Imposible saber si 60% de las personas asesinadas están bajo efectos de drogas o alcohol

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El presidente Andrés Manuel López Obrador, dijo en la conferencia mañanera del 26 de febrero que 60% de las personas asesinadas en enfrentamientos (principalmente por el crimen organizado) estaban bajo los efectos de las drogas y alcohol. Sin embargo, no existen datos oficiales para poder sustentar dicha información.

López Obrador estaba respondiendo a un reportero, quien preguntó sobre la regulación de las drogas en el país: “En el caso del consumo de las drogas necesitamos detener el incremento. Nada más para que se tenga un dato: 60% de los asesinados en enfrentamientos, se demuestra que están bajo los efectos de drogas o de alcohol, pero fundamentalmente de droga”. 

Esta no es la primera vez que López Obrador dice algo similar. En noviembre del año pasado, aseguró que los integrantes del crimen organizado “se drogan cuando cometen delitos”.

“Hay personas que están en el crimen organizado, ya con un nivel de descomposición extremo (…) Los que cometen estos actos de crímenes, de asesinatos, por lo general, son gente drogada, eso está probado”, dijo aquella vez.

¿Es verdad, presidente? 

No podemos saber si (las personas asesinadas) estaban bajo los efectos de alguna droga y tampoco sabemos cuántas personas consumen drogas regularmente, por eso “no entendemos cómo estos datos nos ayudarían a entender mejor la violencia homicida”, de acuerdo con la organización Data Cívica.

Además, decir que todas las personas que son asesinadas en enfrentamientos armados consumían drogas es una irresponsabilidad, pues estigmatiza y pone en riesgo a las muchas personas que usan drogas, la mayoría de las cuales ni son violentos ni tienen problemas de dependencia, explica la investigadora Catalina Pérez Correa. 

“Las ideas de López Obrador sobre drogas son bastante añejas. Llevamos años asociando el uso de las drogas con el crimen y la violencia, por eso se prioriza el enfoque de seguridad (represión) sobre el de la salud. Abordamos las drogas desde la criminalización, el encarcelamiento y el prejuicio”, de acuerdo con Pérez Correa.

“Las drogas y el alcohol no justifican un homicidio y no hay forma alguna de conocer esa información. En este sentido, o el presidente tiene acceso a una base de datos que nadie conoce (y debería ser pública) o está reproduciendo prejuicios”, coincide Data Cívica.

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¿Qué información sí tenemos?

La información sobre los delitos que se cometen en el país (homicidios, feminicidios, secuestro, tráfico de menores, entre otros) se encuentra en el Secretariado Ejecutivo Nacional de Seguridad Pública (SESNSP). Por ejemplo, sabemos que en 2019, hubo 52 mil víctimas de homicidios (34 mil dolosos y 17 mil culposos), 2% más que en 2018.

El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) también registra los homicidios y sí contempla algunas características de los asesinatos, como el parentesco del asesino o los datos de violencia familiar. Sin embargo, esa información se registra en menos de 10% de los homicidios, lo que significa que, al ser pequeña, la muestra puede sesgar la información, de acuerdo con Data Cívica.

Lo cierto es que nuestro país no tiene los mejores estándares internacionales para recoger datos sobre los homicidios. En promedio, los estados recopilan nueve de los 23 detalles de información necesarios para obtener datos de alta calidad sobre los homicidios, de acuerdo con el Índice de datos sobre homicidios 2018, elaborado por el Instituto para la Economía y la Paz.

O el presidente tiene “otros datos”, o como aseguran las expertas y expertos: hay un prejuicio sobre todas las personas que consumen estas sustancias y por eso justifica su estrategia de seguridad.

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