La última publicación de Raquel Padilla en Facebook hablaba de los destrozos que hizo un terremoto al templo de San Miguel Arcángel, en Bavispe, un municipio del norteño estado mexicano de Sonora.
Unas horas más tarde, Raquel, de 52 años, fue asesinada por su propia pareja, Juan Armando, quien antes encerró al hijo de la historiadora en el baño de la casa. Fue el menor, cuando pudo escapar, quien dio la alerta de que su madre ya no se movía, de acuerdo con el periódico La Jornada.
No se puede estudiar ni entender la historia del pueblo Yaqui, sin pasar por alguno de los 15 libros que escribió Raquel, entre ellos: El tráfico de los yaquis y el otro triunvirato; Progreso y libertad. Los yaquis en la víspera de la repatriación, y Los irredentos parias. Los yaquis, Madero y Pino Suárez en las elecciones de Yucatán 1911.
Tampoco caben en las 32 páginas de su currículum vitae –prueba de larga trayectoria como académica–, todas las causas y personas que defendió y ayudó desde su natal Sonora.
Por eso no extrañan las diferentes condolencias por el feminicidio de Raquel, a quien un usuario de redes sociales describió: “siempre sonriente y alegre🤠 mi más sentido pésame a su familia , por desgracia nos quitaron a una verdadera amante de sus raíces y su tierra … conocedora de La historia de este país y de la cultura Yaqui” (sic). Otra más dijo: “promotora d la cultura Yaqui sino tb de sus DH. A un integrante no le daban su pasaporte. Peleó hasta que todxs viajaron. MX dueles y ya no sé que hacer” (sic).
El homicidio de Raquel Padilla es uno de los 726 feminicidios –28 de ellos en Sonora– que se han registrado entre enero y septiembre de este año.
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¿Qué es un feminicidio?
Feminicidio se considera cuando cumple al menos una de las siguientes características:
- La víctima presente signos de violencia sexual de cualquier tipo;
- A la víctima se le hayan infligido lesiones o mutilaciones infamantes o degradantes, previas o posteriores a la privación de la vida o actos de necrofilia;
- Existan antecedentes o datos de cualquier tipo de violencia en el ámbito familiar, laboral o escolar, del sujeto activo en contra de la víctima;
- Haya existido entre el activo y la victima una relación sentimental, afectiva o de confianza;
- Existan datos que establezcan que hubo amenazas relacionadas con el hecho delictuoso, acoso o lesiones del sujeto activo en contra de la víctima;
- La victima haya sido incomunicada, cualquiera que sea el tiempo previo a la privación de la vida;
- El cuerpo de la víctima sea expuesto o exhibido en un lugar público”.
