Mañana es 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer. Y como cada año, se preparan marchas y protestas en México y el mundo para reivindicar la lucha por una sociedad de iguales. El feminismo es y ha sido parte de esta lucha desde hace varias generaciones.
Hay que entender que el feminismo no es ninguna moda. Detrás de este movimiento social hay mujeres que llevan muchos años trabajando por conseguir igualdad de derechos y oportunidades.
En la historia se han registrado las diferentes luchas que hemos vivido en busca de derechos tan básicos como votar y decidir sobre nuestro propio cuerpo.
En 2020, el movimiento feminista en México y en el mundo ganó un nuevo impulso cuando los colectivos de mujeres decidieron parar actividades al grito de #UnDíaSinNosotras, pero llegó la pandemia y todos los otros problemas pasaron a segundo plano.
Sin embargo, paradójicamente, la crisis sanitaria vino a replantear la importancia de lo que tanto se invisibiliza y por lo que es importante seguir luchando: las tareas de cuidado asignadas tradicionalmente a las mujeres y lo importante que son para la sobrevivencia de toda la sociedad.
Además, el periodo de confinamiento no solo representó para nosotras una sobrecarga de responsabilidades, también mostró un incremento en la violencia doméstica, revelando con esto que nuestro hogar también es un espacio inseguro para nosotras. Nos encerraron con el enemigo.
La cuarentena volvió a traer a escena la noción de que las labores de cuidado y atención deben estar repartidas y equilibradas entre todas las personas que son parte de una familia o de la sociedad.
Hace dos años nuevas generaciones de feministas hicieron que se escuchara su enojo y hartazgo contra unas autoridades y una sociedad que no las hace sentir seguras. En ese momento salimos a las calles gritando, recordando, lamentando: “No nos cuidan, nos violan” y las movilizaciones respondían a situaciones muy contemporáneas.
Pero ahora vale preguntarse ¿qué le pasó al movimiento feminista?, ¿nos han dividido las diferentes ideologías?, ¿qué nos debe unir? Las mujeres que somos parte de Cuestione creemos que una parte central del feminismo es reconocer su diversidad y no pretender que todas las feministas van a estar de acuerdo en todos los temas, pues no todas representan el mismo tipo de vivencias.
Así, pensamos que el reto del feminismo contemporáneo es reconocer las diferencias y la diversidad de opiniones. Con la premisa de que este movimiento -desde su origen- busca garantizar la igualdad y justicia para todas.
Como en cualquier fenómeno social que busca cambios estructurales habrá diferencias, sin embargo el objetivo sigue claro: avanzaremos juntas para erradicar la violencia de género y la desigualdad que vivimos todos los días. Esta lucha no se ha desdibujado porque la gravedad del problema lejos de haber disminuido, se ha incrementado.
Al saber que no podemos hablar de un solo feminismo entenderemos que la respuesta a la relación entre el movimiento y el Estado es diversa. Hay quienes se expresan contra el gobierno desde las calles y quienes manifiestan su oposición desde el diálogo con las autoridades en diferentes niveles o condiciones.
Otro debate que existe es el papel de los hombres dentro del feminismo. Primero, consideramos que el acompañamiento de ellos como aliados es fundamental. Segundo, para que esto suceda es importante que reconozcan que la lucha es protagonizada por nosotras porque somos las que vivimos la violencia de manera directa.
Este cambio cultural se da cuando ellos se hacen responsables del problema y la solución, porque al transformar sus creencias y prácticas se construye una plataforma con el mismo principio: relaciones sociales sanas.
Los medios y las redes sociales también tienen su responsabilidad en este movimiento. Estos espacios de comunicación deberían narrar las movilizaciones de manera más precisa, comprometida, centrándose en lo relevante, alejándose de los comentarios negativos en torno a las “formas” de protesta y el discurso de las colectivas feministas, lo que claramente no abona a la causa.
Las que escribimos en este medio coincidimos que en este nuevo momento del feminismo cabe un proyecto incluyente, un proyecto que busca la libertad, la igualdad entre las personas y que pretende que el régimen de género, que es tan opresivo, se termine.
Para entender la lucha del feminismo contemporáneo, expertas en el tema recomiendan cuestionar los privilegios que consideramos naturales, normales y pensar cómo sería nuestra vida si tuviéramos otro género.
Porque las personas que se declaran no feministas, hombres o mujeres que asisten o no a las marchas, estamos de acuerdo en que la situación de violencia en México es muy grave y urge resolverla. Situaciones como que las mujeres puedan sufrir violencia sexual lo mismo por parte de las fuerzas del Estado que por sus familiares o amigos son temas que deberían indignarnos a todas y todos por igual.
Es por eso que esta semana en Cuestione estaremos analizando hacia dónde va el movimiento feminista, qué se necesita para lograr una igualdad de derechos y oportunidades, y estudiaremos lo que hace el gobierno y la sociedad para limitar al feminismo.
Porque lo que mueve a las mujeres a movilizarse y a trabajar todos los días es que queremos garantizar nuestra seguridad. Tenemos por delante un gran desafío en un país en el que son asesinadas 11 mujeres al día.
