En México, entre más estudios académicos, mayor brecha salarial

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Guadalupe trabaja como vendedora en una tienda de muebles, es madre de dos jóvenes (una mujer y un hombre) a los cuales mantiene con el trabajo que realiza seis días a la semana, sin muchas prestaciones. Si fuera hombre, tendría un mejor sueldo.

Ella solo puede ver a sus hijos en las mañanas, antes de despedirlos a la escuela, y en las noches cuando regresa de sus labores, sin embargo su historia sería diferente si ella fuera hombre, pues podría trabajar menos horas y recibir los mismos ingresos solamente por serlo.

Esto gracias a que la brecha salarial entre hombres y mujeres en nuestro país es, en promedio, de 20.4%.

Es decir, por cada 100 pesos que un hombre gana por su trabajo, en promedio, una mujer gana solamente 79.6 pesos, lo que las pone en otra situación de desventaja ya que para lograr el mismo salario que un hombre, tendrían que dedicar seis días más a su trabajo. 

Sin embargo, la gravedad del asunto es otra, pues aunque en nuestro país un mayor nivel de estudios sí se traduce en más ingresos, la brecha de género no solo se mantiene, sino que crece conforme aumentan los estudios.

De acuerdo a nuestro análisis, que toma en cuenta información del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la brecha salarial más alta se observa en los hogares que reportan tener un nivel de estudios de posgrado, en los cuales los hombres ganan, en promedio, 27% más salario que las mujeres.

Por estos motivos, en Cuestione analizamos cómo nos encontramos en el tema de desigualdad de ingresos por motivos de género, el cual afecta a millones de hogares.

¿A cuántos?

La historia de Guadalupe no es la única ya que casi nueve millones de mujeres son jefas de familia en nuestro país, lo que significa que soportan económicamente los gastos de la casa a través de su trabajo. 

De acuerdo a la última medición del Inegi, en México hay 34.7 millones de hogares en el país, de los cuales el 28.5% tiene una mujer como sostén económico y familiar.

¿Cómo se ve la desigualdad de ingresos?

Analizamos los datos más actualizados de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) y descubrimos que el ingreso laboral promedio de un hogar con jefa de familia es menor que aquellos con una jefatura masculina.

Esto quiere decir que, mientras que una casa donde la mujer es el soporte económico reporta en promedio un ingreso laboral mensual de casi nueve mil pesos, en aquellas donde el jefe de familia es hombre reporta casi 12 mil pesos al mes.

Una diferencia en el ingreso de casi tres mil pesos, lo cual implica un impacto negativo en la calidad de vida de los hogares con una mujer al frente al disminuir la capacidad de acceder a alimentación, servicios de salud, transporte, vivienda y ocio, entre otros.

¿Y si tomamos en cuenta la educación?

Una explicación lógica para alguien podría ser que exista una brecha de género en la educación y capacitación de las personas en nuestro país. 

Sin embargo, de acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en 2019 nuestro país podía presumir que había alcanzado “la paridad entre géneros en la matriculación en todos los niveles educativos”.

Además revisando los datos de la ENIGH 2018, diferenciando por nivel educativo, pudimos descubrir que la desigualdad salarial de género persiste sin importar los años de estudio.

Y es que, analizando por nivel educativo, en promedio los hombres ganan 20.4% más salario que las mujeres. Sin embargo, entre mayores son los estudios, también es mayor la brecha.

Mientras que los jefes de familia que reportan no contar con educación perciben, en promedio, un sueldo mensual de cinco mil 114 pesos, las jefas de familia en esa situación reportan un ingreso 13.1% menor, con tan solo cuatro mil 440 pesos al mes.

Sin embargo, en el caso de hogares cuyos personas jefas de familia reportan estudios de posgrado, la brecha asciende hasta más de 27%, lo que implica que por cada 100 pesos que recibe un hombre por su trabajo, las mujeres refieren un ingreso de tan solo 72.5 pesos.

¿Cómo afecta esto a los hogares?

De acuerdo con María Ayala, encargada el área de Investigación y Datos de Acción Ciudadana Frente a la Pobreza, esto genera que las condiciones laborales que enfrentan las mujeres menores de 30 años son adversas porque “sufren de mayor desempleo, diferencia en salario y mayor carga en labores de cuidado y domésticas”.

También señala que otro factor importante a considerar es que las mujeres empleadas suelen tener doble jornada laboral, por las actividades no remuneradas del hogar. Y es que de acuerdo con la especialista, las mujeres dedican hasta 42.8 horas a las labores domésticas, cuando los varones sólo destinan 16.5 horas (61% menos).

¿Cuántas marchas y movimientos más se tienen que dar para que comiencen a cambiar las cosas?

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