Jorge Márquez, doctor en Ciencia Política por la UNAM, contó a Cuestione que la falta de un plan de emergencia económico ante esta crisis se debe, en buena medida, a que tenemos una oposición reducida, casi sin espacios en los medios o en el Congreso de la Unión.
“No hay consulta para cuestiones importantes. La toma de decisiones es unilateral, con falta de profesionalismo, con falta de visión y pluralidad”, dijo Márquez.
¿Es peligroso tener un Congreso dominado por un solo partido? ¿Cuáles son los riesgos en un escenario de crisis como el que vivimos?
Morena tiene 257 de los 500 diputados, es decir, 51.4%. Si tomamos en cuenta que el Partido del Trabajo (PT), el Partido Encuentro Social (PES) y el Verde Ecologista (PVEM) son sus aliados, en total, cuentan con 66.6% de los votos en la Cámara de Diputados. Además, tiene 47% del Senado y, casi, el 60% con sus alianzas.
Es decir, tiene la mayoría del Congreso de la Unión. De hecho, Morena es uno de los partidos más dominantes de América Latina en este sentido, sin contar coaliciones.
Lo superan el Frente Sandinista de Liberación Nacional de Nicaragua, con 77.17% de su Asamblea Nacional; el Movimiento Al Socialismo de Bolivia, con dos tercios de su Asamblea Legislativa Plurinacional; y el Partido de la Liberación Dominicana, con 55% de los diputados de República Dominicana.
Sin embargo, esta situación no se acerca a la época del “carro completo”, cuando en México el Partido Revolucionario Institucional (PRI) contaba casi con la totalidad de los legisladores.
De acuerdo con el periodista y escritor Alejandro Páez Varela, el término “carro completo” viene de la época porfirista, y se usaba para referirse al monopolio de Porfirio Díaz, que no permitía que otros “movieran sus mercancías”.
Esta expresión se usaba en los años 70 para describir el éxito del PRI en las elecciones. El “carro completo” era tener todos los asientos en el Congreso que le permitían al Presidente de la República llevar a cabo sus políticas sin obstáculos.
Para poner en contexto, en 1976, con la llegada de José López Portillo a la presidencia, el PRI tenía 62 de los 64 senadores, es decir el 96%, así como 196 de los 237 diputados de ese entonces, o sea 82% de la Cámara de Diputados.
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Los riesgos del “carro completo”
Según nos contó el politólogo Jorge Márquez, es importante recordar que precisamente a partir de los años 70, en México se vivieron reformas políticas para tener un sistema democrático, que evitara revivir una situación de “carro completo”.
“Fue modificado para que tenga contrapesos, para que exista la crítica, para que los errores de un solo hombre o de un pequeño grupúsculo no nos condenen a crisis gravísimas. Sino para que haya pluralidad en la toma de decisiones”, dijo Márquez.
De acuerdo con el politólogo, lo que se vivió en México antes del régimen democrático, tuvo todo tipo de errores. El “carro completo” priista, de los años 60 y 70, provocó que no se manejara bien la era de la abundancia petrolera.
“El carro completo nos llevó a una visión que petrolizó la economía mexicana. Se desperdició la gran riqueza que tuvimos y no sirvió para resolver los grandes problemas del país. No es verdad que todo se haya ido en corrupción, pero no se planificó a largo plazo”, dijo Márquez.
Además, según el especialista, esta situación afectó la creación de una agenda para mejorar la infraestructura, el sistema educativo y el sistema de salud.
Sin embargo, para Jorge Márquez no estamos tan lejos de un escenario parecido.
“El mayor ejemplo del fracaso del país (con un partido con mayoría en el Congreso) no es lo que ocurrió en los años 70, porque nadie se acuerda de eso, sino lo que se vive hoy”, dijo Márquez.
Y agregó: “ha provocado una cantidad impresionante de equivocaciones que no tienen solución, además, porque son decisiones inherentes a su visión. No es que pueda corregir y ver detalles, no, es que ya tiene una visión. Y una visión es muy difícil de cambiar”.
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El panorama
El especialista aseguró que ante una oposición tan reducida, la única vía que les queda es ir en bloque en las próximas elecciones. Mientras eso no ocurra, Morena seguirá teniendo el control de las dos cámaras. A menos que surgiera una oposición en el interior del partido.
“Pero no creo que se pueda construir una oposición dentro de Morena, porque en principio, ellos dependen de López Obrador, saben que sus buenos resultados en 2021 dependen de que él siga haciendo campaña para ellos”, dijo Márquez.
Y agregó: “entonces va a seguir la sumisión, y va a seguir la falta de crítica. Y va a seguir por un rato la subordinación y el fanatismo”.
Además, el especialista opinó que López Obrador tiene el control de la dirección de Morena, y quien sea su próximo dirigente será quien él apruebe, igual que los próximos candidatos a la Cámara de Diputados.
“No habrá una oposición seria adentro (de Morena). Por ejemplo, Ricardo Monreal, que tiene vida propia, que es un político muy experimentado, se alínea a la hora de alinearse, ellos saben que depende mucho de él, y que si no los aplasta”, dijo Márquez.
Jorge Márquez también opinó que esta situación seguirá aún si las medidas para enfrentar la crisis no obtienen buenos resultados.
“Una vez que López Obrador gane la revocación de mandato, porque la va a ganar ya que los requisitos son muy altos, y que el pueblo salga y decida que se queda, en ese momento la lealtad dentro de su partido va a tomar mayor fuerza”, dijo Márquez.
Y concluyó: “Según veo el calendario, no creo que en ningún momento Morena se fracture, por mucha crisis que haya. Para hacer contrapeso, la oposición tendrá que vencer fantasmas y descifrar cuál es la mejor manera de unirse”.
En este panorama de crisis económica, sanitaria y de inseguridad, ¿podrá unirse la oposición en las próximas elecciones y servir de contrapeso en la Cámara de Diputados?
