Secuestros, robos, asesinatos: la violenta realidad de migrantes que buscan asilo en EU

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“Tengo miedo de que me vaya a tocar una bala perdida. El otro día cayó una, como a un metro de mi cabecera. Ya bajé mi colchón. Casi no puedo dormir. Las balaceras te despiertan”; así vive José Moreno, un migrante, en Nuevo Laredo, Tamaulipas, esperando que en su próxima cita (la cuarta) le concedan el asilo en Estados Unidos.

José salió de Guatemala el 21 de febrero de 2018, huyendo de amenazas y persecuciones del crimen organizado. Está por cumplir dos años fuera de su país y solo espera tener “estabilidad, seguridad y estudio”, lo que le pidió al juez de EU.

Para llegar a la Ciudad de México tardó seis días (desde su casa en Guatemala) que “fueron una eternidad para mi” porque sufrió de robo en dos ocasiones “la primera vez fueron policías municipales y la segunda, federales”; tuvo que caminar sin zapatos de Villahermosa a Cárdenas, Tabasco, “llegué con los pies ensangrentados”, mencionó en entrevista para Cuestione.

Después de trabajar unos meses en la capital del país, José viajó hacia Nuevo Laredo pasando por 14 puestos de registro (donde te identificas y te preguntan a dónde vas) estatales, federales, marinos y “también unos malos”, refiriéndose al crimen organizado.

José llegó con bien a Nuevo Laredo gracias a la estrategia que utilizó en su camino, la cual prefirió reservarse para no dar pistas a los delincuentes y para que sus compatriotas puedan llegar con vida hasta donde está él.

“En uno de los albergues (donde esperan a que les den cita en Estados Unidos para exponer su caso) un señor que ni se podía sentar, me dijo que lo habían secuestrado y lo habían tableado (golpeado con una tabla) porque su familia no mandaba dinero y que a su hijo lo habían cacheteado hasta sangrarlo”, recordó José.

Moreno también mencionó que “a los migrantes les cobran seis mil dólares o si no, los tablean, los matan, los descuartizan, les echan ácido, los disuelven o los tiran al río” y agregó “aquí está prohibido hablar, sacar fotos, todo está controlado”.

José confiesa que ha querido rendirse de una vez y no esperar más la respuesta de Estados Unidos, “no puedo estar así, no salgo ni a la esquina”. 

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José es parte de las 51 mil 407 personas que solicitaron asilo a EU entre el 29 de enero y el 15 de octubre de 2019 bajo la acción “Protocolos de Protección al Migrante” (MPP por sus siglas en inglés), de acuerdo a cifras del Instituto para las Mujeres en la Migración (IMUMI). 

¿Qué es la MPP?

La acción MPP, impuesta por el presidente de EU, Donald Trump, también es conocida como “Quédate en México”, la cual permite que los solicitantes de asilo que entran a Estados Unidos desde México sean devueltos a territorio mexicano mientras avanza su proceso de solicitud. 

“México les proporcionará todas las protecciones humanitarias apropiadas durante la duración de su estadía”, se lee en la página del Departamento de Seguridad Nacional de EU, pero eso no está ocurriendo.

“México dice que esas personas tendrán papeles (visas humanitarias) para poder trabajar, para vivir en México, pero eso no está pasando, están fallando en sus promesas”, aseguró en conferencia de prensa Madeleine Penman, investigadora de Amnistía Internacional.

¿Cómo comprobarlo?

Es difícil que denuncien porque tienen miedo, “son personas que huyen de violencia sexual, física, extorsión y, después de un camino tan difícil para llegar, tienen que soportar un sistema que no les garantiza derechos”, mencionó Penman.

Se tienen contabilizadas 70 publicaciones (de septiembre a octubre de 2019) que reportan secuestro de personas solicitantes de protección internacional en la frontera norte de México en las que se detectaron 480 secuestros, de acuerdo al IMUMI.

Los secuestros se registraron en Tamaulipas (49%), Baja California  (35%) y Chihuahua  (11%), (el 4% restante no se tiene identificado). También se sabe que ocurrieron en la central de autobuses, en la calle, en carretera, saliendo de los módulos del Instituto Nacional de Migración (tras la devolución), saliendo del albergue o de un hotel…

Esta política deja a niños y sus familias y a personas que buscan asilo en EU en zonas muy violentas, sobre todo en Tamaulipas, a donde han sido devueltos 44% de los solicitantes, a pesar de que “el Departamento de Estados Unidos ha clasificado al estado con un riesgo nivel 4, el mismo que le dan a Afganistán, Irak, Siria, Somalia, Corea del Norte o Yemen”, se menciona en el reporte de la organización Human Rights First.

La mayoría de las personas (78%) que huyen de la violencia de sus países y que se han tenido que internar en territorio mexicano después de pedir asilo a EU son originarios de HondurasGuatemala o El Salvador.

Las organizaciones IMUMIAmnistía InternacionalCoalición Pro defensa del migrante, A.C. y Sin Fronteras, IAP afirmaron haber tenido acercamiento con las autoridades mexicanas para que se cancele el protocolo “Quédate en México”, pero por el momento no han tenido respuesta.

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