Masacre a los LeBarón, una familia polémica con amplias raíces en EU

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Las imágenes de una camioneta calcinada anunciaron la noticia: el lunes 4 de noviembre, un grupo armado le disparó y luego le prendió fuego a tres mujeres y seis niños de la familia LeBarón mientras manejaban por una carretera entre Chihuahua y Sonora. 

De esta escena de horror, otros seis niños sobrevivieron porque lograron ocultarse entre los arbustos tras caminar durante seis horas evitando las balas. Los detalles de los hechos los dieron a conocer Alejandro y Julián LeBarón quienes, entre el dolor y la impotencia,  explicaron que los 15 integrantes de su familia salieron de la comunidad de La Mora Bavispe, Sonora, para llegar a Tucson, Arizona, a bordo de tres camionetas.

Las primeras declaraciones oficiales sobre la masacre se hicieron hasta el siguiente día.

Alfonso Durazo, secretario de Seguridad Pública, dijo en conferencia mañanera que todo pudo ser una equivocación en la que la familia se quedó atrapada en medio del fuego cruzado entre grupos criminales. 

Más tarde, César Augusto Peniche, fiscal de Chihuahua, dijo que los responsables de la masacre son “Los Jaguares”, una subdivisión del Cártel de Sinaloa que pelea por el control de la frontera entre Sonora y Chihuahua —contra los Cárteles de Sinaloa, Nueva Línea, Los Salazar y el Nueva Generación—. 

Hasta el momento no hay una versión oficial de lo que pasó. 

Pero, ¿quiénes son los LeBarón?

La primera migración de mormones de Estados Unidos a México fue en 1875. El motivo fue huir del gobierno estadounidense que les prohibía la poligamia. 

En México, la iglesia fundamentalista polígama fue fundada como la Iglesia del Primer Nacido por Joel LeBarón, originario de Utah. En 1972, su hermano Ervil creó su propia Iglesia del Cordero de Dios y mandó a asesinar a Joel. 

En 1980, Ervil fue sentenciado en Utah por ordenar la muerte de 30 mormones y la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días excomulgó a la familia LeBarón por practicar la poligamia. 

Antes de ser sentenciado, Ervil usó a todos los miembros de su familia como asesinos. Les llamaban los Manson Mormones y su filosofía era disparar al que se acercara y lo justificaba mediante el derecho mormón de Expiación de Sangre: derecho a matar en nombre de Dios. 

La turbia historia de Ervil marcó a la familia, así que cuando los LeBarón tuvieron que enfrentarse al narco por territorio y poder, ya tenían una especie de entrenamiento para detectar amenazas.

De capo a capo

Al tener colonias visiblemente prósperas e influyentes, los LeBarón han sido blanco constante del crimen organizado desde hace décadas. 

Pero la tragedia familiar más mediática empezó en mayo de 2009, cuando Érick LeBarón, de 16 años, fue secuestrado. Sus captores exigieron un rescate de un millón de dólares, del que se supone, no se pagó ni un centavo porque su hermano mayor, Benjamín, inició una campaña pública para que las autoridades lo rescataran. Y así fue, una semana después del secuestro, Érick fue liberado. 

Pero el gusto duró poco a la familia. Tras el fracaso del secuestro, José ‘El Rikin’ Escajeda, un capo del Cártel de Juárez, le puso precio a la cabeza de Benjamín. Dos meses después, un grupo armado entró a su casa, se lo llevó y lo mató a él y a su cuñado Luis, de un tiro en la cabeza. 

Activismo armado

El asesinato de Benjamín y Luis fue lo que motivó que Julián LeBarón, el más famoso de los hermanos, saltara a la escena pública como activista en contra del secuestro en Chihuahua. Y su activismo no se ha tratado sólo de eventos o actos políticos públicos, sino de episodios frecuentes de violencia. Así que los LeBarón han adoptado y desarrollado tácticas militares. 

Puestos de control, barricadas y torres de vigilancia para protegerse del narco son prácticas de defensa y ataque comunes entre la familia. 

Según ‘The Mexican Mormon War’, un documental de Vice, ellos usan las mismas técnicas antiterroristas que los militares estadounidenses en Iraq o Afganistán. Incluso otro de los LeBarónAlejandro, exdiputado por el PRI en Chihuahua, no tiene problema en admitir que la familia sí posee armas de alto calibre para defenderse.

Y en otros conflictos familiares se ha visto el arsenal. En abril de 2018, 500 ejidatarios de El Barzón fueron recibidos a balazos por los LeBarón cuando intentaron destruir unos 15 pozos que la familia de mormones construyó en su rancho La Mojina, en Chihuahua.

La pelea terminó con heridos, camionetas apedreadas y denuncias federales y estatales contra Jaime y Alejandro LeBarón, a quienes acusaron de aprovecharse de sus cargos públicos para tener el uso exclusivo del agua, que le pertenece a todo el municipio.

¿Y Trump qué?

Ya que los LeBarón tienen doble nacionalidad, Donald Trump no desperdició la oportunidad de llamar a la guerra contra el narco y le ofreció a Andrés Manuel López Obrador su apoyo para intervenir. El presidente declinó la oferta igual que la familia de las víctimas. 

“¿Quiere ayudar? Céntrese en reducir el consumo de drogas en EEUU. ¿Desea ayudar un poco más? Evite que que la ATF y la Ley de Armas inyecten sistemáticamente armas de alta potencia a México… Por favor, ayude.”

Además, no hay que olvidar que en Chihuahua hay una colonia mormona vecina de los LeBarón que pertenece a la familia de Mitt Romney, excandidato a la presidencia de Estados Unidos e influyente senador republicano. 

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