La pandemia y los medios: tenemos que hablar

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Reportamos un millón de infectados por COVID-19 al día en Estados Unidos, pero no decimos que, por lo menos hasta antes de la aparición de la nueva variante, Ómicron, el 85% de las hospitalizaciones fueron personas no vacunadas; o que del restante 15% de personas vacunadas hospitalizadas, en su gran mayoría eran mayores de 65 años; o que tuvieron enfermedades más graves aquellas personas con al menos una comorbilidad.

Esto obliga a la pregunta: ¿es necesaria una campaña dirigida a las personas con mayor riesgo, a los mayores de 65 años, y sobre todo a los no vacunados, o tenemos que generar pánico en toda la población?

Ya van dos años de pandemia. Dos años de miedos, incertidumbres, peleas, confinamientos, vueltas a normalidades que no son normales.

Dos años y el coronavirus que causa la enfermedad conocida como COVID-19 sigue ahí. Tenemos que hablar de que el SARS-CoV-2 llegó para quedarse. Pero más importante: tenemos que hablar del papel que los medios de comunicación hemos jugado en estos 24 meses.

En este inicio de año, no hay quien se libre de recibir la noticia: “Dí positivo” de parte de alguien conocido. Todas las personas tenemos un amigo, familiar, colega… alguien que se ha infectado. La variante Ómicron se ha esparcido a una velocidad sin igual y afecta a casi todo el planeta.

Y ha afectado también a eventos deportivos, espectáculos masivos, celebraciones de fin de año. Vaya, hasta al tenista serbio Novak Djokovic, quien se ha negado a vacunarse contra el coronavirus, y pelea desde el confinamiento de un hotel para poder participar en el Abierto de Tenis de Australia, luego de que autoridades de esa nación le negaron el libre tránsito en aquel país.

Pero tenemos que ser honestos: ¿qué hemos hecho nosotros, los medios de comunicación para fomentar el terror sin cortapisas ante esta nueva ola de contagios? En realidad, hemos contribuido muchísimo al miedo, a la angustia y la desesperación de muchas personas.

Los medios estamos más preocupados por dar información que nos de clicks, que por informar y le hemos perdido el respeto a los datos duros.

Hablamos de 20,000 o 30,000 infectados diarios, “niveles no vistos desde julio, agosto y septiembre de 2020”, pero nos olvidamos de poner esas cifras en el contexto adecuado. Sí, hay muchísimas personas infectándose por esta nueva variante, pero ¿los niveles de hospitalización son los mismos? Cada vida cuenta y no podemos minimizar la pérdida de ni una sola persona, pero ¿han fallecido las personas en porcentajes parecidos a los de 2020 o 2021? ¿Por qué hemos dejado de hablar de eso?

¿Nos hemos puesto a analizar si esa otra ola, la de la información alarmista, la de los miles de contagios, la de los tsunamis de infecciones está contribuyendo de manera más que decidida a crear o elevar los niveles de angustia, pesimismo y desesperación de nuestras usuarias y usuarios? No, parece que no nos estamos deteniendo a pensar antes de publicar.

Con ello, estamos faltando a nuestra responsabilidad como medios.

Porque sí, claro que debemos informar sobre la pandemia pero eso incluye poner a las personas de ciencia en primerísimo lugar de nuestras fuentes. No tenerle miedo a los datos. Usarlos responsablemente para ayudar a la ciudadanía a entender con claridad la gravedad o no de los hechos, en este caso de la pandemia.

Todos sabemos que Ómicron es mucho más contagiosa pero pocos reportan que infecta de manera menos agresiva los pulmones, como lo han publicado cinco estudios médicos distintos y que eso puede ser una buena noticia para quienes queremos ver llegar el fin de la pandemia, de acuerdo con los doctores de la Universidad Hebrea de Jerusalén, Zvika Granot y Amnon Lahad.

¿Por qué? Porque podría significar que, aunque se contagien más personas, estas desarrollen cuadros menos graves y que la dispersión del coronavirus contribuya a convertir la enfermedad en una estacional como la influenza, por ejemplo.

El jueves, el director del IMSS, Zoé Robledo, informaba que las hospitalizaciones no se han incrementado a pesar del alza en los contagios pero para muchas personas la nota fue: “crecen los contagios”.

Es importante hacer un uso adecuado y responsable de la información porque hemos llegado a extremos en los que algunos especialistas recomiendan que nos limitemos a revisar las noticias sobre el tema una vez al día, de esta manera nuestra ansiedad se verá disminuida.

Como medios, nos estamos dando de tiros en el pie por buscar el click fácil a corto plazo, pero olvidándonos de nuestra responsabilidad social y de la viabilidad que podremos tener en el futuro.

Es necesario hacer un alto y revisar la cobertura que hemos dado a la pandemia en la actualidad.

Por eso, esta semana en Cuestione nos dedicaremos a revisar a detalle y de la mano de especialistas lo que ha cambiado, cuánto hemos mejorado en atención, servicios, tratamientos y vacunas. Buscaremos entender en su justa dimensión dónde estamos parados con respecto al coronavirus y, también, cuál es la responsabilidad que tenemos como medio de comunicación.

Porque no debemos contribuir a la histeria ni a la desinformación en un tema que nos afecta tanto a todas las personas.

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