Universidades mexicanas, sin protocolos en caso de asesinatos

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Y van más de 10 muertes…

Al menos 10 casos de muertes o asesinatos de estudiantes dentro de sus instalaciones ya enfrentaron las principales universidades públicas, privadas y estatales. En varios persisten dudas sobre si se actuó con negligencia o no.

El más reciente es el caso de la estudiante del CCH Oriente, Aideé Mendoza Jerónimo, quien murió tras recibir un disparo en clase de matemáticas, persisten dudas sobre si la  Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México debería fincar responsabilidades contra el personal del centro educativo.

¿Hubo negligencia en la actuación del personal? Es la pregunta que deberían responder las autoridades capitalinas, ¿cómo saber eso? La respuesta está en el protocolo de actuación para estos casos. Pero…. ¿hay un protocolo para casos de muerte y homicidios dentro de las universidades?

La importancia de los protocolos

Deben existir protocolos de actuación o de seguridad; sin embargo, en el caso de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), sólo son públicos los que tienen que ver con emergencias médicas, sismos, o eventos naturales. Sus protocolos de seguridad, que implican a la Secretaría de Seguridad Ciudadana, están clasificados.

A exigencia de las alumnas, la UNAM también realizó en 2016 un Protocolo para la Atención de casos de Violencia y Género, pero no explica cómo actuar en emergencia por violencia extrema contra una alumna, como ya ocurrió hace un año en el caso de Lesvy Osorio.

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Por su parte, el Instituto Politécnico Nacional (IPN) tiene un protocolo de actuación que incluye casos de grupos o personas armadas; y la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) tiene manuales para sismo, incendio y hasta bombas, pero en lo referente a asesinatos o muertes dentro de sus instalaciones sus manuales no son públicos.

Eso sí, tiene un protocolo para la atención de víctimas de violencia que indica valorar cada caso, identificar el tipo de atención que necesita la víctima y canalizarla de inmediato, pero no dice quién hará eso ni si aplica en violencia extrema, como sería el caso de un feminicidio o un asesinato al interior de sus instalaciones.

¿Y los usan?

Al menos tres de las principales universidades públicas del país y una privada en la Ciudad de México ya han enfrentado muertes o asesinatos dentro de sus instalaciones. Te contamos cómo los resolvieron.

La UNAM: Esta casa de estudios catalogada como una de las mejores de América Latina tiene en su lista más de un homicidio, la mayoría ocurrieron al interior de Ciudad Universitaria, su recinto principal.

Además del caso de Aideé, está la muerte del estudiante Víctor Manuel Orihuela a quien el personal universitario encontró cerca de la Facultad de Filosofía y Letras en junio de 2018.

La universidad emitió un comunicado al día siguiente para explicar que había muerto por una caída, pero la familia rechazó esta versión porque el cuerpo tenía marcas de haber recibido una fuerte golpiza y la casa de estudios no les dio más información al respecto.

Lo extraño es que la UNAM ofreció esta misma explicación (una caída) en el caso de otro estudiante, en 2012, cuyo cuerpo fue encontrado en la Biblioteca Central, según documentó El Universal. ¿Será que el protocolo es fingir muerte accidental y suicidios?

La UAM: En esta universidad sólo hubo dos casos públicos de estudiantes y un profesor asesinados cerca de la escuela: el de un profesor (en 2010), afuera del plantel Iztapalapa, donde fue robado y asesinado; y el de dos estudiantes que fueron asesinados el 18 de diciembre del 2018 en “un espacio” en Avenida Tláhuac y las Torres, cerca de la UAM Xochimilco.

En ambas tragedias, las autoridades universitarias emitieron comunicados para informar que colaboraron con las autoridades capitalinas; y en el caso de los jóvenes, incluso solicitaron donadores de sangre. Acá no hubo versiones encontradas de las y los estudiantes.

El IPN: El pasado 21 de marzo, una joven murió (no se explicó la causa) al interior de las instalaciones del IPN. En un comunicado, el Consejo estudiantil de la institución dijo que la autoridad universitaria activó los protocolos correspondientes y actuó con base en ellos: se solicitaron diversos servicios de emergencia internos y externos; se dio aviso a la Secretaría General y a la Abogada General de la escuela, y se informó a la Policía Bancaria Institucional.

También señalaron que avisaron a la mamá de la joven, quien estuvo presente cuando se ofrecieron los primeros auxilios a la estudiante pero en redes sociales, las y los alumnos desmintieron la versión y pusieron en duda que Protección Civil haya siquiera estado en el momento de los hechos.

Hoy nos toca hacer un comunicado que nos rompe el corazón, nos llena de tristeza pero sobre todo de coraje, como ya…

Posted by Comunidad EST on Tuesday, March 19, 2019

Días después, el 3 de mayo, otra alumna fue baleada en un asalto, en las inmediaciones del plantel de La Raza. La institución informó que de inmediato se activaron los protocolos de protección a la comunidad, brindaron servicios médicos y hasta la secretaria general del IPN, Nelly Campos, fue a dar una plática al alumnado sobre seguridad comunitaria.

La UVM: Según Excélsior y Radio Fórmula, en 2016 Liliana Carolina, de preparatoria, cayó desde un tercer piso en el campus Tlalpan. La familia dijo a esos medios que personal de la UVM “aventó” a la joven una sábana cuando seguía viva y luego vaciaron la escuela.

Los primeros en llegar fueron los servicios médicos de esa universidad, quienes contactaron con la familia para mencionarles que se encontraba estable y que estaban por llamar a los servicios de emergencia. La joven llegó al hospital 50 minutos después de la caída, aunque la escuela estaba a 10 minutos. Liliana finalmente murió.

UAZ: Esto también pasa en los estados. Por ejemplo, en la Universidad Autónoma de Zacatecas recién el pasado 10 de abril, un hombre asesinó a balazos a la estudiante Nayeli Noemi, quien además traía escoltas por las amenazas que había recibido del asesino.

La agresión ocurrió dentro de la universidad y enfrente de la comunidad, entre quienes, según Milenio, estaba hasta el Fiscal del estado que da clases ahí. La alumna murió en las Unidades Médicas y el atacante huyó tras colarse entre el resto de estudiantes, quienes después del hecho exigieron al rector, Antonio Guzmán Fernández, protocolos de seguridad para prevenir este tipo de casos.

¿Y ahora?

El gobierno de la Ciudad de México presentó el 30 de abril el programa Sendero Seguro con el que habrá más policías y mejoramiento urbano, pero sólo es para 53 escuelas de la UNAM y del IPN.

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