¿Qué tiene que ver la libertad económica con los derechos humanos?

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Las personas somos libres e iguales en dignidad y derechos. En una sociedad económicamente libre los individuos pueden trabajar, producir, consumir e invertir en la forma que lo deseen. Al igual que los derechos humanos, la libertad económica es el derecho fundamental de toda persona a controlar su propio trabajo y propiedad.

La Declaración Universal de Derechos Humanos (DUDH) establece como ideal común que las naciones deben esforzarse para que individuos e instituciones promuevan, mediante la enseñanza y la educación, el respeto a estos derechos y libertades.

En su Artículo 22 menciona que todo individuo, al ser parte de la sociedad, tiene derechos. En este sentido, según los recursos de cada Nación, los individuos podrán “satisfacer los derechos económicos, sociales y culturales, indispensables a su dignidad y al libre desarrollo de su personalidad”.

En 1948, la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó la Declaración Universal, además se establecieron los derechos civiles, culturales, políticos, sociales y económicos fundamentales de los que deben disfrutar todas las personas.

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Para The Heritage Foundation, en las sociedades económicamente libres, los gobiernos permiten que el trabajo, el capital y los bienes se muevan libremente, y se abstienen de la coerción o la restricción de la libertad más allá del alcance necesario para proteger y mantener la libertad misma.

Además, los beneficios que conlleva la libertad económica se traducen en objetivos sociales y económicos positivos, como la democracia y la eliminación de la pobreza.

En México, ¿qué tanta libertad económica hay?

En el año 1995, la Fundación Heritage y The Wall Street Journal crearon el Índice de Libertad Económica, el cual está basado en “La riqueza de las naciones” de Adam Smith, y que nos permite medir la libertades de los países económicamente.

Datos publicados por El Economista, indican que desde 1995 a 2018, México ha oscilado entre una economía prácticamente cerrada y una moderadamente abierta al libre mercado. 

El tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) permitió a México ubicarse en el ranking del Índice de Libertad Económica de 1995 con un 63.1% y una economía moderadamente abierta al libre comercio. 

Dos años después (1997) y siguiendo una tendencia global, el país se ubicó con la calificación más baja, alcanzando un 57.1%, con una economía prácticamente cerrada a la economía de mercado y que coincidió con el promedio del Estado de las libertades económicas en el mundo.

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Actualmente, México ocupa el lugar 66 entre 180 países evaluados, y de toda América Latina sólo Chile está entre los primeros 35 lugares, ocupando el sitio 18, adelante de México se encuentran Perú en el 45, Colombia en el 49, Costa Rica en el lugar 61, y de los más alejados está Bolivia en el lugar 173 y Brasil en el 150.

¿Qué necesitará México para aumentar su libertad económica y lograr mayor prosperidad de la ciudadanía?

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