Suben homicidios pero bajan decomisos de droga

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¿Cómo va la guerra contra el narco?

De enero a marzo de este año aumentaron en 3% los asesinatos por arma de fuego, al sumar 6,351 en comparación con los 6,155 registrados en el mismo periodo de 2019, de acuerdo con cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.

También incrementaron 22% las carpetas de investigación por delitos de narcomenudeo en todo el país en comparación con el mismo periodo del año pasado, al pasar de unos 16 mil en 2019, a poco más de 20 mil en 2020. Lo que no aumentó fueron los decomisos de droga que realizó la Sedena.

La cantidad de droga que la Sedena le incauta al narco ha ido en descenso año con año. Así, mientras que en 2010, en plena guerra contra el narco, se decomisaron poco más de dos mil toneladas de estupefacientes, casi 10 años después, en 2019, se decomisaron 161 toneladas de enervantes: 92% menos, de acuerdo con una solicitud de información realizada por Cuestione a la Sedena.

Sonora, Baja California, Guerrero y Colima fueron los estados en los que se realizaron más decomisos de estupefacientes el año pasado. Estos estados cuentan con los 10 primeros lugares de los municipios más violentos, de acuerdo con una investigación previa realizada por este medio.

La droga que más aseguraron los elementos de la Sedena en los primeros tres meses de este año es la marihuana, con 54 toneladas decomisadas, 14 más que igual periodo del año pasado; sin embargo, decomisos de drogas como cocaína, metanfetamina y heroína tuvieron importantes descensos, de acuerdo con la solicitud realizada por este medio y datos la Sedena.

¿Se acabó la guerra contra el narco?

La baja en los decomisos de drogas podría explicarse por la concentración de elementos de la Sedena en el combate al huachicol al principio de este sexenio; luego, por la construcción de refinerías y del aeropuerto, las actividades de esta dependencia se han reorientado, “con lo que se afecta la capacidad para decomisar drogas”, dice Raúl Benítez Manaut, especialista del Centro de Investigaciones sobre América del Norte (CISAN), en entrevista con Cuestione.

Con la autorización para que el Ejército haga labores policiacas -para complementar los trabajos de la Guardia Nacional y así reducir la violencia, según el decreto del presidente Andrés Manuel López Obrador- se sumarían más actividades a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), lo que podría limitar su participación en el decomiso de drogas, según Armando Rodríguez, director del colectivo de Análisis de la Seguridad con Democracia (Casede).

Mientras tanto, el crimen organizado, que diversifica con velocidad sus estrategias, sigue ganando terreno en el país. Un ejemplo es la entrega de narco-despensas, con lo que los grupos delincuenciales ganan simpatizantes, explicó Rodríguez. Además, con el decreto del presidente Andrés Manuel López Obrador, “va a haber un reacomodo de una forma en la que se utilizará a las fuerzas armadas”. 

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Información incompleta

“No es muy clara la manera en la que se consigna la información de decomisos de drogas desde que se extinguió el Centro de Planeación, Análisis e Información para el Combate a la Delincuencia (Cenapi)”, según dijo Armando Rodríguez.

El Cenapi era uno de los organismos que concentraba la información de decomisos realizados por las autoridades del país, además de hacer los análisis de laboratorio para confirmar qué tipo de estupefacientes eran, pero en la actual administración pasó a formar parte de la Comisión Nacional de Búsqueda (CNB) y no están muy claras sus funciones, añadió Raúl Benítez.

Alejandro Hope, especialista en seguridad, explicó que la clasificación de drogas incautadas puede tomar meses, y que el ese retraso podría explicar la caída en incautaciones registradas.

En 2006, el expresidente Felipe Calderón declaró la guerra contra el narco, una guerra que ha dejado 250 mil muertos y 60 mil desaparecidos en los últimos años. Sin embargo, el presidente Andrés Manuel López Obrador, dio por concluida esta guerra a principios de este año. Más allá de los “abrazos y no balazos”, no está clara la manera en la que la actual administración piensa sacar las drogas de las calles. ¿Será que acabó la guerra dejando al narco en paz? 

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