Por: Verónica Martínez y Omar González
El presidente Andrés Manuel López Obrador “vislumbró” la crisis que se le venía a México el 22 de marzo en una gira por Oaxaca.
“Si no nos pega mucho la crisis económica que se está avizorando y sintiendo ya por el coronavirus, por la caída en el precio del petróleo… vamos a ver cómo nos va al enfrentar la crisis económica”, reconoció AMLO.
¿Crisis? Sí. Como antecedente: el precio del petróleo había caído por cuarta semana consecutiva. Datos de la agencia, Reuters con sede en Reino Unido, señalan que la mezcla mexicana de exportación perdió el 20 de marzo 1.92 dólares y se vendió a 15.78 dólares el barril.
Para el 22 de marzo, el precio del dólar rondaba los 24.77 pesos. El panorama obligaba a tomar medidas, pero…
¿Cómo enfrentar este panorama?
Ese mismo día, Jesús Ramírez Cuevas, vocero de Presidencia utilizó su cuenta de Twitter para enumerar las medidas que el gobierno tomaría ante la contingencia sanitaria por la pandemia de COVID-19, advirtiendo que se haría cuidando la economía popular.
“No aumentarán los precios de las gasolinas, la luz o el gas. No aumentaremos impuestos. La pensión para adultos mayores se adelanta un bimestre y mantendremos todos los programas sociales”, enunció Ramírez Cuevas.
¿Y las cifras?
Casi cinco horas después del primer tuit, el vocero presumió sus habilidades como estadista. Planteó un ingreso fijo para incentivar el consumo y activar la economía.
“Un Fondo de Estabilización de Ingresos Presupuestarios por 158 mil mdp. Coberturas petroleras para blindar los ingresos del petróleo. Líneas de crédito a nivel internacional por 69 mil mdd”.
Y si hacía falta más…
“Contamos con reservas internacionales por 185 mil mdp. 447 mil mdp para garantizar programas sociales y salud durante todo 2020, cuidando a los más vulnerables”, agregó Ramírez Cuevas.
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Se le chispoteó al vocero
Parece que muchos números complicaron a Jesús Ramírez, el Banco de México (Banxico) informó que el saldo de las reservas internacionales al pasado 20 de marzo se ubicó en 184 mil 174 millones de dólares, lo que significó una reducción semanal de 445 millones. Dólares, no pesos, como compartió el vocero presidencial.
Ahora, ¿se puede hacer uso de este recurso?
“Los casi 185 mil millones de dólares se tienen, pero están bajo resguardo de Banxico y, por ser una entidad autónoma, éste precisará el momento y cómo utilizarlas”, dijo a Cuestione, Ignacio Martínez, coordinador del laboratorio de análisis en comercio, economía y negocios de la Universidad Autónoma de México (UNAM).
Recordó el también profesor del centro de relaciones internacionales de la UNAM, que la semana pasada Banxico decidió junto con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) “ampliar la cobertura cambiaria de 20 a 30 mil millones de dólares, haciendo uso de esas reservas”.
¿Qué hay de los 447 mil mdp para programas sociales y salud?
“Los 447 mil mdp es el gasto presupuestado. Lo que hizo es adelantar el recursos. Esto se ha recaudado a raíz del cobro de impuestos; de ahí la renuencia del Presidente a eliminar la recaudación”, señaló Ignacio Martínez.
Lo que Ramírez Cuevas no detalló es que se usaría una parte de esa cantidad, por esta razón el titular de Hacienda, Arturo Herrera Gutiérrez, dio a conocer el martes 24 de marzo que, como parte de estas medidas, se destinarán 25 mil millones de pesos a los estados para atender el COVID-19.
“En los próximos días haremos una transferencia de 10 mil millones de pesos. Sería un total de 25 mil mdp, sin contar alrededor de cuatro mil 500 millones de pesos que el Insabi puso para compra de medicamentos”, indicó Herrera Gutiérrez.
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¿Es suficiente con los recursos recaudados a partir de los impuestos?
“En resumen: No cobramos suficientes impuestos, entonces no hay dinero suficiente en los ‘ahorros’ que se tuvieron en 2019 para hacer frente”, advirtió a Cuestione, Juan Carlos Moreno Brid, profesor de la Facultad de Economía de la UNAM.
A decir del especialista, “si el Gobierno no busca abrir la cartera para activar la economía, estamos perdidos”.
Urge, dijo, Moreno Brid, “usar el superávit primario del año pasado (lo que sobró después de todo el gasto que hizo) y buscar financiamiento externo (deuda) hasta por un monto cercano al 2% del PIB, lo cual no sería mal visto por los inversionistas extranjeros ni las calificadoras”.
Bajo esta expectativa poco entusiasta, la calificadora Moody’s proyectó que la economía mexicana se contraerá 5.2% en el primer semestre del año, mientras que al año la caída será de 3.7%, debido a los costos económicos por la crisis del coronavirus.
La cifras compartidas en Twitter por Ramírez Cuevas no convencen para enfrentar la crisis que López Obrador avizoró ante el COVID-19 y la caída en los precios del petróleo.
