Por: Angélica Jocelyn Soto y Gilberto Molina
Estados Unidos tiene un nuevo embajador en México. El abogado, cercano al presidente estadounidense, Donald Trump, lleva menos de un mes en el cargo, pero ya ha sido protagonista de algunas polémicas, a través de sus redes sociales.
Su nombre es Christopher Landau. Tiene 55 años y desde el 12 de agosto tomó protesta como nuevo embajador.
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La buena onda en Twitter
Christopher sustituyó a Roberta Jacobson, quien estuviera a cargo de la embajada estadounidense en México de 2016 a 2018, en el último tramo de la administración del presidente Barack Obama y el primer año de Donald Trump.
Nació en España y estudió en Paraguay cinco años, ya que su padre, George Landau, fue embajador en esa nación y en Chile. Por eso habla español “de manera fluida”, según su biografía.
Landau intentó conectar rápidamente con el pueblo mexicano. Casi recién llegado a nuestro país visitó, junto a su esposa, Caroline, la Basílica de Guadalupe.
“Le rogué que me diera la sabiduría y el espíritu para fortalecer los lazos entre nuestros países”, publicó Landau en su cuenta de Twitter el pasado 23 de agosto, donde le gusta compartir sus actividades e interactuar con los usuarios.
Los Landau tienen un hijo y una hija: Nathaniel, de 18 años, y Julia 12, quienes también vinieron a vivir a México.
El 26 de agosto, Christopher presentó sus cartas credenciales al presidente Andrés Manuel López Obrador y dijo que la responsabilidad como embajador de su país en México era “el máximo honor de su vida”.
También de eso hizo un tuit:
Pero ya se metió en broncas
El 1 de septiembre, el diplomático visitó la casa de la pintora Frida Kahlo en Coyoacán y aunque no dudó en hablar en su Twitter sobre el talento de la artista, también la criticó por, dijo, su marxismo-leninismo-comunismo.
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Esa publicación generó un sinfín de respuestas de los usuarios, algunos señalaron que cometía un error, pues si bien Frida simpatizaba con el comunismo, no era precisamente fan ni de Lenin ni de Stalin, los primeros líderes de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.
“Prueba de ello fue el asilo personal que le dio a León Trotsky, opositor a Lenin y Stalin”, le escribió Guillermo Inclán, quien aprovechó para mandar un saludo al diplomático.
Qué quemón, ya que, según su biografía, el embajador Landau es historiador. De hecho, obtuvo su licenciatura en Historia por el Colegio de Harvard en 1985. Años más tarde, se volvería a graduar ahí mismo, pero ahora como abogado.
Llega en medio de tensión
Pero la verdadera dificultad para Landau es que llega a México luego de la tensión por el cobro de aranceles a los productos mexicanos en junio y el endurecimiento de las políticas migratorias en la frontera de EU.
De hecho, a principios de septiembre, el país estadounidense anunció el cobro de 31% de arancel al acero procedente de México, lo cual todavía está en veremos.
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¿Qué tanto le servirá a Landau ser historiador y abogado en su nuevo cargo diplomático? ¿Debería de usar tanto sus redes sociales?
