El pacto fiscal está en juego, ¿qué es y por qué hay estados inconformes?

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Cuatro gobernadores se declararon inconformes con el pacto fiscal, el cual es un convenio que permite al gobierno mexicano recaudar los impuestos de todo el país para luego repartirlos equitativamente entre los estados.

Los gobernadores que consideran injusto este pacto son el independiente Jaime Rodríguez de Nuevo León, el priista Miguel Riquelme de Coahuila, el panista Francisco Cabeza de Vaca de Tamaulipas y el también independiente Enrique Alfaro de Jalisco.

“Estoy a favor de que se revise el pacto fiscal, pero si no hay voluntad, ya estuvo bueno del maltrato que se nos da a los estados, que estamos produciendo riqueza, trabajo y oportunidades para la gente”, dijo Alfaro en conferencia de prensa el 11 de abril.

¿Es cierto que es injusto este pacto fiscal? ¿Tienen razón los gobernadores? ¿Qué pasaría si se salen del pacto?

De acuerdo con Carlos Brown, economista y especialista en justicia fiscal, este pacto es un arreglo voluntario entre los estados libres y soberanos del país. 

“En el cual aceptan que una parte de la tributación la haga la federación”, según Brown, para luego repartirse entre los estados de acuerdo a lo establecido en la Ley de Coordinación Fiscal, con factores como la población.

¿Qué sentido tiene que exista este pacto fiscal?

Según Brown, este tipo de pactos se solía utilizar para defenderse de amenazas externas, para financiar a las fuerzas armadas en periodos de guerra. Esa es su razón de ser en casi todos los países que tienen gobierno federal.

En el caso actual de México, sirve para tener una recolección eficiente de impuestos para que los estados y municipios se enfoquen en sus propios objetivos, de acuerdo con el especialista.

Sin embargo, para Brown, “a la hora de repartir el dinero no considera variables como desigualdad y pobreza. Cuando revisas las fórmulas mediante las cuales se reparte el dinero, encuentras que le toca más dinero a los estados con mayor población”.

“El principio básico del pacto fiscal es que todos deben de hacer su chamba”, dijo el especialista, “es decir, que la federación recaude impuestos no exime que los estados y municipios no lo hagan”. 

Sin embargo, dice Brown que no han puesto de su parte, pues  “93 de cada 100 pesos que se recaudan en México, provienen de la federación, solamente el 7% de los impuestos los recolectan los gobiernos locales”. 

En cuestión de justicia, “incluso lo que recauda la federación es insuficiente para atender las necesidades de la población en México en general”, dijo el especialista. 

Y agregó: “México es uno de los países que peor recaudación tienen entre los miembros de la OCDE e incluso dentro de los países de América Latina. La chamba de los estados y municipios es crucial, se tiene que aumentar la recaudación porque si no el dinero no alcanza”.

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¿Entonces tienen razón los gobernadores?

“Cuando los gobernadores dicen ‘nosotros pagamos’, están equivocados, los gobiernos locales no son quienes pagan los impuestos, los pagan las personas y las empresas que habitan en esos estados”, dijo Carlos Brown.

Y esto es muy importante porque los gobiernos estatales han dejado de lado su obligación de recaudar de manera adecuada, según Brown, lo cual los ayudaría a complementar los ingresos que llegan desde la federación.

“Es un capricho de los gobernadores. Es como si fueran el hijo que empieza a ganar un salario pequeño y con eso ya se quiere independizar pero quiere que le sigan pagando la renta, el auto y demás lujos”, explicó Brown.

Añadió: “si realmente te quieres independizar, esto incluye tener una capacidad de recaudación propia, misma que los gobiernos estatales no tienen (…) históricamente no han sabido recaudar porque no tienen inteligencia financiera ni mecanismos de cobro adecuados”. 

De acuerdo con el Anuario estadístico y geográfico de los Estados Unidos Mexicanos 2018, la Ciudad de México recauda el 53.7% de los impuestos del país. Mientras que los estados inconformes recaudan menos del 10%: Tamaulipas y Nuevo León, 7%; Jalisco, 2.6%; y Coahuila 1.2%.

Sin embargo, Jaime Rodríguez, mejor conocido como “El Bronco”, declaró el 13 de abril que la repartición es injusta porque estos estados inconformes producen más.

“Es tiempo de que el centro empiece a poner sus barbas a remojar y que el sur sureste se ponga las pilas de que tiene que ser más productivos (…) El centro debe dejar de repartir el dinero como si fuera Santa Claus, y que sea un tema de equidades”, dijo. 

Estos gobernadores toman en cuenta lo que aportan sus estados al Producto Interno Bruto (PIB) y no lo que aportan al dinero recaudado en impuestos, que a final de cuentas es lo que se reparte entre los estados, de acuerdo con Brown. 

Y agregó: “Lo que se aporta en el PIB no se refleja en la recaudación federal. Y esa es la disociación de la que se aprovechan, porque es muy fácil meterlo en el discurso, pero no significa que realmente sean quienes aportan más”.

“Cuando dicen que ellos mantienen al sur, no es cierto. Tabasco, Veracruz y Campeche, aportan los ingresos petroleros con sus recursos naturales y estas aportaciones sostuvieron a las finanzas públicas mexicanas por décadas y fueron el motor de desarrollo”, comentó Brown.

También, según el especialista se trata de un argumento solo de percepción, pues “los estados del norte más Jalisco no son los que sostienen a este país. El sostén de este país sigue siendo la Ciudad de México”. 

Sin embargo, para la doctora en economía, Eufemia Basilio, es conveniente revisar el pacto fiscal porque “la idea debe ser tratar de unificarno separar, el gobierno debe enlazar al norte y al sur y hacer que todos tengan las mismas condiciones”. 

La experta entiende que los gobernadores del norte lo vean injusto porque no ven reflejada su participación por lo que recaudan, “pero también deberían verlo como una cuestión cooperativa”.

Por otro lado, hay que considerar factores que han contaminado este pacto, como la corrupción en sexenios pasados y los retrasos de pagos hacia los estados, según Basilio.

“Sí hay un problema sobre la mesa, pero lo que se debe revisar es el convenio de coordinación fiscal para poder hacerlo más equitativo”, dijo la experta.

“Que vaya más en el sentido de motivar la recaudación porque esos estados tienen la opción de cobrar sus impuestos estatales y municipales. No se trata de cargarle la mano al contribuyente, pero está el predial y la tenencia que muchos no cobran”, agregó.

De acuerdo con Basilio, además de la inconformidad de ciertos estados, una razón más para revisar este pacto es porque no está funcionando.

“Y no es de ahora, sino de sexenios pasados, a pesar de que pensamos que los del sur reciben más de lo que producen y los del norte reciben menos de lo que producen, esa polarización sigue ahí, es un hecho que algo está mal”, dijo Eufemia Basilio.

“No ha servido para darle impulso al sur, o solo se queda en el discurso porque sabemos que con mayores oportunidades de inversión e incluso de infraestructura, no se refleja en mayor productividad”, mencionó la entrevistada. 

Por último la doctora en economía añade que quizá sea hora de “calificar por resultadoscuánto dinero se dirigió, qué se hizo, si no se hizo lo adecuado entonces a lo mejor cortar parte de estas participaciones. Es un hecho que se debe revisar”.

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¿Qué está reflejando esta diferencia? 

Para Carlos Brown esta diferencia “no tiene ninguna razón de ser. Especialmente en esta coyuntura. Es utilizar como carne de cañón la pandemia y la crisis que están viviendo millones de personas para hacer politiquería, honestamente”.

“No hay otra explicación posible que tratar de conseguir votos y apoyo de cara a las elecciones intermedias”, según Brown, “y honestamente es el peor momento, es una situación muy precaria, hay millones de personas en la incertidumbre”.

De acuerdo con la doctora Eufemia Basilio, la discusión “ya lleva algún tiempo en vigencia, pero creo que no es pertinente en estos momentos (…) quizá lo estén viendo como coyuntura política, para hacer ver al presidente que debería distribuir mejor el gasto”. 

En ese sentido, según la experta, estas diferencias podrían tener segundas intenciones, “porque los empresarios están en desacuerdo con las acciones que ha anunciado el gobierno y los estados del norte han hecho grandes gastos en esta contingencia”. 

“Quizá vaya por ahí, que el gobierno del presidente pueda hacer un tipo de concesión. Es muy apresurado hablar ahora de salirse del pacto y quizá vaya orientado a esto otro, porque las políticas del gobierno actual no van acorde quizá a lo que esperarían”, dijo Basilio.

Según la experta, hay que recordar que México inició el año con crecimiento económico cero y “ante esta contingencia el presidente quiere seguir destinando recursos al Tren Maya o a Dos Bocas, esto genera malestar”.

“A lo mejor esto va orientado a que el presidente vea que no están de acuerdo, que hay que sentarse a discutir el pacto fiscal” y orientar mejor la manera en que se gasta, concluyó Basilio.

El panorama

“Salirse del pacto fiscal es darse un tiro en el pie”, dijo Carlos Brown, “los gobernadores, incluso si se salieran, no tendrían recursos para hacerle frente a la pandemia. Es el peor momento posible para hacer la peor batalla posible.” 

Brown señaló que en los países desarrollados que tienen pactos federales que funcionan, los estados recaudan más que la federación. Entonces el panorama ideal sería que después de revisar el pacto, los gobiernos locales hicieran su trabajo.

“No se nos olvide, en medio de esta batalla está el dinero público. El cual sirve para que los gobiernos den una respuesta inmediata a fenómenos como el que enfrentamos ahora. El dinero siempre va a ser insuficiente y esto nos obliga a que repensemos la mejor manera de recaudar”, dijo Brown.

Según el especialista lo más seguro es que se sienten a replantear el pacto fiscal, “pero no para lavarle las manos a los gobernadores, sino para poner en la mesa la corresponsabilidad entre gobierno federal y gobiernos locales. Esto va a pasar no tengo duda”.

El escenario más complicado, según Brown, sería que un estado realmente quiera abandonar el pacto fiscal, “en este momento el único gobernador que tiene el respaldo de su congreso local, es el gobernador de Jalisco. Es el único que tiene vía legal para hacerlo”.

“Pero Jalisco es uno de los estados que menos pueden envalentonarse con esto, porque de cada 100 pesos que tienen de ingreso, solo 9 pesos vienen de sus ingresos locales”, dijo Brown.

Y añadió: “no tienen la capacidad de poder recaudar de manera adecuada. No tengo idea de cómo el segundo estado más importante de este país reaccionaría ante la pandemia y los siguientes meses, si sigue adelante con esta idea”. 

Por otro lado, la doctora Eufemia Basilio nos recordó que el pacto fiscal no es obligatorio, “es un convenio que se firmó, y en cualquier momento podrían retirarse”.

“Sin embargo yo no lo veo viable porque sería un problema tanto para los estados como para la población y el Sistema de Administración Tributaria. Esto va a parar en un acuerdo, en una revisión porque si no, tendría consecuencias importantes en la recaudación”, dijo Basilio.

La epidemia de COVID-19 y las medidas para combatir la crisis económica nos han puesto un nuevo tema de discusión, ¿qué tan bien recolecta y distribuye los impuestos este país? 

¿Los estados darán un paso hacia adelante para tener un papel protagónico en la recaudación y la manera en que se gasta? No hay que olvidar que se trata de nuestro dinero.

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