El amparo, instrumento para proteger un negocio ante la arbitrariedad del gobierno

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La herramienta jurídica más sofisticada

Un amparo es un mecanismo para defender a un individuo o empresa contra las acciones que ejerza el gobierno y que representen un riesgo para su patrimonio o libertades.

“No es si el gobierno construye un puente y no te gusta. Es por si este puente pasa exactamente en mi propiedad y eso me genera un prejuicio. Ahí es donde procede el amparo”, dijo Alma Cossette Guadarrama, doctora en Derecho.

La también catedrática e investigadora de la Universidad Nacional Autónoma de México y de la Universidad La Salle, nos explicó que en el caso hipotético de la construcción de un puente en una vivienda, el amparo evitará que sigan construyendo el puente o que sigan dañando una propiedad o negocio en lo que se resuelve el conflicto.

¿Yo puedo tramitar un amparo?

Un amparo lo puede promover cualquier persona, ya sea física o moral.

Existen los amparos en materia penal, en materia civil y los mercantiles. En materia penal se puede solicitar un amparo directo o indirecto. 

Las autoridades competentes para otorgar un juicio de amparo son la Suprema Corte de Justicia de la Nación, los Tribunales Colegiados de Circuito, los Tribunales Unitarios de Circuito, los Juzgados de Distrito y los Órganos Jurisdiccionales de los Poderes Judiciales de los Estados y de la Ciudad de México.

Los Tribunales Colegiados de Circuito también pueden otorgar los juicios de amparo en materia mercantil, así como los tribunales colegiados en materia civil. La diferencia está en la Sala Especializada que atenderá el caso. Cuando es presentada la carpeta de investigación en estos tribunales, la Oficialía de Partes es quien canaliza el caso. 

El primer paso es dirigirse al ministerio público, con el fin de crear la carpeta de investigación del caso. Los ministerios públicos no otorgan amparos, digamos que, “sólo abren el caso”, después será dirigido a los tribunales indicados, que es donde se presentan las pruebas. 

“Por ejemplo, en tiempos de pandemia, si el gobierno realiza determinadas acciones que estén fuera del marco legal y que generen, particularmente a mi empresa algún daño, pues también me puedo amparar”, explicó  Alma Cossette. 

Un ejemplo de esto es la ola de amparos en el sector de energías limpias que fueron tramitados y ejercidos durante el mes de mayo de 2020. 

Estos amparos fueron tramitados como medida de protección de las empresas afectadas ante el decreto del Centro Nacional de Control de Energía, que frenaba la entrada, funcionamiento e inversión de nuevas centrales eólicas y solares al sistema eléctrico nacional, como antes lo explicamos en esta nota.

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“En este caso el gobierno estableció una modificación a la Ley y pretendía cambiar el funcionamiento del sistema energético. Como consecuencia, hay un prejuicio para las empresas de este sector. Por ejemplo Iberdrola, una empresa española cuya operación en México incluye la generación de energía eléctrica a través de campos eólicos y solares, promovió un amparo y evitó que le fuera aplicada esta Ley”, detalló la abogada.

El trámite para obtener un amparo se realiza ante los Tribunales Colegiados y Unitarios de Distrito, tanto en materia civil como en el penal, dependiendo el caso, que es el que determina que se otorgue o no dicho amparo. Para esto, el daño al patrimonio, a los derechos o libertades del ciudadano debe de ser comprobable. 

“Debo de demostrar que el daño o la afectación es real. Se tiene que probar. Tiene que ser real y tangible”, agregó Cossette.

No es caro, es laborioso

En México, el amparo como instrumento en contra de los actos violatorios del gobierno es, para Alma Cossette el “mecanismo reina”. 

“Es complicado construir un amparo. Redactarlo, hacer el diseño o construcción del documento como tal. ¿Por qué?, porque implica buscar y citar a una serie de artículos, leyes y tratados internacionales que demuestren que yo tengo el derecho de demostrar un daño. De invocar la protección del poder judicial para detener una obra o reclamar el daño hecho por las autoridades”, detalló la abogada.

Alma Cossette utiliza el término “mecanismo reina”, porque es un instrumento jurídico complicado de elaborar, ya que se trata de salvaguardar a una persona, de proteger sus libertades y todo ese proceso tiene un costo.

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A pesar de esto, su precio no es prohibitivo (es accesible, monetariamente). 

Cossette afirma que todos podemos acceder a un amparo, pero siempre será necesaria la ayuda de una o un abogado, ya que sólo un profesional puede encontrar e interpretar todas las leyes que nos ayudarán a protegernos (incluyendo empresa y patrimonio), ante injusticias y arbitrariedades del gobierno.

Aunque se cree que por el precio de la elaboración, un amparo es de uso exclusivo para empresas grandes o extranjeras, o para personas con alto poder adquisitivo, no es así. 

La recomendación que da la abogada es que, si se quiere un amparo accesible, se puede recurrir a un despacho o con abogados cuya fama o reconocimiento no aumenten el costo del trámite.

¿Considerarías el uso de este instrumento legal para tu empresa?, o ¿conoces a alguien que necesite proteger su patrimonio ante una megaobra del gobierno?

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