Pero la 4T ya puso condiciones
Después de trabajar más de 20 años como empleada doméstica, sin ningún reconocimiento laboral, Manuela, de 45 años, por primera vez tendrá la seguridad social del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), es decir, atención médica, ahorro para el retiro e incapacidad cuando se enferme.
Sofía, Ana y Luis, con quienes trabaja diferentes días a la semana, la inscribirán al Programa Piloto para personas trabajadoras del hogar del IMSS, el cual arrancó este mes… pero sólo estará “a prueba” durante 18 meses.
Según las reglas de operación del programa, éste terminará en septiembre de 2020 y si no es “financieramente viable”, se suspenderá. Pero mientras llega la fecha límite para saber si se aplicará de manera permanente o no, empleadores y personas trabajadoras del hogar ya pueden gozar de estos servicios.
Sin embargo, en diciembre de 2018 la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) determinó como discriminatorio, que los y las trabajadoras del hogar no tuvieran seguro social y obligó al IMSS a crear el programa piloto por lo que el programa no debería de estar sujeto a ninguna prueba.
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Al día, Manuela gana 300 pesos, por limpiar cada una de las casas para las que trabaja. Con ello recibe tres veces el salario mínimo (102.68 pesos). Para poder inscribirse al IMSS, cualquier trabajadora del hogar debe ganar, al mes, tres mil 183 pesos, cuando menos.
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El programa no sólo contempla a las empleadas domésticas, también a niñeras, cuidadores y cuidadoras de adultos mayores, cocineros, cocineras y choferes, pues en nuestro país existen 2.4 millones de personas trabajadoras del hogar –sin embargo el 95% ellas son mujeres–, según datos del propio IMSS, que, hasta el año pasado, no las tenía contempladas en su padrón de seguridad social.
¿Qué derechos tendrán?
Además de ingresar por primera vez al padrón del IMSS, el programa beneficiará también al esposo o esposa de la trabajadora del hogar, a sus hijos de hasta 16 años de edad (o 25 si siguen estudiando) y a sus padres y madres, si éstos dependen financieramente de la persona asegurada.
Las personas que trabajan en el hogar podrán tener acceso a servicios médicos hospitalarios, a incapacidad por enfermedad, pensión por invalidez, fondo de retiro, prestaciones para velatorios y guarderías.
¿Cómo inscribir a los y las trabajadoras del hogar?
Hasta ahora la incorporación al seguro social para las y los trabajadores del hogar es voluntario, quienes las emplean aún no están obligados a inscribir a su trabajador o trabajadora.
Si decides inscribir a tu trabajadora del hogar en el IMSS, esto puede ser de dos formas: en el micrositio del IMSS o acudiendo a alguna de las subdelegaciones del Instituto. Para que la persona empleada quede registrada, quien la contrata deberá pagar una cuota correspondiente al mes respecto a su salario, como en el siguiente ejemplo:
¿Qué necesito? Para completar el trámite, tendrás que presentar tu CURP, el número de Seguro Social, comprobante de domicilio. Del trabajador y trabajadora del hogar se necesita CURP y comprobante de domicilio.
El IMSS reconoce tres tipos de trabajadores y trabajadoras del hogar: las que trabajan para una sola persona y viven en el domicilio, es decir, de “planta”; a quienes trabajan para un solo hogar y van de entrada por salida, y las que trabajan en varias casas durante la semana.
Por el momento, inscribir a tu trabajadora o trabajador del hogar no será deducible de impuestos, pues para ello se tendría que reformar, además, la Ley del Impuesto Sobre la Renta, explica Sergio Campos, experto fiscal.
