Ante la crisis sanitaria por la COVID-19, Islandia, Noruega y Países Bajos fueron considerados por la revista médica The Lancet como los mejores sistemas de salud de entre 195 países que conforman la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La publicación analizó variables como la tasa de mortalidad por enfermedades curables en cada país y la atención que se brinda a pacientes que sufren de enfermedades de alta incidencia entre los que se encuentran distintos tipos de cáncer y diabetes.
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Islandia y las vacunas
En febrero se clasificó a Islandia como “verde” debido al éxito en el combate del nuevo coronavirus. El país reforzó sus protocolos sanitarios en la frontera e hizo obligatorio para los visitantes la realización de dos pruebas PCR, además de “cuarentenas” de cinco días.
Y como parte de las medidas sanitarias, dio continuidad a quienes tuvieron contacto con personas contagiadas mediante pruebas. Por otro lado, las personas que daban positivo al virus SARS-CoV-2 eran monitoreados durante la enfermedad.
Gracias a la secuenciación sistemática de cada caso positivo, Islandia detectó unos 60 casos de la variante británica, con lo que impidió una propagación descontrolada, destacó la agencia AFP. Este país destinó en 2020 el 8.22% del PIB, es decir, 1.12 puntos más respecto a 2019, en el que invirtió el 7.1%.
En la actualidad, este país con una población de 344,175 habitantes, suma 33 muertes, es decir, 9.5 muertes por cada 100,000 habitantes; 11,032 positivos y han suministrado 530.087 dosis según datos de la Universidad Johns Hopkins. El 73% de la población está totalmente vacunada, incluyendo a niños mayores de 12 años.
El caso de Noruega
La media de nuevos contagios reportados cada día en Noruega creció reportando 1,537 nuevos contagios diariamente en las últimas semanas, 53% más respecto a su pico anterior, reportó la agencia Reuters. A pesar de ello, el país cuenta con el segundo mejor sistema de salud, según The Lancet.
El éxito de Noruega frente al coronavirus se debió en gran parte al confinamiento y el respeto a la sana distancia adoptados por los nórdicos. Fue tal el retroceso en la mortalidad de la población que media docena de funerarias se han visto obligadas a pedir ayuda en 2020.
En marzo de 2020, Noruega impuso las medidas más restrictivas: cierre de colegios, bares y muchos espacios públicos, prohibición de encuentros deportivos y culturales, además de la reducción de los viajes al extranjero.
Este país con 5,391,369 de habitantes, registró hasta este lunes 822 muertes, es decir 15.2 defunciones por cada 100,000 habitantes y 167,793 contagios. En lo que va de la pandemia se han administrado 7,205,502 de vacunas. Y el gasto público en sanidad en 2020 alcanzó el 9.76% del PIB, un 0.73% superior al de 2019, que fue el 9.03%.
Actualmente las restricciones de aforo se mantienen en los gimnasios, eventos deportivos y culturales, así como en restaurantes y reuniones públicas, ante el temor de una cuarta ola de la COVID-19, según la agencia EFE.
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Países Bajos y el golpe por exceso de confianza
La revista The Lancet destacó el sistema de salud de Países Bajos como el tercer mejor del mundo. Con una población del 17,475,415 suma 22,007,305 de vacunas aplicadas y 18,410 decesos, es decir, 105.3 muertes por cada 100,000 habitantes.
Todo marchaba bien y no había números elevados de contagio, sin embargo se levantaron las medidas sanitarias en junio y para el siguiente mes, los contagios por COVID-19 aumentaron un 500%, hasta este lunes son 1,990,176 los casos confirmados.
Por ello, se ordenó el cierre de bares a medianoche; mientras que se determinó que las discotecas y clubes suspendieran el servicio hasta el 13 de agosto. Aunque se relajaron las medidas para el ingreso de turistas, aceptando en los aeropuertos, los certificados digitales de COVID-19 de la Unión Europea.
En abril de 2020, para mitigar los contagios, Países Bajos cerró aquellos sitios en los que pudiera haber contacto físico, como: peluquerías, burdeles de la zona roja, bares y cafeterías donde se vende cannabis.
Además, cerraron escuelas, guarderías y universidades. Y se lanzaron campañas sobre las medidas sanitarias como el lavado de manos, evitar contacto con personas que presentaran resfriado y el evitar acercarse a animales.
En 2020, el gasto público en salud fue del 9.49% del PIB, lo que representó un incremento del 1.09% con respecto al 8.4% del 2019.
¿Deben otros gobiernos copiarle a estos países algunas tácticas para frenar la pandemia?
