COVID-19 vs. A(H1N1): ¿Cómo enfrentaron dos gobiernos mexicanos estas pandemias?

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COVID-19 es el coronavirus que vino a poner de cabeza al mundo entero, aislando del resto del planeta a países enteros y que tiene en jaque a la mayoría de las economías y sistemas de salud. Sin embargo, no es la primera vez en la historia reciente que el mundo -especialmente México- atraviesa por una situación similar. Hace poco más de una década, por allá de 2009, cuando la economía global estaba apenas saliendo de una de las peores crisis financieras en la historia (2008), una epidemia de un nuevo tipo de influenza surgió en Norteamérica: la A(H1N1).

México fue de los primeros en confirmar casos y uno de los principales afectados por esta pandemia que infectó, entre 2009 y 2010, a más de 700 mil personas y que sumó entre 150 mil y 575 mil muertos alrededor del mundo.

Ahora, con el surgimiento de una nueva pandemia mundial, se multiplican las comparaciones entre la forma en que los gobiernos de Felipe Calderón Hinojosa y Andrés Manuel López Obrador enfrentaron las respectivas crisis. 

El día que el mundo puso los ojos en nuestro país

Desde finales de febrero y hasta inicios de abril de 2009, las autoridades sanitarias mexicanas del gobierno de Felipe Calderón comenzaron a reportar dos hechos fuera de lo común: un aumento en las hospitalizaciones y defunciones por neumonía grave así como un incremento en el número de casos probables de influenza.

Estos incrementos en los casos de influenza también se presentaron en Estados Unidos y Canadá, pero hasta el 11 de abril nuestro país era el más afectado con 14 brotes comunitarios y tres defunciones. Eso puso en alerta al gobierno por lo que envió muestras al Laboratorio Nacional de Microbiología de la Oficina de Salud Pública de Canadá.

El 17 de abril de ese año, el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos identificó la nueva cepa de virus de la influenza: el A(H1N1)

Seis días después (23 de abril) las autoridades sanitarias mexicanas recibieron la confirmación de que un tercio de las muestras enviadas a Canadá eran genéticamente idénticas al virus identificado en Estados Unidos.

Para entonces México había identificado ya 20 defunciones por síntomas de neumonía viral y el número de pacientes con este cuadro clínico crecía y crecía, lo que prendió las alertas de la Secretaría de Salud (SSA) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), quien declaró la pandemia global el 11 de junio, siete semanas después de identificado el virus.

En entrevista con CuestioneAarón Molina Jaimes, Jefe del Servicio de Infectología del Hospital Regional de Alta Especialidad Bicentenario, opina que esto representa la primera gran diferencia con la situación actual. 

De acuerdo con el infectólogo solo es posible “comparar la influenza y el Coronavirus en su forma de transmisión y en las medidas para disminuir el número de casos” ya que son dos escenarios diferentes: en 2009, la cepa A(H1N1) surgió en nuestro país y nos tomó por sorpresa, mientras que el COVID-19 es una enfermedad importada.

Es decir, en esa ocasión “nosotros fuimos como China ya que el primer caso surgió aquí”, de acuerdo con Molina Jaimes.

¿Qué medidas tomó el gobierno de Calderón?

El 24 de abril, un día después de la detección del virus A(H1N1), se publicó en el Diario Oficial de la Federación un decreto presidencial para encarar la epidemia que vivía el país.

Con él, la Secretaría de Salud, encabezada por José Ángel Córdova Villalobos, tenía la tarea de aislar y atender a las personas que pudieran padecer la enfermedad para limitar sus actividades. De igual forma, tendría que inspeccionar a pasajeros que pudieran ser portadores de gérmenes y obtuvo la facultad de ordenar medidas que evitaran congregaciones de personas, incluyendo locales o centros de espectáculo.

Ese mismo día, la SSA instaló un grupo de estudio de la mortalidad por influenza coordinado por la Comisión Nacional de Arbitraje Médico (Conamed), que tuvo la tarea de formular reportes técnicos que contribuyeron a tomar acciones de salud pública y recomendaciones al personal médico para el diagnóstico y tratamiento oportunos de la nueva enfermedad.

De esta forma, para el 27 de abril (tres días después de la identificación del virus), Córdova Villalobos, junto con el secretario de Educación Pública, Alonso Lujambio, dieron a conocer la suspensión de clases desde esa fecha y hasta el seis de mayo, como medida de contención de la epidemia.

De forma complementaria, ese mismo día el gobierno canceló las actividades laborales en las oficinas públicas, se prohibieron actividades masivas y se restringieron algunas actividades económicas como restaurantes, cines, lugares de entretenimiento e incluso los servicios religiosos.

Por su parte el mismo 27 de abril, el Servicio de Administración Tributaria (SAT) otorgó una prórroga para la presentación, por parte de las personas físicas, de la declaración anual de impuestos hasta el 1 de junio de 2009.

Una vez que se supo que el virus A(H1N1) tenía baja letalidad y era controlable, estas acciones en su momento fueron consideradas drásticas y criticadas por algunos sectores de la economía, pero fueron aplaudidas por la comunidad internacional que reconoció “que contribuyeron a contener el brote epidémico”.

Las cifras registradas hasta el 31 de mayo de 2009 (período crítico de la epidemia, cinco semanas después del brote) muestran que existieron, hasta ese momento, 12 mil 645 casos confirmados y 122 defunciones en todo el país por este nuevo virus.

¿Y ahora?

Más de 10 años después, nuestro sistema de salud enfrenta un nuevo reto mayúsculo ante el crecimiento de casos, que hasta el viernes 20 de marzo sumaban 203 casos confirmados y dos defunciones (a 21 días de la confirmación del primer caso); sin embargo, las críticas y dudas hacia el actuar del gobierno no se han detenido.

El 22 de enero se dieron a conocer los primeros casos sospechosos, que fueron descartados. 12 días después, el dos de febrero, autoridades del aeropuerto realizan revisiones médicas a visitantes provenientes de Hubei, China (lugar identificado como origen del COVID-19).

Un día después, las aerolíneas deciden restringir vuelos desde México hacia Estados Unidos a personas que hubieran pasado por China. 

El 28 de febrero se confirmó el primer caso de COVID-19 en el país, lo que generó que desde entonces y hasta hoy, todos los días las autoridades especializadas de la Secretaría de Salud den una conferencia de prensa a las siete de la noche donde explican el desarrollo de la enfermedad y las medidas que han ido tomando (disponibles aquí).

El 13 de marzo, con 12 casos confirmados, se anunció la cancelación de clases a partir del 20 de marzo y hasta el 20 de abril, como medida de contención del virus. Sin embargo, el viernes 20, la cifra de casos aumentó hasta 203, 606 sospechosos, mil 111 negativos y dos fallecimientos.

Sin embargo, ni las autoridades tributarias (SAT) ni la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) han dado a conocer un plan de medidas que enfrente a la pandemia de COVID-19.

¿Reacción lenta?

De acuerdo con el infectólogo Aarón Molina, la Secretaría de Salud “le está apostando a que los pacientes se presenten de manera paulatina” para que el sistema de salud no colapse, ya que se espera que “un buen porcentaje de la población se enferme”.

Molina resalta que una acción positiva del gobierno es “dar la información de manera diaria” además de contar con “un plan de contingencia basado en lo estipulado por la OMS”. 

Sin embargo, el médico considera que algo está fallando ya que no “se ha logrado hacer conciencia en la población sobre la información y las medidas” que está llevando a cabo por lo que la gente “no lo está asimilando y no lo acatan”. 

“Es importante asegurar el aislamiento social”, pues de lo contrario nos “puede llevar a complicaciones como a los países europeos (España e Italia)”, lo que abre la posibilidad de un colapso al sistema de salud, puntualiza Aarón Molina.

Hasta la fecha, el crecimiento promedio en el número de casos confirmados es de 31% por día, lo que implica que, de mantenerse esa tendencia, en una semana superaríamos los mil casos confirmados.

¿Te parece que estamos preparados para enfrentar la crisis?

Si quieres saber más sobre cómo se enfrentó la pandemia de la influenza A(H1N1) te recomendamos revisar los siguientes documentos:

“La influenza A (H1N1) y las medidas adoptadas por las autoridades sanitarias”Reynoso,C., abril de 2010, disponible en: http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1607-050X2010000100004

Perfil epidemiológico de la mortalidad por influenza humana A (H1N1) en México”Fajardo-Dolci, G. (et. al.), septiembre de 2009, disponible en: http://saludpublica.mx/index.php/spm/article/view/6924/8818

“La influenza A/H1N1 2009. Una crónica de la primera pandemia del siglo XXI”López-Cervantes, M., abril 2010, disponible en: https://www.revista.unam.mx/vol.11/num4/art37/art37.pdf

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