Lo que debes saber de la Guardia Nacional

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La Cámara de Diputados aprobó, por 463 votos a favor y uno en contra, la Guardia Nacional, después de que el Senado le bajara un poco el perfil militar. El nuevo cuerpo de seguridad terminó bajo un mando civil, pero… con una estructura similar a la que usan las Fuerzas Armadas. ¿Qué implicaciones tendrá?

Quienes integren la Guardia Nacional recibirán una capacitación con características militares, algo que preocupa, dijo Juan Salgado, experto en derechos humanos y seguridad pública, del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE): “Esto por una parte genera una visión distinta de la seguridad, basada en destruir un enemigo, no necesariamente proteger a la ciudadanía”.

La Guardia Nacional arrancará con 61 mil elementos: 35 mil de la Policía Militar de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), ocho mil de la Policía Naval de la Secretaría de Marina (Semar) y 18 mil de la Policía Federal. Al finalizar el año habrá 80 mil policías en este cuerpo, indicó en un evento el secretario de Seguridad Pública, Alfonso Durazo.

Pese a que el congreso estableció que integrantes activos del Ejército no podrán pasar a la Guardia Nacional, los policías militares que se incorporen guardan un vínculo fuerte de obediencia a las dependencias militares, dijo Salgado.

La Guardia Nacional –al igual que el Ejército– tendrá una disciplina con base en sanciones, faltas y delitos.

Por otro lado, hay quienes creen que justo lo que necesita la Guardia Nacional es retomar lo que hace bien el Ejército. La discusión de la Guardia Nacional dejó ir la oportunidad de contar con una nueva Fuerza Armada, dijo Javier Oliva Posada, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

“Finalmente, lo que se busca de los militares es que la estructura, el mando, los valores de los militares, se pasen a la policía, o lo que he propuesto, que las policías se tienen que militarizar. ¿Cómo salió la ley?, ni una ni la otra cosa”.

Los partidos de oposición en el Senado: Revolucionario Institucional (PRI), Acción Nacional (PAN) y de la Revolución Democrática (PRD), junto con organizaciones de la sociedad civil, impulsaron la necesidad de mantener al nuevo cuerpo de seguridad bajo un mando civil, y lograron un acuerdo al respecto desde la Cámara de Senadores con el partido mayoritario Movimiento Regeneración Nacional (Morena).

La diputada Lucía Riojas fue la única legisladora (de entre los 500 diputados y 128 senadores) que votó en contra y explicó sus razones en Twitter:

De esta forma, la Guardia Nacional quedó blindada de las decisiones de la Sedena, dijo la analista en seguridad pública Lilian Chapa Koloffon. Sin embargo, sería normal que dependa del Ejército para tomar decisiones en situaciones de seguridad nacional, como por ejemplo, operativos para proteger oleoductos (ductos de petróleo).

Además, la reforma detalla que la milicia estará atendiendo la seguridad pública durante cinco años, una vez transcurrido ese tiempo, tendrán que regresar a los cuarteles.

Dejan pendiente

El Congreso no aprobó otras leyes para que los soldados sepan qué pueden hacer y qué no, cuando desarrollen tareas policiales, advirtió Oliva, por lo que las Fuerzas Armadas quedan con la misma falta de claridad para actuar en la que las han mantenido los legisladores.

Desde que el expresidente Felipe Calderón Hinojosa hizo uso del Ejército para declarar la guerra contra el narcotráfico, en diciembre del 2006, la fuerza militar han sido una herramienta de los presidentes para atender focos de violencia, resaltó la profesora Guadalupe Correa-Cabrera, de la Universidad George Manson, en Texas.  

Si bien la Guardia Nacional es una promesa para contar con una nueva policía en México, es importante recordar que la policía local siguen siendo quien mejor conoce lo que ocurre en el área donde operan, detalló Chapa: “Toda esa inteligencia la tienen por ubicación las policías locales. Y esas son las que tenemos que fortalecer o vamos a seguir teniendo problemas de delitos desbordados”.

¿Qué sigue?

La reforma constitucional para la Guardia Nacional será enviada a los congresos locales (se necesita la aprobación de al menos 17 para que quede en pie), y después al presidente Andrés Manuel López Obrador, quien de no tener observaciones, dará el visto bueno (promulgará el decreto de creación) a la Guardia Nacional.

Después, los legisladores tendrán 60 días para aprobar una Ley de Guardia Nacional; así como 90 días para dar luz verde a una ley Nacional de Uso de la Fuerza y una ley Nacional de Registro de Detención, que darán vida a la Guardia Nacional.  

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