Casi 20 mil centroamericanos varados en México: esperan refugio en Estados Unidos

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En su primera noche en una celda de Laredo, Texas, el guatematelco José supo que no podría dormir. No tenía colchón y el suelo estaba frío. Junto a él había otros tres migrantes. “En ese lugar nunca apagan la luz. Tampoco hay agua corriente, los agentes echan agua del excusado desde afuera. Fue como estar debajo de una tormenta”, relató a Cuestione. 

“Cuando finalmente creen que han llegado a un lugar seguro, pueden encontrarse separados de sus seres queridos y encerrados en condiciones indignas”, dijo Michelle Bachelet, alta comisionada de derechos humanos de la ONU.

Las malas condiciones se han vuelto en una preocupación más para quienes solicitan refugio en EU. “Te vamos a tratar como lo que eres (un delincuente) para que aprendan a no venir”, recuerda José que le dijo José Moreno, oficial de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) en Laredo, Texas. 

José no es un delincuente. En Guatemala era maestro de primaria, pero prefirió huir y dejar de ver su familia cuando bandas criminales comenzaron a amenazarlo de muerte, acusándolo de “soplón”. 

Su primera opción siempre fue Estados Unidos. Ahí tiene conocidos que le han prometido le “echarán una mano”. Según la Convención de Refugiados de la ONU de 1951, y el Protocolo de Refugiados de 1967(del que EU es parte), toda persona perseguida por diversos motivos en su país, con temor a regresar por la falta de protección, puede solicitar refugio

Pero al llegar a Estados Unidos para pedir refugio, un agente fronterizo primero lo puso en una celda. Después le dijo que tenía dos opciones: quedarse en EU detenido, sin cita para revisar su caso, o esperar en México. Si escogía la segunda, le darían una cita para presentarse ante un juez, quien resolvería si su solicitud de refugio es aceptada o no.  

Escogió venir a México y su cita será en septiembre. 

Foto: Gabriel Pichardo.

Como José, hay casi 20 mil migrantes que solicitan refugio en EU mientras que esperan en México (con corte al 11 de julio), a través del programa Quédate en México

Hasta antes del 5 de junio –cuando México y Estados Unidos acordaron detener el paso de migrantes a cambio de evitar aranceles a los productos mexicanos–, había 10 mil solicitantes de refugio, es decir, en tan solo cinco semanas, la cifra esperando en México casi se duplicó, de acuerdo con comunicado del Instituto Nacional de Migración (INM).

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Política de devolución masiva

Rodríguez cruzó México y llegó en abril a la ciudad fronteriza de Nuevo Laredo, Tamaulipas, con la intención de solicitar refugio en EU. En su primer día unos desconocidos le pidieron “la clave” a José. “La clave” es el código para extorsionar a migrantes por parte de grupos criminales, en un territorio que es dominado por el cártel del Noreste, surgido de Los Zetas. 

Así, la espera de José en México se da entre la violencia de la que son víctimas los migrantes y la incertidumbre. Tras ser recién entrevistado en EU y devuelto a Nuevo Laredo, lo primero que hace por la mañana y lo último al dormirse es revisar su correo electrónico, en espera de un mensaje del gobierno de EU, que notifique cualquier cambio en la cita que tiene en septiembre con las autoridades del país del norte. 

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), un órgano internacional que vela por los derechos de las personas, recién acusó que el programa Quédate en México expone a los solicitantes de refugio a delitos como “la extorsión, el secuestro y otros actos de violencia a manos de organizaciones criminales y delincuentes comunes”, al ser devueltos a zonas de peligro.

Esto constituye una violación a los principios internacionales de refugio y derechos humanos, pues los solicitantes de refugio tienen derecho a no ser rechazados, expulsados ni extraditados del país en el que solicitan refugio. Este principio básico, que consigna el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), se conoce como de “no devolución”. 

Sin embargo, Estados Unidos incumple con él y, además, busca que México se convierta en “tercer país seguro”, es decir, que México reciba a los solicitantes de refugio en EU, que han pasado por el país y les de refugio aquí, en vez de EU.

Las medidas contra migrantes del presidente Andrés Manuel López Obrador se reflejaron también en EU, de mayo a junio las detenciones bajaron de 144 mil a 104 mil migrantes; una reducción de 28%. 

Foto: Gabriel Pichardo.

Un pulso internacional

Desde el principio del actual sexenio, el canciller Marcelo Ebrard ha rechazado la firma de un acuerdo de Tercer País Seguro, que obligaría a solicitantes de refugio que lleguen a EU, a través de nuestro país, a esperar en México –como José– la respuesta estadounidense.

Sin embargo, EU intenta tomar esta decisión en solitario. El presidente Donald Trump busca que quienes lleguen a su país no puedan pedir refugio, si no lo solicitaron antes en el último país en el que estuvieron (es decir, México).

“Esta disposición restringe excesivamente el derecho a solicitar asilo… aumenta significativamente la carga de la prueba para los solicitantes de asilo, más allá de los estándares legales internacionales”, dijo la oficina para refugiados de la ONU.  

¿Qué pasará si no consigues refugio? Se le pregunta a José. Dudoso dice: “Voy a intentar hacerme mexicano”. 

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