La relación entre el Instituto Nacional Electoral (INE) y el gobierno de Andrés Manuel López Obrador no da tregua, lo que podría poner en riesgo la democracia de nuestro país.
Hace unas semanas el presidente López Obrador le pidió a Ciro Murayama (quien es consejero electoral desde el año 2014) que ofreciera una disculpa por avalar el fraude electoral de 2006, luego de que el funcionario del INE dijo que Morena obtuvo mayoría en la Cámara de Diputados a través de “triquiñuelas” (trampas).
Esta no es la primera vez que el presidente y los consejeros se lanzan comentarios en contra. El año pasado, por ejemplo, López Obrador dijo que el Instituto era un “adorno” y un “florero”, pues nunca sancionó “la compra de votos” en las elecciones federales pasadas.
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Si se rompe la relación entre el gobierno federal y el INE, podría verse reflejado en las urnas, pues se corre el riesgo de que el voto de la ciudadanía quede en entredicho, lo que impactaría en la democracia del país, dice Marco Leopoldo Arellano, experto en temas electorales y académico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en entrevista con Cuestione.
“Entre más debilitado esté el INE, va a tener menos capacidad de organización de elecciones transparentes y que las personas voten por el candidato que quieran. Es importante porque esto va a ser crucial para decidir la permanencia del gobierno de López Obrador en los años que vienen”, dice Leopoldo Arellano.
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La austeridad amenaza al INE y a la democracia
Desde el inicio de su gobierno, López Obrador dijo que terminaría con la burocracia dorada que mantenía a las y los consejeros electorales del INE con salarios que rebasaban los 200 mil pesos mensuales.
El INE, por su parte, también ha llamado a comparecer, al menos en dos ocasiones, a López Obrador, por los llamados “servidores de la nación”, pues hay acusaciones en su contra por presuntamente promocionar la imagen del presidente durante la entrega y afiliación a los programas sociales que impulsó su gobierno.
Como respuesta, López Obrador envió una carta a Lorenzo Córdova, actual consejero presidente del INE, diciendo que está comprometido a luchar con toda su “austeridad y entusiasmo” para que no se repitan los fraudes electorales en el país.
Para este 2020, el INE lanzó un comunicado, pues su presupuesto otra vez sufrió un recorte, esta vez por 71 millones de pesos menos de lo que el Instituto requeriría, lo que ponía en riesgo que algunas de sus tareas se vieran afectadas, según el mismo Instituto.
Con estos recortes, el INE está debilitando sus funciones, lo cual hace que no cumpla con sus obligaciones constitucionales, como garantizar el voto de los y las ciudadanas, explicó a Cuestione el especialista y académico de la UNAM, Leopoldo Arellano hace unos meses.
Ahora lo que se avecina para el INE y el gobierno federal es la elección de cuatro consejeros o consejeras electorales, para esto Lorenzo Córdova ha dicho que “el futuro del INE está en riesgo” –y con él, el de la democracia–, si los próximos seleccionados son cercanos a los partidos políticos, pues éstos definirán las próximas elecciones estatales y federales en 2021, y las presidenciales en 2024.
