El ABC de la reforma para que el gobierno compre medicinas en el extranjero

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¿La ONU es garantía de transparencia?

El gobierno de Andrés Manuel López Obrador quiere salir de compras al extranjero para adquirir medicinas o insumos médicos (como cubrebocas, guantes, etc), pero sin licitación de por medio, es decir, sin que haya una convocatoria pública a empresas, para que participen y ofrezcan su mejor precio.

Para que esto sea posible, el partido Morena propuso una reforma a la  Ley de Adquisiciones, Arrendamientos y Servicios Públicos, la cual fue aprobada el el 29 de julio en la Cámara de Diputados, para que el gobierno pueda hacer compras a empresas extranjeras, a través de organismos internacionales, como, por ejemplo, la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

¿Cómo lo va hacer? 

Dos días después de la aprobación de esta reforma, el presidente López Obrador anunció un acuerdo con la ONU para comprar insumos médicos, con una inversión inicial de seis mil 800 millones de dólares.  “Vamos a resolver el problema de fondo del abasto de medicamentos (…) Es muy importante este convenio porque el gobierno ya no va a comprar, compra la ONU con toda la transparencia”, dijo López Obrador.

Pero, ¿esta es la solución para terminar con el desabasto de medicinas en el país? No necesariamente. Aquí te explicamos.

       1.-Menos transparencia y recursos sin comprobar

 La Ley de Adquisiciones ya tiene la opción de hacer licitaciones internacionales con los países con los que México tiene tratados de libre comercio (Estados Unidos y Canadá, por ejemplo), o en licitaciones internacionales abiertas, es decir, donde pueden participar empresas, sin importar su origen.

El proceso de compra en estos casos está sujeto a las revisiones de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), a través del sistema de compras del gobierno (Compranet). El ejercicio de estos recursos es fiscalizado por la Auditoría Superior de la Federación (ASF), para asegurarse que se gastó correctamente, pues es dinero público.

La propuesta de esta nueva reforma es que las Naciones Unidas haga y vigile las adquisiciones de fármacos para México, pero el riesgo es que las compras se hagan fuera de la ley y con opacidad, pues no tendremos rendición de cuentas de quién ni cómo se vendieron estos fármacos, nos dice Pablo Montes, coordinador del área de Anticorrupción del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).

“Estaríamos cayendo en un limbo jurídico, pues una vez que las compras tocan los fondos internacionales ya no son fiscalizables y no está en la jurisdicción hacerlo (es decir, en las leyes mexicanas). El gobierno mexicano puede ganar en precio, pero no gana en rendición de cuentas ni transparencia”, coincide Eduardo Bohórquez, director de Transparencia Mexicana, una organización civil que analiza las políticas de transparencia y anticorrupción desde hace 21 años.

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        2.- No hay ahorro

 López Obrador anunció que con este acuerdo, la ONU ganará 1.25% del monto de cada licitación que haga con las empresas que participen. Y la inversión inicial será de 6,800 millones de dólares (más de 150 mil millones de pesos mexicanos).

Si bien se estima que con las compras que hará la ONU, el ahorro sería de hasta 74% en algunos medicamentoshabría que sumarle el 1.25% extra que este organismo se llevará por cada compra. “Es como si en vez de ser una plataforma grande de compras como Amazon (por poner un ejemplo), le estemos pagando a Amazon esta comisión (es decir, le estamos pagando a la ONU para comprar estas medicinas)”, nos explica Eduardo Bohórquez.

“El gobierno ha sido un mal comprador. Antes de hacer estas adquisiciones tendría que hacer un estudio de mercado, en el que vea quién es la mejor opción y justificar que, si va a comprar al extranjero, es porque es la mejor oferta”, dice Bohórquez.

A la comisión de la ONU, hay que sumar, además, los costos de importación y distribución de medicamentos una vez que entran a territorio mexicano, nos dice Pablo Montes.

Cuestione solicitó entrevista con la representación de la ONU en México para conocer a detalle los montos que obtendrá por licitación sin que hasta el momento de esta publicación haya habido alguna respuesta del organismo internacional.

        3.- Compras internacionales no son sinónimo de calidad

 Desde el inicio de su gobierno, López Obrador ha señalado a más de 10 farmacéuticas (algunas con filiales internacionales, como Baxter) que se llevaron más de 80% de las compras de medicamentos en el sexenio de Enrique Peña Nieto, incluso vetó a algunas de ellas.

Por eso es que con esta iniciativa se busca poner fin al monopolio de las farmacéuticas, las cuales vendían caro y medicinas malas, según dijo Mario Delgadocoordinador de Morena en la Cámara de Diputados y quien estuvo detrás de la iniciativa.

Sin embargo, comprar a una empresa extranjera no es sinónimo de calidad, “se deben evaluar las experiencias de compra internacionales, que los proveedores han tenido con otros gobiernos, pues no siempre han terminado bien las compras. Ser proveedor extranjero no garantiza que no se puedan dar casos de corrupción o que no haya riesgos”, nos dijo Bohórquez. 

Por ejemplo, Baxter, una de las principales empresas farmacéuticas estadounidenses, tiene antecedentes en por comercializar medicamentos adulterados en EU. Esta misma compañía se llevó más de mil millones de pesos en contratos con el gobierno en 2019, principalmente con el IMSS, como documentamos en esta nota.

Sin recursos ni medicamentos que fiscalizar, el gobierno de López Obrador podría caer en los esquemas de corrupción que quería evitar, además esta no es la única medida para frenar el desabasto, pues todavía hay eslabones más abajo como el mercado negro de medicamentos, los fármacos que se quedan almacenados en bodegas y que nunca llegan a su destino.

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