2021 será un año clave para las economías del mundo. Después de la caída en la producción que sufrirán casi todos los países durante este año, lo que hagan los gobiernos con las finanzas públicas durante el próximo impactará en la vida de las personas como en pocos momentos de la historia.
Una de las herramientas más poderosas con las que cuenta un gobierno para transformar la realidad es el presupuesto. Las promesas e ideas que se escriben en planes y proyectos solo pueden llevarse a cabo a través de los recursos públicos.
En tiempos de crisis, la política presupuestaria de un gobierno es especialmente relevante: puede ser un factor que jale la economía y haga que otros sectores se dinamicen, o se puede volver un lastre que frene el desarrollo productivo de un país. Como en muchas otras áreas de la vida, si la realidad cambió por completo y mantienes el mismo plan, será difícil que las cosas mejoren.
Y el gobierno actual no parece haber aprendido esa lección. En abril, cuando apenas empezaba la cuarentena en nuestro país, López Obrador perdió la oportunidad de proteger la economía de las y los mexicanos con un programa ambicioso de apoyos como los que se implementaron en decenas de países.
Ahora, seis meses después, parecería que tampoco aprendimos la lección: el Proyecto de Presupuesto de Egresos para 2021 es inercial, es decir, no tiene cambios significativos conforme al presupuesto que se está ejerciendo este año. Reitera las obsesiones presidenciales y repite la fórmula del presupuesto actual sin entender que el próximo año el mundo será distinto.
Y esa inercia se nota porque se priorizan los mismos gastos y porque se dejan de lado temas relevantes. Veamos.
Para empezar, se propone tener un presupuesto procíclico. ¿Qué significa eso? Que en lugar de inyectar más dinero en la economía para tratar de reactivarla con mayor velocidad, se gastarán menos recursos que el año pasado. El gasto total estimado para 2021 es de 6.3 billones de pesos, 0.3% menos que lo aprobado en 2020.
Pero además, hay áreas clave en las que no se gastará suficiente. En el sector salud, por ejemplo, habrá un aumento de casi 13,000 millones de pesos. Pero este aumento no será parejo. Es cierto, subirá el presupuesto de la Secretaría de Salud, pero le reducirán los recursos al IMSS y al ISSSTE.
En un momento en el que expertos mundiales como Bill Gates están alertando que el próximo año será vital para bajar los números de infectados y muertos por la COVID-19, el sector salud tendría que ser prioritario y eso debería reflejarse en aumentos presupuestarios significativos para reforzar un sistema que no ha podido responder de manera adecuada a la pandemia.
Y para la educación, una de las actividades que ha sido más afectada durante la pandemia, las cosas pintan peor. Se propone gastar casi lo mismo que este año y 1.3% menos que en 2019, sin tomar en cuenta los enormes esfuerzos que está haciendo este sector para adaptarse a la educación a distancia y los recursos que tendrán que ser usados para el regreso a clases presenciales.
Esta falta de adaptación a las realidades que vive el país se puede ver también en el presupuesto para seguridad. Aunque el gasto para este rubro podría crecer 10.9% si se aprueba el proyecto como está, no hay medidas nuevas para combatir la violencia contra las mujeres, por ejemplo, una de las demandas más sentidas de la población de los últimos años.
El Proyecto de Presupuesto 2021 es otro ejemplo de que el gobierno actual no tiene reflejos para adaptarse a los cambios que se le presentan. A pesar de que el mundo es hoy completamente distinto al que conocíamos en 2019, López Obrador sigue gobernando como si no estuviéramos enfrentando el mayor reto económico y social en varias décadas.
Los diputados tienen en sus manos la posibilidad de modificar la propuesta del Ejecutivo para transformarla en algo que sirva para salir de la crisis. Sin embargo, con la mayoría de Morena en el Congreso y como hemos visto la aprobación de otras leyes, no parece que esta vez vayan a actuar diferente y muy probablemente aprobarán el proyecto como está.
El país tendrá que conformarse con un presupuesto que es más de lo mismo y buscar en otros lugares los recursos para salir de esta crisis. Por eso, esta semana en Cuestione hablaremos de la importancia del presupuesto y explicaremos dónde están algunos gastos innecesarios y qué necesidades quedan desatendidas con el proyecto del gobierno.
