Cuatro años turbulentos

Compartir:

- Advertisement -

El primero de diciembre, el gobierno del presidente López Obrador y Morena, la autollamada Cuarta Transformación, cumplió cuatro años en el poder. 

Han sido cuatro años convulsos, en los que han sucedido cosas extraordinarias como el movimiento de las mujeres que irrumpió con fuerza durante la primera parte del sexenio y que se plantó ante el Estado para exigir igualdad y respeto a sus derechos. Ese movimiento y el trabajo de miles de mujeres han logrado que se acelere la aprobación de leyes que garanticen nuestro derecho a interrumpir voluntariamente el embarazo, algo que ya es legal en 11 estados.

Y qué decir de la pandemia provocada por la COVID-19, esa enfermedad que puso de cabeza al mundo entero y que marcó la historia de la humanidad como no había sucedido desde la Pandemia de gripe de 1918, también conocida como la gripe española. Su impacto fue tan grande que todavía no acabamos de medir cómo modificó nuestra vida en cosas tan importantes como la educación o la economía.

Lo que sí sabemos es que cimbró al sistema de salud mexicano y mostró la poca capacidad del gobierno para afrontar un golpe externo de esa magnitud. México fue uno de los países que peor manejaron la pandemia y cientos de miles de familias perdieron a sus seres queridos.  

También han sido tiempos violentos para el país, y particularmente para las mujeres. Las cifras siguen siendo terroríficas: este año, un promedio de 10 mujeres han sido asesinadas cada día, apenas una menos que en 2021, el más violento para las mujeres en la historia de nuestro país.

Por supuesto que han sido tiempos agitados en la arena política. La llegada del primer gobierno morenista ha cambiado, para bien y para mal, las relaciones de poder en el país. Y aunque es pronto para evaluar el desempeño general del gobierno, sí se puede hacer un corte de caja sobre lo que ha funcionado y lo que no.

En el lado positivo, se pueden contar el aumento de los salarios mínimos y el aumento de recursos y programas productivos destinados a apoyar a las y los campesinos. Apenas la semana pasada se anunció un nuevo aumento de 20% en el salario mínimo para 2023 que tendrá un impacto positivo en la vida de los más pobres.

También se puede contar entre las cosas que han mejorado la calidad de vida de millones el aumento en los recursos dirigidos a las y los adultos mayores, quienes pueden tener una vejez más digna gracias a que cada vez se les transfieren más recursos.

Sin embargo, hay muchos temas en los que este gobierno ha quedado a deber. 

A pesar de que el discurso y la demagogia siguen convenciendo a millones sobre la supuesta Cuarta Transformación, la realidad es que ha habido pocos cambios reales y hay una serie de problemas muy preocupantes que pueden comprometer el futuro político y económico de México. 

Entre los procesos más graves está la militarización del país, denunciada por organizaciones de la sociedad civil y la academia desde el sexenio de Felipe Calderón, pero que se ha profundizado en éste con la entrada de las Fuerzas Armadas a tareas y espacios que habían sido tradicionalmente ocupados por otros actores civiles como la construcción de obras públicas o la administración de las aduanas.

Otro aspecto que preocupa es la economía, sobre todo porque no se ha podido controlar la inflación y hay incertidumbre sobre si este gobierno podrá manejar las presiones que han desembocado en crisis a finales de sexenios pasados.

Y hay dos cuestiones más en las que la llamada Cuarta Transformación no solo ha quedado a deber, sino que ha traicionado su misión política: el ataque a la corrupción y la priorización de los más pobres.

Desde muy pronto en el sexenio pudimos observar cómo los casos de enriquecimiento inexplicable de algunos funcionarios como Manuel Bartlett, director de la segunda empresa más importante del Estado mexicano, la CFE, no tenían ninguna consecuencia y quedaban impunes. 

Además, vimos videos de los hermanos de López Obrador recibiendo dinero en efectivo de David León, quien era operador del gobernador de Chiapas, Manuel Velasco, sin que hubiera una consecuencia para ninguno de ellos más allá de la renuncia de León como coordinador de Protección Civil federal.

Y por último, el gobierno no ha cumplido con una de sus promesas centrales: el “primero los pobres” que López Obrador hizo lema y centro de su lucha no se ha materializado: el economista Máximo Jaramillo ha encontrado que los programas sociales benefician menos a los más pobres ahora que en el sexenio anterior.

Todos estos fracasos, sin embargo, parecen no hacer mella en un gobierno que sigue pensando en términos de triunfalismo histórico. Apenas la semana pasada presenciamos una manifestación en las calles convocada por el Estado que no tiene referente ni siquiera en los sexenios más populistas del priismo. 

El mitin convocado por López Obrador en el Zócalo de la Ciudad de México es una muestra de que más allá de todo lo que pueda hacer mal este gobierno, el presidente es capaz de seguir convenciendo a millones de que vamos por el camino correcto.

Durante estos cuatro años, Cuestione ha sido parte de la narrativa. Nacimos para cambiarla, hacerla accesible a todas las personas, y hemos acompañado a la sociedad en entender y afrontar los desafíos de nuestra nación. 

Han sido años complejos y seguiremos siendo parte del esfuerzo por entender mejor y a fondo nuestras realidades. 

Aún tenemos mucho que contar.

SUSCRÍBETE A NUESTRO NEWSLETTER

Recibe las noticias más relevantes de México cada mañana, inicia tu día informado.