La detención del exsecretario de Seguridad Pública de Felipe Calderón, Genaro García Luna en Estados Unidos puso a temblar a varios panistas que fueron funcionarios en sexenios anteriores.
El más sorprendido fue el expresidente Calderón. Dijo que no estaba enterado de las acciones por las que se le acusa a García Luna. Pero no podíamos dejar de recordarle cómo, en 2009, aseguraba que gracias al trabajo del exjefe de la policía había menos mexicanos muertos en comparación con Venezuela y Colombia.
Con este mensaje, Calderón deseó un juicio justo para su excolaborador.
Los calladitos
Pero hubo algunos ex funcionarios que prefirieron guardar silencio:
Uno de quienes han guardado un extraño silencio es Vicente Fox, presidente de México de 2000 a 2006, y eso que es muy activo en redes sociales y siempre opina de cualquier cosa. Esta vez prefirió guardar silencio sobre la detención de García Luna, quien fue director de la Agencia Federal de Investigación de México en su sexenio.
Otro al que le comieron la lengua los ratones fue el exsecretario de Gobernación, Santiago Creel, quien ejerció el cargo de 2000 a 2005 en tiempos de Vicente Fox. Justo cuando El Chapo escapó del penal de Puente Grande.
Esto, a diferencia de mayo de 2011, cuando Creel bien que defendió a García Luna cuando unos cables emitidos por Wikileaks señalaban fallas en las guerra contra el narcotráfico y al exjefe policiaco por compartir información de inteligencia con Estados Unidos, en 2007. Para Creel, la información emitida por Wikileaks “estaba desequilibrada”.
El expresidente Enrique Peña Nieto también guardó silencio en su cuenta de Twitter, aunque en realidad desde junio no escribe nada en su perfil. En opinión del consejero electoral, Alfredo Figueroa, ninguna de las denuncias en contra de García Luna prosperó en el sexenio de Peña Nieto: “me llama la atención que una vez que (lo) detienen en Estados Unidos, ahora si ya había carpetas de investigación, que no se sabía”.
Otro que tampoco dio la cara fue el exprocurador General de la República en tiempos de Fox, Rafael Macedo de la Concha, que en el 2000 designó a García Luna, como director de Planeación y Operación de la Policía Judicial Federal
Los detractores
“Lo que ha fallado es poner la seguridad nacional en manos de Genaro García Luna”, decía Alejandro Gertz Manero en 2011, quien fuera secretario de Seguridad Pública en el sexenio de Vicente Fox. García Luna acusaba a Gertz de haber permitido la fuga de El Chapo.
De la detención de García Luna, el actual presidente de México, Andrés Manuel López Obrador señaló en una conferencia mañanera.
“Tengo pruebas de que fui el primero en oponerme a esa estrategia (guerra contra el narcotráfico) pero García Luna los tenía fascinados. Imagínense, ¡un servidor público capaz de recibir sobornos! Es mejor la honestidad, que se resista al soborno, que no tener ideales, los vuelve locos el dinero, los autos, las residencias”.
El actual secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo, explicó que desde el inicio de esta administración comenzó una depuración de las instituciones de seguridad, pero que se volverán a analizar algunas áreas que fueron “marcadas por intereses de grupo”, como el Centro de Inteligencia y Seguridad Nacional (que ahora es el Centro Nacional de Inteligencia), así como otras áreas de lo que fuera la Policía Federal.
Durazo también fue secretario particular del expresidente Vicente Fox de 2000 a 2004.
Para Guillermo Valdés, quien fue asesor de Felipe Calderón, y que dirigió también el Cisen, sí es posible que las acciones de García Luna fueran desconocidas para él, para Calderón y para otros funcionarios.
“Los corruptos, en el caso de que a Genaro se lo comprueben, pues no andan presumiendo, es un caso muy triste, muy preocupante, muy seria la acusación, habrá que esperar a que se confirme”. Explicó Valdés en entrevista televisiva. Las acusaciones contra García Luna estaban fundadas en declaraciones de Ismael “El Mayo” Zambada antes de 2008.
Según Valdés, de 2006 a 2012, García Luna colaboró con autoridades de la DEA: “ni siquiera lo sabía la DEA, ni lo supimos nosotros y eso que Genaro estaba vetado en términos de confianza, no había sospechas ni indicios que hubiera sido sobornado”.
