La maternidad no siempre es como la pintan
En México 32 millones de mujeres son madres. De estas, siete de cada 10 están en el mercado laboral. Ellas no solo destinan la mayor parte del dinero que ganan en sus trabajos para el cuidado de su casa y su familia, sino que también son quienes más invierten horas de sus vidas a la crianza y cuidado de sus hijas e hijos y de su casa. Pero ¿qué tan difícil es ser mamá en el Siglo XXI?
Consultamos a especialistas en temas de género y realizamos una encuesta en línea para tratar de conocer la realidad que viven las mujeres al momento de enfrentar la maternidad.
Por ejemplo, sin importar si tienen trabajos remunerados o no, las mujeres destinan 35 horas semanales al cuidado de su casa y su familia, mientras que los hombres solo 16, de acuerdo con un informe del Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE). Este trabajo, por el que ellas no cobran ni un quinto, y con lo que le ahorran dinero tanto a sus familias como al gobierno se calcula en dinero, vale unos 5.5 billones de pesos; es decir, casi tres veces la aportación de la actividad turística en el país.
Aún así, nadie se ha preocupado por mejorar las condiciones con las que ejercen su maternidad, que suele idealizarse con frases como “(ser madre) es lo mejor que puede pasarte en la vida”, o cuando una mujer se estrena como mamá llega el “por fin te realizaste como mujer”.
En general se cree que, por el solo hecho de ser mujeres, la crianza y cuidado deben descansar solo en ellas, explica Cristina Palomar, investigadora en estudios de género del departamento de Estudios en Educación de la Universidad de Guadalajara, en entrevista para Cuestione.
El amor a la familia es uno de los pilares de la Cartilla Moral, con la que supuestamente se logrará el “renacimiento de México” y el progreso del país – un documento de 29 páginas que no menciona ni una sola vez la palabra mujer, menos la palabra madre-, no considera que en muchos casos, sobre ellas recae casi toda la responsabilidad del cuidado de sus familias.
El presidente Andrés Manuel López Obrador, considerado por sus aliados como “el más feminista de la historia”, no ha hecho mucho por mejorar las condiciones de las madres del país. Un ejemplo fue la eliminación del programa de estancias infantiles para madres trabajadoras.
El mito de la maternidad
“Algo muy bonito y muy cansado a la vez, soy madre divorciada y toda la responsabilidad cae en mi, parece ser que la sociedad no acepta que pueda tener tiempo, descanso y momentos dedicados solo a mi, ha sido una experiencia en la que he perdido mi esencia personal”, es una de las respuestas que ofrecieron las mujeres consultadas por Cuestione en un sondeo que si bien no tiene valor estadístico, sí representa la realidad de las mujeres que participaron. El 58% de las mamás consultadas por este medio cree que toda la responsabilidad de crianza y cuidados sigue recayendo en ellas.
En Cuestione quisimos saber cómo se sienten las mujeres con sus maternidades, por lo que realizamos un sondeo en redes sociales en el que participaron 383 mujeres de distintos estados del país. El 80% de las mamás consultadas nos confesaron que la maternidad no fue “lo mejor que les pasó en la vida”, según las respuestas de 310 mujeres (de 383 consultadas) por este medio.
Una de las razones del desencanto con la maternidad nos la da otra respuesta del sondeo: ¿Cuánto tiempo del día te destinas solo a ti? 324 mujeres respondieron que sólo utilizan una hora o menos al día para sí mismas, mientras que 59 mujeres dijeron tener más de tres horas para ellas.
Esto tiene que ver con el cuidado y crianza de los hijos e hijas, que se supone que debería estar repartida con la pareja. Pero trabajadoras, amas de casa, estudiantes y empresarias nos respondieron que, a la hora de cuidar a sus hijos e hijas, solo una cuarta parte de las parejas colaboran (27.9%).
Casi la misma proporción de mujeres, unas 115 (o sea 30%), contestó que su mamá o alguien de su familia, le ayudaba cuidando de sus hijas o hijos, pero a dos de cada 10, nadie les ayuda.
Sin mucho apoyo para cuidar de sus hijos e hijas, llegan las renuncias a los trabajos o al desarrollo profesional. Las más de 300 mujeres madres consultadas tuvieron que renunciar a uno o a varios aspectos se sus vidas a cambio de ser mamás. Solo una contestó que no habían tenido que renunciar a nada porque se sentía apoyada por sus círculos cercanos.
Expectativa vs realidad ¿la maternidad es como la pintan?
Difícil, desgastante, preocupante, cansada y desconcertante, fueron algunas de las palabras más utilizadas por las mujeres consultadas para describir sus maternidades.
Sin embargo, la mayoría de las respuestas contrastaba con un “pero”. Es decir, “cansado, `pero´ hermoso, gratificante y lo mejor de la vida”. Otras respuestas mostraron un desencanto mayor, como “ingrata”, “una mierda” y “un dolor de ovarios”. Pero aún las opiniones más duras también mostraban un gran amor por sus hijos e hijas.
*Infografía realizada con las palabras más mencionadas en el sondeo.
Las ideas de resignación, abnegación y sacrificio que giran en torno a la maternidad en México no han cambiado desde la década de los 50. Con el tiempo las mujeres han ganado espacios en ámbitos laborales y sociales, dice la especialista.
Sin embargo, siguen ejerciendo “maternidades intensivas”, con la idea de cumplir con lo que se espera de ellas cuando se convierten en mamás, y encima, tienen que luchar por ganar espacios en la vida laboral, lo que se convierte en una labor extenuante, dice Cristina Palomar, investigadora del departamento de Estudios en Educación de la Universidad de Guadalajara.
En México, hay más de 32 millones de mujeres que son madres, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI). Pero las maneras de ser madre son tan diferentes como cada mujer. “El problema es que la sociedad sigue insistiendo en que todas deben ajustarse a un mismo estereotipo de maternidad”, añadió Palomar.
Las “buenas” y “malas” madres
“La sociedad coloca a las madres en un papel de supermujeres que deben cumplir con todo (trabajo, cuidado de la casa y de los hijos e hijas), y se ha dejado de ver a las mujeres como seres humanos capaces de cometer errores y aciertos, incluso de estar cansadas y hartas de ser madres, esta presión de encajar en el estereotipo (…) va en contra de la salud de las mujeres”, dijo Palomar.
En México, hay tantas mujeres como formas de cuidar a los hijos e hijas, y hacerlo en las mejores condiciones garantiza no solo el bienestar de las mujeres, sino de las niñas, niños y adolescentes.
