

“No ha sido fácil cuando uno no está acostumbrado a usar la tecnología en toda su funcionalidad. Resulta muy complejo porque hay que aprender… Nosotros usamos la plataforma Zoom, aunque amigable se invierte mucho tiempo, es desgastante y muy estresante”. 

Además, Hortencia Martínez consideró que las alumnas y alumnos “son amantes de la tecnología, pero no son expertos; no la saben usar dándole el amplio sentido que debe de ser; para los juego sí, pero la parte académica no y eso les está costando trabajo”.

Accesibilidad… el otro reto

El titular de la SEP, Esteban Moctezuma Barragán, elogió los resultados obtenidos por Aprende en Casa y la continuidad que el programa otorgó al ciclo escolar, que hasta antes de la crisis sanitaria, tenía un avance del 73%.

Lo que no expuso fue que en México, alrededor del 43% de los hogares cuentan con una computadora, según datos de la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares (ENDUTIH) 2019.

“No tengo datos, pero sabemos que la conectividad de estudiantes es deficiente, la brecha digital dada por las desigualdades sociales en el país, alcanzan a la Universidad Nacional ”, comentó la doctora de la UNAM Barrón Tirado.

Reconoció que la brecha digital evidenció “la falta de conectividad y la falta de recursos… en este momento esa es una de nuestras dificultades, no obstante de que la UNAM ha ampliado el ancho de banda para los profesores y estudiantes, pero aún así tenemos problemas”.

A lo anterior se suma la falta de equipos en casa. Padres de familia e hijos requieren la computadora y no siempre hay suficientes, por si fuera poco, muchos no tienen acceso a Internet.

Como anteriormente Cuestione lo señaló, la brecha de acceso a internet en el país es de 23.4% en poblaciones con más de dos mil 500 personas y de 52.3% en poblaciones con menos de dos mil 500 personas, de un total de 20.1 millones de hogares, de acuerdo con el INEGI.

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¿Cómo se evaluará a los alumnos con todos estos contratiempos?

Maestras y maestros de preescolar, primaria y secundaria tendrán que recabar testimonios de los trabajos de los estudiantes y de los que no haya evidencia serán evaluados con lo registrado antes de la crisis sanitaria. Aunque la consigna es no reprobar a nadie, el compromiso que tienen con sus alumnos es mayor.

Aunque de inicio las pruebas en línea serían la forma de evaluación, Esteban Moctezuma Barragán, secretario de Educación Pública, aseguró el 13 de mayo que, una vez que las autoridades sanitarias permitan el regreso a las escuelas, se aplicará una evaluación diagnóstica para valorar los conocimientos que los estudiantes adquirieron con el programa Aprende en Casa.

Para el nivel medio superior y licenciaturas

“Se acaba de aprobar el reglamento general, todos los acuerdos y las escuelas y facultades están determinando la forma en cómo van a continuar con sus actividades todavía a distancia y los profesores determinarán formas de evaluación, no hay un criterio específico ya normado para decir que se van a realizar x o y número de exámenes. Cada escuela o facultad está determinando cómo calificar a sus estudiantes”, señaló Barrón Tirado 

A pesar de que la SEP afirma que el programa a distancia sí funciona, la academia y directivos no lo ven así: la ausencia de alumnos por falta de un dispositivo e internet, es el principal problema.

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