Los riesgos de comprar en internet pruebas para el COVID-19

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¿“Diagnóstico” en 30 minutos?

“Se venden pruebas covid”; “Busco pruebas rápidas para detectar coronavirus”; “Tengo 20 mil pruebas rápidas disponibles para entrega inmediata”. Ese tipo de mensajes se pueden leer en publicaciones de Facebook y Twitter. Los precios van desde los 750 hasta los 1,200 pesos cada una. 

Y no solo en las redes sociales. En la plataforma MercadoLibre también se venden las pruebas diagnóstico, con precios que van de 128 hasta 1,299 pesos; incluso se venden paquetes de 25 piezas por 29 mil pesos. 

El precio y la velocidad en los resultados pueden parecer atractivos si consideramos que las pruebas en clínicas y laboratorios cuestan entre tres mil y 10 mil pesos. Además, tardan unas tres horas en tomarse las muestras y dos a tres días para los resultados, según constató Cuestione

Sin embargo, también son menos confiables y podrían dar falsos negativos o positivos; es decir, que una persona que efectivamente tiene el virus no sea detectado, o bien, en aquellas que se basan en la detección de anticuerpos (las sustancias del cuerpo para combatir virus o bacterias) éstos sean encontrados una vez que la infección ya pasó, nos advierte Wendy Espinoza de Aquino, doctora en Ciencias Biológicas de la Universidad Autónoma de Querétaro. 

Existen dos tipos de pruebas rápidas: las que se hacen con una muestra de sangre y las que se obtienen de manera celular, con un hisopo que recoge la muestra en la garganta o nariz. En ambos casos, el resultado estará listo entre 10 y 30 minutos. Aunque es importante señalar que las pruebas que analizan anticuerpos no pueden detectar el virus en los primeros días, pues una persona tarda hasta una semana en generar anticuerpos. 

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¿Qué alegan los vendedores?

Algunos vendedores de pruebas rápidas aseguran que sus productos están certificados por el Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos (InDRE) y muestran un listado en el que supuestamente están aprobadas. Sin embargo, esa lista en realidad muestra las pruebas que se aplican en hospitales y laboratorios, no las rápidas, explica Espinoza de Aquino. 

Incluso, el InDRE publicó un comunicado en el que advierte que “las pruebas rápidas de IgG/IgM, para detección del SARS-CoV-2 no son aceptadas, por el momento, como método diagnóstico para la vigilancia epidemiológica”. 

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La Organización Mundial de la Salud (OMS) tampoco recomienda el uso de las pruebas rápidas, por la poca fiabilidad de los resultados que arrojan. 

En México, las pruebas que se aplican en hospitales y laboratorios son de tipo PCR (Reacción en Cadena de la Polimerasa), recomendadas por la OMS y por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), las cuales consisten en detectar directamente el material genético del virus en muestras de pacientes. 

Para realizar la prueba PCR “te toman un raspado de la boca y nariz con un hisopo grande, que obtiene células de tu cuerpo, en donde vive el virus. Después se procesa para extraer el material genético del virus y amplificarlo de tal manera que lo puedan ver, es mucho más precisa”, comenta Wendy Espinoza. 

Las pruebas que usan anticuerpos podrían ser útiles al final de la epidemia, sugiere la especialista, para así ver cuántas personas estuvieron infectadas sin saberlo y conocer qué tanto se propagó el virus. Por ahora, ante el temor de estar infectado, es mejor recurrir a las pruebas en hospitales y laboratorios.

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