Trabajadoras del hogar, vulneradas ante el COVID-19

Compartir:

“Me hacen sentir sucia, con prepotencia me ordena que me desinfecte. Cada que llego a la casa me piden que me lave los pies y las manos con cloro. Me dicen que yo los puedo contagiar porque vengo en camión y puedo traer la enfermedad a la casa. Pero yo siempre me baño, uso cubrebocas y salgo con gel antibacterial, no soy una persona sucia”, lamenta Magui Ramírez, trabajadora del hogar, a Cuestione.

Magui ha trabajado durante 12 años con la misma familia. En un día normal saldría de su casa, tomaría el camión y tardaría 25 minutos en llegar a su trabajo. Haría la comida, limpiaría la casa y se iría al atardecer. Sin embargo, la cuarentena por el COVID-19 cambió su rutina, estilo de vida y hasta su estado de ánimo. 

“Nuestro trabajo es a la vez muy triste. Nos ven como personas inferiores, como si no tuviéramos una vida propia. Quieren todo nuestro tiempo y toda nuestra atención, sin importar cómo nos sentimos o si tenemos familia que cuidar. Pero nuestro trabajo es igual que otros con derecho a que nos respeten y nos consideren un poco”, asegura Magui Ramírez. 

En México, 2.3 millones de personas trabajan como empleadas del hogar, de acuerdo con la Encuesta nacional de Ocupación y Empleo (ENOE). Sin embargo, sólo 17 mil han sido reconocidas por sus patrones ante el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), de acuerdo con La Jornada

Además, aún estando afiliadas -lo que les garantiza cobertura médica y ahorro para su retiro- siguen estando en desventaja, advierte María Isidro Llanos Moreno, secretaria general colegiada del Sindicato Nacional de Trabajadores y Trabajadoras del Hogar (Sinactraho), en entrevista con Cuestione: “a muy pocas compañeras las están mandando a descansar con un salario, son contadas”.

Despidos injustificados

Las trabajadoras del hogar están siendo despedidas, en su mayoría les están diciendo que se vayan a sus casas y que ellos después les llaman. Las engañan con que su trabajo está garantizado cuando todo esto termine, pero no les están pagando. Hay a otras compañeras a las que directamente les dicen que las despiden porque ya no tienen dinero para pagarles y que el gobierno las va a apoyar”, comenta María Isidro.

Guadalupe García, también trabajadora del hogar, fue despedida por su empleador, quien le dijo que no debía ir a trabajar para evitar el contagio de COVID-19, pero que no le pagaría los días que se iba a “descansar”. Guadalupe le respondió que ella vive al día y necesitaba el dinero para pagar la renta del lugar donde vive con su hija y su esposo. Sin embargo, su jefe le respondió que sólo podía “ayudarla” adelantandole una semana de sueldo. 

Se estima que en México se habrán perdido 346,878 empleos –del 13 de marzo a la fecha– por la emergencia sanitaria COVID-19, de acuerdo con el IMSS, aunque se desconoce cuántos de esos corresponden a las trabajadoras del hogar. 

“Los empresarios dicen que los están afectando mucho, pero en todo esto nosotras somos las más vulnerables. Ellos tienen dinero para sobrevivir durante el tiempo que esto dure, pero nosotras vivimos al día y cuando todo esto termine seguiremos siendo las que más pierdan”, dice Guadalupe, con tono de preocupación, a Cuestione.

Entre los casos que le ha tocado atender a María Isidro, como líder de trabajadoras del hogar, cuenta: “A las que son (empleadas) de planta les están diciendo que no se van a ir a su pueblo o a ver a sus familias, que se van a quedar porque requieren que estén aquí. Los empleadores les piden que no salgan de casa porque al regresar pueden contagiarlos, sin embargo, no se ponen a pensar que ellos mismos pueden contagiar a sus empleadas, pues, algunos de ellos viajan o tienen familiares que lo hacen y van de visita”. 

“Nos encontramos en un momento crítico, ya sea por los despidos, por la carga extra de trabajo o por a reducción de sueldo, les dicen que vengan menos días pero también les pagan menos”, dice María Isidro.

Se enfrentan a la falta de contratos y a la desinformación

“No cuentan con un contrato o un salario por escrito, nada que las respalde, por eso ellos se aprovechan y las despiden sin pagarles indemnización”, nos explica. En el país, 98% de las personas trabajadoras del hogar no cuenta con un contrato y sólo 12% tiene alguna prestación laboral, de acuerdo con el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred).

Además del peligro de ser despedidas sin ser indemnizadas, también se enfrentan a la falta de información, “muchas de ellas no tienen redes sociales, se les complica contactar al sindicato. Llamarnos por teléfono era la forma más fácil de contactarnos, pero como ahora por la contingencia trabajamos desde casa, sólo nos enteramos de más casos porque alguna conocida suya nos cuenta”, comparte María Isidro. 

El Conapred ha pedido a los empleadores que garanticen la salud de las trabajadoras del hogar durante la cuarentena, evitando que tengan que trasladarse para llegar a sus trabajos e inscribiéndolas al Seguro Social, así como pagándoles salario completo y evitando despidos. 

Las trabajadoras del hogar son un sector vulnerable que sufre por la falta de contratos, la falta de prestaciones, despidos injustificados sin indemnización, entre otras cosas. Con la contingencia por COVID-19 también se enfrentan a una sobrecarga de trabajo y emocional. Es por eso el Sindicato Nacional de Trabajadores y Trabajadoras del Hogar hacen una invitación a “concientizar a los empleadores para que inscriban a las compañeras a la seguridad social”, declara María Isidro. 

SUSCRÍBETE A NUESTRO NEWSLETTER

Recibe las noticias más relevantes de México cada mañana, inicia tu día informado.