En México también tiene presencia
El 31 de mayo el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, dio a conocer en Twitter al nuevo enemigo de su gobierno: Antifa, movimiento al cual advirtió que catalogaría como organización terrorista.
De hacerlo, Trump y las autoridades estadounidenses podrían señalar a los “miembros” o “colaboradores” de una supuesta organización y acusarlos de “terrorismo”. Los “integrantes” de la organización catalogada así podrían ser ser deportados y sus activos y transacciones podrían ser bloqueados por autoridades financieras en EU.
Pero Trump se va a encontrar con un problema al tratar de ubicar a su llamado nuevo adversario porque el Antifa, o movimientos Antifa, no son una congregación, organización o institución que cuente con miembros afiliados. Ni en Estados Unidos, ni en el mundo.
Si no es una organización, entonces ¿qué es Antifa?
Es un conjunto de ideas y políticas que aplican grupos de personas que son autónomos y descentralizados.
“Antifa no es un grupo autoritario, como ha afirmado Trump, es un tipo de política que se estructura a través de distintos círculos, autónomos y descentralizados, de los que existe un número indefinido no sólo en Estados Unidos y Europa, sino también en otras partes del mundo”, dijo Mark Bray, autor de “Antifa: el manual antifascista”, a El País.
Su aparición, de acuerdo con Maximilian Álvarez, doctor en filosofía por la Universidad de Michigan en 2018, no es sorpresiva, ya que uno de sus fundamentos es reaccionar ante las oleadas de extremismo de derecha que se dan en las naciones, provocados en su mayoría por crisis, desde financieras, sociales y hasta políticas.
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Durante las conferencias de la Red Antifascista de Universidades en Estados Unidos, Álvarez retomó a Geoff Eley, historiador del nazismo, quien advierte el origen de los movimientos Antifa:
“Mentalidades defensivas, conjuntos de políticas organizadas con base en la ansiedad y la cerrazón como paradigma social emergente, son los factores que motivan progresivamente las tendencias autoritarias y violentas de los gobiernos contemporáneos. Si combinamos todo eso, podrá producirse el tipo de crisis que fragüe una política similar al fascismo”.
¿Qué busca el movimiento Antifa?
Antifa se volvió objetivo de Donald Trump luego de las manifestaciones y enfrentamientos provocados por el asesinato de George Floyd en Minnesota, Estados Unidos a manos de policías, lo que también hizo que la discriminación racial y la brutalidad policial volvieran a ser discutidos en ese país.
Las manifestaciones se convirtieron en protestas violentas, por lo que las autoridades en varios estados implementaron el toque de queda y las confrontaciones entre cuerpos armados y antifascistas aumentaron.
Para cuando Trump publicó en sus redes sociales su deseo de clasificar al movimiento antifascista como terrorista, ya se habían acumulado nueve días de conflictos en las calles.
“La Antifa es un movimiento que es obviamente de corte antifascista que utiliza la protesta violenta para expresar su inconformidad. Tiene muchos años y es un grupo que ha jugado un papel importante, se deriva de un intento de acabar con el capitalismo y tiene como objetivo principal ir en contra la supremacía blanca”, dijo Pía Taracena, doctora en historia y especialista en medios internacionales, en entrevista con Cuestione.
La entrevistada explica que después del fascismo en Italia durante el gobierno de Benito Mussolini y de su versión nacionalista, con el nazismo de Adolfo Hitler en Alemania, estas corrientes políticas tuvieron un resurgimiento en los últimos 20 o 30 años, lo que explica el nacimiento de estos movimientos que buscan “defenderse” ante estas ideologías.
¿Hay Antifa en México?
Después del asesinato de George Floyd, México tuvo su propio caso de brutalidad policial, cuyo video también fue difundido en redes sociales.
Giovanni López, originario de Jalisco, fue detenido por la policía el 4 de mayo, por no portar cubrebocas, una medida obligatoria en dicho estado, frente a la contingencia sanitaria.
Un día después de su detención, sus familiares fueron informados que el estado de salud de Giovanni López era grave, debido a que “se les había pasado la mano” a los policías que hicieron la detención. Finalmente, los forenses de la policía de Ixtlahuacán en Guadalajara, entregaron el cuerpo sin vida de Giovanni.
Un mes después del asesinato, no había respuestas sobre dicho abuso hasta la pulicación del video de su detención en redes sociales. Esto provocó una serie de protestas que se tornaron violentas en Jalisco, en donde hasta el 5 de junio habían detenido a 37 personas.
Otro caso de brutalidad policial fue captado en Tijuana, Baja California, un mes antes de lo ocurrido con George Floyd, y el contexto (y las redes sociales), lo retomaron, provocando movilizaciones en aquella ciudad. El video publicado capta cómo un policía asfixia a un detenido hasta matarlo.
“En las manifestaciones de México también podemos ver Antifa, las pintas en distintos muros, tanto en Jalisco como en la Ciudad de México delatan una influencia externa, como cuando escriben ‘abajo la burguesía blanca’, en México no hablamos de blancos, por lo menos no con esas expresiones”, detalló Pía Taracena.
La especialista destaca que si bien Antifa es un movimiento sin reglas del todo escritas en contra del fascismo, el racismo y sus consecuencias, también son una fuerza antisistema.
Durante las protestas en la Ciudad de México ocurrió un evento de brutalidad policial: la agresión a una menor de edad el 5 de junio. Melanie, que formaba parte de una manifestación por lo ocurrido con Giovanny López y George Floyd, fue pateada en la cabeza por elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC).
La agresión también fue grabada y hecha pública. Esto provocó que Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno, emitiera un mensaje rechazando el abuso policial en la CDMX:
La presencia de Antifa y sus partidarios en manifestaciones en el país no es nueva. El 8 de marzo de 2020, durante las manifestaciones feministas y en contra de los feminicidios en México, la presencia de grupos Antifa tomó relevancia al ser parte de las manifestaciones más agresivas y más identificadas en las marchas.
Al respecto, Mark Bray dice que el Antifa contemporáneo no se explica sin la influencia e impulso del feminismo debido a la reacción de los gobiernos a las políticas de género:
“El feminismo puede ser un núcleo de resistencia. A veces acompañado con el término antifascista o sin él”.
Pía Taracena concluye que Antifa es una consecuencia del autoritarismo en las naciones, y que es necesario, debido a que hacen más visibles las consecuencias de las políticas extremistas; sin embargo, las protestas de choque de sus simpatizantes provocan respuestas más violentas por parte de sus opositores.
¿Crees que la presencia de Antifa ayude a la causa de las manifestaciones que se realizan en el país?
