Cumbre de Las Américas: EU no invita a países no democráticos, pero sí a otros que están en la frontera del autoritarismo

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La Cumbre de Las Américas es el evento donde los países del continente americano buscan definir una agenda regional en temas políticos, económicos y sociales. No obstante, este año el anfitrión, Estados Unidos, decidió dejar fuera a Venezuela, Cuba y Nicaragua.

De acuerdo con Brian Nichols, secretario adjunto para el Hemisferio Occidental del Departamento de Estado, estos países no fueron requeridos porque no respetan la Carta Democrática Interamericana. Mediante este instrumento los miembros de la Organización de los Estados Americanos (OEA) se comprometen a respetar los derechos humanos, el estado de derecho, y celebrar elecciones libres y justas.

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The Economist, una revista británica especializada en relaciones internacionales y economía, realiza cada año un índice que evalúa la democracia asignando una calificación del 1 al 10 categorizar a los países como democracias completas, democracias con fallas, régimen híbrido y régimen autoritario.

Canadá, Uruguay y Costa Rica son los únicos países Americanos que la revista británica considera democracias completas. Ni siquiera Estados Unidos entró en esta categoría.

Como anfitrión de la Cumbre, Estados Unidos decidió excluir a países que considera poco democráticos. Sin embargo, también invitó a países como Haití, México, El Salvador o Brasil, que tampoco cumplen al pie de la letra los principios de la Carta Interamericana y que aparecen en el índice de The Economist más cerca de los regímenes autoritarios que de los completamente democráticos.

Índice de democracia de las Américas

Este año, de los 35 países que conforman la Organización de los Estados Americanos, para The Economist, tres son democracias completas, ocho democracias con fallas, once regímenes híbridos y cuatro regímenes autoritarios.

La mayoría de los países americanos se consideran regímenes híbridos. Esto quiere decir que a pesar de que existen elecciones libres, estas a menudo presentan irregularidades, el estado de derecho es débil y hay poca libertad de prensa, así como falta de independencia del poder judicial.

De acuerdo con este índice, menos de la mitad de la población del mundo vive en una democracia y América Latina presentó un retroceso con respecto a la edición pasada, al bajar su calificación general de 6.09 a 5.83. Según The Economist, esto se debe al mal manejo de la pandemia, provocando mayor tolerancia al autoritarismo entre la población.

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Aunque existen diferentes puntos de vista en cuanto a si se puede o no categorizar un concepto como la democracia, el índice de The Economist se elabora a partir de cinco categorías que nos brindan información con respecto al proceso electoral, el funcionamiento del gobierno, la participación política, la cultura política y las libertades políticas. Estas categorías son útiles para observar los matices entre las calificaciones que se le otorgan a diferentes países.

En la gráfica anterior observamos que, a pesar de que los Estados Unidos tienen una calificación alta en el proceso electoral, participación política y libertades civiles, no tiene calificaciones tan altas en cuanto a funcionamiento del gobierno y cultura política; recordemos que la mitad del congreso esta integrado por el Partido Republicano, el cual es más autoritario que democrático.

El Salvador y Brasil tienen inclusive una mejor calificación en el proceso electoral que los Estados Unidos. Por el otro lado, México tiene una calificación alta de participación política y Brasil destaca en cuanto a las libertades civiles. Sin embargo, en estos tres países existen violaciones a derechos humanos, se presentan otros datos y se pretende centralizar el poder en lugar de democratizar la toma de decisiones.

En el caso de los autoritarios, sólo Haití tiene calificación en el proceso electoral, pero al mismo tiempo tiene cero en el funcionamiento del gobierno. El presidente de Haití fue asesinado hace casi un año y aún no se han llamado a nuevas elecciones. Si los principios democráticos son el factor decisivo para recibir una invitación a la Cumbre, de acuerdo con el índice de The Economist, Haití tampoco debió de haber recibido invitación.

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Exclusión de los gobiernos autoritarios

María José Urzua, estudiante del Doctorado en asuntos internacionales de la Universidad de Princeton, asegura que en ocasiones anteriores Estados Unidos ha sido hipócrita con respecto a sus relaciones internacionales: “Estados Unidos siempre invitó a quien quiso, incluído a los dictadores que eran sus aliados, ahí estaba el Chile de Augusto Pinochet, la Argentina de Jorge Videla, la Guatemala de Rios Montt”.

Sin embargo, también nos expone la relevancia de este foro, ya que es la oportunidad de concertar una agenda hemisférica. En primer lugar, porque existen muchos retos comunes en la región sobre los que es importante dialogar y, en segundo, tenemos una vecindad ineludible con Estados Unidos por lo que “necesitamos tener un foro en el que todos los países de la región se sienten a dialogar también con Estados Unidos y Canadá.”

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Además, “durante prácticamente toda la historia de la Cumbre, EU decidía a quién invitar, por eso es tan importante y simbólico que en 2015 Obama haya decidido invitar a Cuba y creo que seguir con esta línea de invitar a quienes incomodan habla de que necesitamos espacios de diálogo entre todos“, nos comentó María José Urzua.

Al preguntar por la postura de México y otros países de exigir la presencia de todos los gobiernos, la especialista considera que “le manda la señal a Estados Unidos que en un mundo multipolar, si quiere seguir siendo el primero entre pares, también tiene que ofrecer cosas a cambio“. 

Al día de hoy existen menos incentivos para atenerse a la agenda de Estados Unidos, por ejemplo, para esta edición de la Cumbre de las Américas no están proponiendo acuerdos atractivos de inversión ni de comercio.

En suma, existen más beneficios de incluir que excluir a todos los países de la región. Esta semana miembros del Congreso de los Estados Unidos enviaron una carta al presidente Biden dónde señalan que no se obtendrán beneficios de aislar a otros países

El Secretario de Estado, Anthony Blinken reconoció que “el debate sobre qué sistema funciona mejor para las personas a las que se supone que debe servir es algo que deberíamos recibir con beneplácito”. No obstante, no se podrá dar este debate porque a pesar de las presiones, ni Cuba, ni Nicaragua asistirán.Por su parte, Nicolás Maduro, presidente de Venezuela, asistirá a manera de protesta contra el imperialismo.

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