Para los damnificados del Multifamiliar Tlalpan esta será la segunda Navidad fuera de su hogar. En diciembre de 2017 recién habían perdido sus casas con el sismo del 19 de septiembre, y este año, a 15 meses del temblor, aún viven en un campamento improvisado: en donde antes era una cancha de juegos con resbaladillas, ahora es su hogar.
Aquí, en las 16 casas de madera y lámina que el gobierno capitalino instaló de forma temporal en las canchas, habitan aún 13 familias, pues a diferencia de sus demás vecinos, ellos no tuvieron a donde ir.
Entre tendederos improvisados y casas de campaña que resguardan su ropa y algunos objetos que pudieron recuperar, los vecinos se las arreglan para llevar el día a día.
Aunque la esperanza de ver sus casas de nuevo se va congelando con el frío de los días, su espíritu navideño, no. En medio del campamento pusieron un arbolito de navidad, y en los techos de sus casas cuelgan algunas luces LED de colores.
Los 10 menores (de entre seis y 15 años de edad) que viven en el campamento, esperan que llegue Santa Claus y los Reyes Magos, como cualquier otro niño.
Foto: Cristopher Rogel Blanquet
Los peores días han sido los últimos, las bajas temperaturas (de hasta 5 grados Centígrados) que se han registrado por el último frente frío, obligan a usar hasta doble chamarra, dormir con ropa térmica (que les han donado) y a aumentar las dosis de café caliente por la mañana, aunque aquí no haya estufas ni cafeteras.
El miércoles próximo se colocará la primera piedra de reconstrucción del Edificio 1C, que alojaba a unas 40 familias. Con el sismo murieron nueve personas en este inmueble, cuando se derrumbó por completo. En total, el Multifamiliar Tlalpan contaba con 10 edificios, los nueve restantes quedaron inhabitables.
Luz María Díaz tiene 48 años y vivía en el departamento 41, del edificio 2A, cuenta que han tenido que hacer de todo para poder llevar su día a día. En la zona, en donde viven unas 35 personas, apenas se están construyendo los baños. Antes, los vecinos construyeron unos temporales y después el gobierno les llevó portátiles plástico.
Lejos están de tener una cena navideña ostentosa con bacalao o pavo. “La gente y las organizaciones nos va a hacer una cena navideña el 22 y el 23, el 24 aún no sabemos qué haremos, muchos se van con sus familias, los demás nos quedaremos aquí”, dice Luz María.
Foto: Cristopher Rogel Blanquet
Nicteja Brito, de 38 años y dos hijos, dice no estar enterada de lo que el gobierno hace con el reforzamiento y reconstrucción del Multifamiliar, “me enfoco a vivir y a atender a mi esposo y a mis hijos, tratamos que nuestra vida sea normal en este albergue, tenemos que vivir como si estuviéramos en nuestro departamento, el único problema es a la hora de bañarnos porque no tenemos ni drenaje”.
Otro vecino, Alfonso Torres, cuenta que ya no ve fecha para volver a su casa, “primero nos dijeron que en 10 meses, luego que en nueve, nos hemos ido acostumbrando poco a poco a esta vida”. Alfonso tiene 50 años.
“En la noche es cuando más nos pega el frío, por eso pedimos que no se olviden de nosotros porque aún necesitamos apoyo”, dice Alfonso.
Pero más allá de pedir ponche, regalos de navidad o una cena navideña, en las canchas del Multifamiliar aún están colgadas las listas de las cosas que necesitan: leche, agua, papel de baño, cereal platos, cobijas y un letrero que dice “no nos olviden”.
