Casi un año después de que la COVID-19 transformó la manera en la que vivimos, buena parte de la humanidad tiene sus esperanzas puestas en la vacuna, esa solución mágica que nos permitirá regresar a la normalidad.
Y es que como nunca en la historia, desde que se identificó el SARS-CoV-2, el virus que causó una pandemia como no se había visto en más de un siglo, se ha desatado una carrera vertiginosa para inmunizarnos contra la nueva enfermedad.
Las compañías farmacéuticas más grandes del mundo se aliaron con gobiernos, universidades y fundaciones, invirtiendo recursos millonarios. Por fin, durante las últimas semanas, se ha anunciado que algunas están listas para la vacunación masiva.
Tan es así, que el día de hoy empezaron a vacunar a los adultos mayores y al personal de salud en Inglaterra, país que compró 40 millones de dosis a Pfizer-BioNTech de la vacuna que presume una efectividad de 95% en dos aplicaciones, por lo que podrán inmunizar a los primeros 20 millones de ingleses.
En Alemania, conforme al plan que hicieron público en noviembre, la vacuna se empezará a aplicar la próxima semana.
Estados Unidos, por su parte, anunció la operación Warp Speed para que, una vez que las autoridades aprueben la vacuna, pueda inyectarse a la población con gran eficiencia.
Hasta aquí, todo parece ir bien… al menos para quienes viven en aquellos países, que empiezan a ver la luz al final del túnel.
Sin embargo, tenemos que tomarnos estas buenas noticias con cautela: hay muchas cosas que todavía tienen que pasar para que en México podamos volver a vivir como antes de la pandemia.
Primero, la Cofepris tiene que aprobar la vacuna. Así es, la Cofepris, esa dependencia que ha estado bajo la lupa durante este gobierno y que ahora depende del subsecretario Hugo López-Gatell…
Y las palabras de este funcionario público, al anunciar que recibieron la solicitud de registro de la vacuna, pintan de cuerpo entero a nuestro sistema de salud. En conferencia de prensa dijo que ya habían recibido la solicitud de registro de Pfizer y que estaban revisando si el expediente estaba completo.
El lunes de la semana pasada, el mismo personaje anunció que en Cofepris se está dando celeridad al proceso: “Estamos preparando todo para en el momento que Pfizer Internacional tenga la aprobación de la FDA y esté en condiciones de poder surtir la vacuna inmediatamente podamos usarla”.
Es decir, la Cofepris, en lugar de hacer su trabajo y acelerar un proceso urgente para México, se esperaría a que la Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos, la FDA, apruebe la vacuna. Ojalá que allá sí tengan prisa…
Ante esa falta de urgencia, el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, anunció que a finales de diciembre se podrán poner las primeras vacunas en México.
En segundo lugar, todavía falta tiempo para que México reciba las vacunas. El convenio para adquirir 34.4 millones apenas se firmó el 2 de diciembre, aún sin la aprobación de Cofepris, por cierto.
Y la farmacéutica Pfizer, por su parte, anunció que podrá enviar 250,000 vacunas a nuestro país antes de que acabe el año, las cuales aplicarían al personal de salud que combate la emergencia sanitaria.
Tercero, y esta la parte menos alentadora, la vacunación del resto de la población dependerá de varios factores: la logística para poder llevar la vacuna a todo el país, algo que no parece nada fácil, pues tiene que estar congelada a -70 grados centígrados, una temperatura difícil de conseguir.
También habrá que esperar a que las personas se quieran vacunar. Ante la novedad, mucha gente está temerosa de los efectos secundarios. Y claro, también están los antivacunas, esos creyentes en la teoría de la conspiración que dicen que nos inyectarán un chip para controlarnos.
Es por eso que aunque es una gran noticia, aún estamos lejos del fin de la pesadilla que ha sido esta enfermedad. No debemos confiarnos.
Se tienen que resolver, además, discusiones sobre si la vacuna será obligatoria o voluntaria, sobre cómo se señalará que una persona ya ha sido vacunada, entre otras cuestiones que tendrán que quedar resueltas en la política nacional de vacunación contra la COVID-19.
Eso es un documento rector que sirve como una guía en la que el gobierno mexicano, se supone, ha trabajado durante tres meses y que, según las autoridades, ya está listo para publicarse.
Por estas razones, esta semana en Cuestione estaremos analizando todo lo relacionado con la vacuna para compartirte cómo y cuándo se aplicará, quiénes serán los primeros en poder ponérsela, cómo será la campaña de vacunación y qué riesgos y dificultades podemos prever.
Además, recordaremos el origen y funcionamiento de las vacunas, los beneficios que le han traído a la humanidad y lo importante que es combatir los mitos y leyendas que esparcen quienes no creen en ellas.
También investigaremos cuánto tiempo tendrá que pasar para que, al fin, podamos recuperar nuestra libertad y salir a la calle sin tapabocas y sin el temor de ser contagiados.
Todos queremos volver a la normalidad; sin embargo, como bien dijo el Dr. Anthony Fauci, encargado de la estrategia contra la COVID-19 en Estados Unidos, “si estás peleando en una batalla y la caballería está en camino, no dejas de disparar; sigues luchando hasta que la caballería llega y quizá también en ese momento, querrás seguir peleando”.
No es hora de bajar la guardia.
