La prosperidad de la ciudadanía es una de las máximas aspiraciones de toda nación. Lograr que cada persona tenga acceso a trabajo, bienes de consumo básicos, propiedades y la posibilidad de emprender o innovar es crucial para el crecimiento económico.
La libertad económica es fundamental para lograrlo. Libertad para crear negocios, para competir, para participar en la generación de riqueza, es algo que debería estar garantizado en toda sociedad moderna.