El otro brote peligroso: aumentan agresiones a personal médico

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“Vienen con el cansancio de trabajar turnos dobles (en el hospital), y luego tienen que soportar que les avienten cloro, les insulten y discriminen. Yo creo que es una bajeza y no lo debemos de permitir”, dijo Carlos Dazadoctor en Derecho y profesor de la Facultad de Derecho de la UNAM, en entrevista para Cuestione.

“Tenemos que ver cómo apoyar al personal médico porque están arriesgando sus vidas con un salario muy bajo, sin que les den las herramientas ni las condiciones adecuadas”, agregó.

En México, el COVID-19 trajo consigo otro mal: la discriminación contra el personal médico

Aunque también se les rinden homenajes como en otras partes del mundo, los y las trabajadoras de salud del país tienen que enfrentar la posibilidad de ser atacados por la ciudadanía

Se han registrado al menos 47 agresiones contra personal de salud en 22 entidades del país durante esta contingencia sanitaria, según la Secretaría de Gobernación (SEGOB). El 15% de los casos sucedieron en el estado de Jalisco.

¿A qué se debe este comportamiento? ¿Cómo se debe castigar a los agresores? ¿Por qué no debemos tenerles miedo y, al contrario, deberíamos darles muestras de agradecimiento?

El psicólogo social, Eloí Vásquez, nos contó que las agresiones no son justificadas, pero se deben a la crisis social colectiva que vivimos.

“Las agresiones corresponden al enojo de no poder explicar qué pasa con este virus. El enojo se transmite por el miedo a una amenaza de la que todo el mundo habla. Para los agresores esta amenaza incomprensible toma forma en el personal de salud”, dijo Vásquez.

La epidemióloga Guadalupe Soto Estrada, investigadora de la Facultad de Medicina de la UNAM, dijo en entrevista que estas agresiones son injustificadas.

“Hay que recordar que se les ha proporcionado equipo especial para atender a los pacientes, precisamente para que no se vuelvan una fuente de contagio”, señaló Soto Estrada.

La especialista añadió que “tanto a enfermeras como a médicos nos capacitan habitualmente para llevar a cabo medidas especiales de higiene que ya son bien conocidas en nuestra área y que realizamos habitualmente”.

Estas medidas además se están reforzando para disminuir al máximo el riesgo de contagio, de acuerdo con la especialista. 

“De hecho, la probabilidad de contagio es mucho mayor en la ciudadanía, más aún si no se acatan las medidas de distanciamiento social y de higiene recomendadas por nuestras autoridades”, explicó Guadalupe Soto-Estrada.

El doctor en derecho Carlos Daza está de acuerdo en que el personal de salud no es un foco de infección. 

Las y los enfermeros y médicos “tienen conciencia del riesgo y tienen más medidas de protección. Tratan de buscar la manera de no contagiarse ni contagiar, y sin embargo son los que están agrediendo”, señaló.

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¿Los agresores deben ir a prisión?

El 22 de abril, la policía de Querétaro detuvo a dos mujeres, quienes agredieron a una enfermera bajo el argumento de que estaba infectada de COVID-19.

Según Carlos Daza, la policía puede detener a quienes agreden, insultan o escupen al personal de salud, por el tipo penal de disciminación, ya que las víctimas están siendo atacadas por la función que están cumpliendo.

“Si les avientan cloro, o les causan quemaduras con alguna sustancia, entonces pueden ser acusados por el delito de lesiones, más el delito de discrimnación”, dijo Daza.

Y agregó: “Imaginemos que un policía agrediera a un médico. Ese policía sería acusado de abuso de autoridad, lesiones y, además, discriminación”.

Es decir, el tipo penal de discriminación se añade al delito que ya de por sí están cometiendo, como lesiones o tentativa de homicidio.

Este es el caso de la pareja que agredió a una enfermera en la alcaldía Gustavo A. Madero, y que fueron vinculados a proceso por los delitos de discriminación y tentativa de homicidio el 24 de abril.

De acuerdo con el especialista, los agresores pueden terminar en la cárcel. Por ejemplo, “en el caso de Querétaro, aunque no se les dictó prisión oficiosa, los metieron en prisión preventiva justificada, y de esa manera se quedaron detenidas”, dijo Daza.

La Fiscalía General de la República contempla la prisión preventiva justificada “para garantizar que la persona imputada esté presente en el desarrollo del proceso y se proteja a las víctimas”.

¿Esto es suficiente?

Carlos Daza aseguró que no es necesario modificar la ley cuando le preguntamos si debería haber un agravante que proteja en específico al personal de salud en este momento de crisis sanitaria.

“Desde mi punto de vista no tendríamos que crear ninguna ley especial porque es una situación excepcional. Solo hay que aplicar el rigor de la ley”, dijo Daza.

De acuerdo con el doctor en derecho, esta situación no es como la de los feminicidios, que son una constante y ameritan un tipo penal. “Estas agresiones tienen que ver con este momento específico”.

Además, consideró que se trata de discriminación porque la gente actúa en su contra por la función que desempeñan. 

“Por ejemplo, los vecinos que los agreden es porque saben que son personal de salud, no por el uniforme, los discriminan porque saben que trabajan en un hospital”, detalló Carlos Daza.

“En lugar de crear penas especiales, lo que el gobierno tiene que hacer es estar más atento a este tipo de penas. Que protejan a su personal de salud”, dijo Carlos Daza. 

Estas medidas podrían ir desde facilitarles un transporte especial, según el especialista, hasta una campaña de publicidad adecuada para reconocer y proteger al personal de salud

“Todos los medios hablan de no salir de casa, de lavarse las manos, pero no hay un solo mensaje que diga que el personal de salud son héroes y hay que protegerlos”, dijo Daza.

¿Qué debemos hacer si vemos una agresión de este tipo?

De acuerdo con la epidemióloga Guadalupe Soto Estrada, si somos testigos de un acto de agresión, debemos denunciar a estas personas para que pueden ser detenidas. 

El personal de salud que es víctima de discriminación puede presentar una queja al Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED), vía telefónica al 800 543 0033, o al  (55) 5262 1490 extensiones: 5410, 5418, 5419, 5421, 5423 y 5442.

“Si al momento de la agresión hay una patrulla y los agarran en flagrancia, inclusive por el delito de discriminación pueden ser sometidos a vinculación a proceso”, dijo Soto Estrada.

La especialista también opinó que es indispensable que el personal de salud que reciba una agresión, ya sea verbal o física, debe informar inmediatamente a las autoridades para que se implementen medidas de prevención y atención.

“Hay que tratar de identificar a personas que quieran agredirnos y tener un plan para pedir ayuda en caso necesario, ya sea vía telefónica o ubicar si es posible a alguien que pueda auxiliarnos”, dijo Soto Estrada.

De acuerdo con la especialista “nunca se recomienda responder a la agresión, hay que tratar de retirarse del lugar e informar inmediatamente a nuestras autoridades tanto del centro de trabajo como de la fuerza pública. Recomiendo que siempre se levante la denuncia correspondiente para documentar la agresión y que no quede impune”.

“Se debe proteger la integridad del personal de salud, sin mencionar que son los elementos más importantes para superar esta pandemia”, dijo Soto Estrada.

La epidemióloga consideró que son actitudes que no se pueden tolerar ni pasar por alto, “nuestro personal de salud es sumamente valioso y merece todo nuestro respeto y admiración”.

Y concluyó que estos episodios “hablan de la necesidad de atención en el plano de la salud mental en nuestra población, que quizás puede estar un poco descuidada en este momento, ya que lo más urgente ahora es atender la pandemia”.

Los ciudadanos no solo debemos aplaudir la labor del personal de salud, también debemos defenderlos de cualquier forma de discriminación que veamos en su contra.

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