En la X Cumbre de Líderes de América del Norte, México debe encontrar una solución a las controversias y roces que se han generado sobre el cumplimiento de cláusulas del Tratado de Libre Comercio entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) en materia energética, señaló el doctor Francisco Gil Villegas, profesor investigador del Centro de Estudios Internacionales de El Colegio de México.
En julio 2022, el gobierno de México fue llamado a consultas por Estados Unidos y Canadá, a raíz de la propuesta de reforma constitucional en materia energética que promovió el presidente Andrés Manuel López Obrador para que explique por qué favorece indebidamente a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y a Petróleos Mexicanos (Pemex) en el marco del T-MEC.
En abril de 2022, el presidente impulsó una reforma constitucional en materia eléctrica que no fue aprobada por el Congreso de la Unión, porque Morena no logró la mayoría calificada.
Te recomendamos: ¿No pasa nada? Pleito energético con EU y Canadá podría costar dos veces la cancelación del NAIM
La reforma pretendía darle prioridad a la CFE frente a la inversión extranjera, lo que difiere de lo que establece el T-MEC sobre que las empresas del Estado deben otorgar un trato no menos favorable a las empresas privadas nacionales o extranjeras.
Pero la Ley de la Industria Eléctrica (LIE), aprobada en marzo de 2021, -y sujeta actualmente a revisión judicial a través de amparos interpuestos por compañías privadas- ya da prioridad a las centrales de la CFE y afecta a generadores privados. Igualmente, la Ley de Hidrocarburos hizo más fácil suspender permisos de compañías privadas y fortaleció la infraestructura pública a favor de Pemex.
Apenas en diciembre de 2022, López Obrador urgió a la Suprema Corte de Justicia de la Nación a atraer y resolver los amparos contra la LIE. Ley que ha estado suspendida, por casi dos años, por jueces federales, ya que los amparos están pendientes de sentencia en dos Tribunales Colegiados Especializados en Competencia Económica.
Biden viene con actitud positiva
De acuerdo con el análisis de Gil Villegas, Estados Unidos “tiene interés en no irse a los paneles, pues finalmente sabe que fallarían en contra de México”.
Si se detonaran los paneles generaría una situación económica adversa para México, pues provocaría retiradas de inversión, lo que incrementaría el desempleo y afectaría principalmente a los sectores duros de apoyo al gobierno de López Obrador, señaló el también doctor en Estudios Políticos por la Universidad de Oxford.
Pero a ninguno de los tres países les conviene llegar a los paneles por la importancia que tiene la integración del bloque económico norteamericano, puntualizó el investigador.
“A López Obrador le convendría presentar la X Cumbre como un éxito para México. En el sentido de que no nos fuimos a los paneles de discusión, que se resolvieron los problemas y que hubo concesiones importantes”, de parte de los tres gobiernos, nos dijo.
Gil Villegas también considera que “el presidente Joe Biden viene con una actitud muy conciliatoria, generosa”, por la enorme importancia que tiene México para la economía de los Estados Unidos y viceversa.
Por tanto, dijo, en la X Cumbre los tres gobiernos pueden llegar a algunos acuerdos con voluntad política, sobre todo si el canciller Marcelo Ebrard “quien tiene mucho mayor conocimiento de estas cuestiones que López Obrador, sabe qué es lo que se puede conceder a cambio de obtener algunas ganancias para México”.
Recuperación económica
El futuro de la recuperación económica de México depende de su relación con EU y Canadá, porque el país sigue teniendo proyecciones de índice de crecimiento del Producto Interno Bruto muy bajo, así como problemas de inflación y de estancamiento, detalló Gil Villegas.
La X Cumbre representa una oportunidad para que México aproveche las “ventajas comparativas que dependen de esta relación especial con el bloque de norteamérica”, de lo contrario las consecuencias “pueden acabar siendo desastrosas” para la economía mexicana, coincidió el académico.
“Vamos a ver gestos de buena disposición por parte del gobierno de Biden para tratar de resolver los problema” y el presidente López Obrador también debe de entender que no somos un país aislado y que “estamos anclados a un bloque comercial, del cual somos afortunados al pertenecer geopolíticamente”, apuntó.
Consultas y paneles
Según nos explicó Oscar Ocampo, investigador en temas de energía y comercio exterior del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), el T-MEC tiene dos mecanismos de solución de controversias, una de estas son los paneles Estado – Estado.
Cuando un Estado considera que el otro no está cumpliendo con las cláusulas del T-MEC puede iniciar un procedimiento de consultas o un diálogo para buscar una solución. En caso de que no se llegue a un arreglo, en un plazo de 75 días, el Estado demandante puede iniciar un panel arbitral, para el cual se eligen a tres o cinco panelistas que muestren evidencia y tomen una decisión.
Si el Estado acusado pierde, tiene 45 días para corregir la medida, pero si no la corrige puede ser sujeto de aranceles punitivos o de otro tipo de cancelación de beneficios comerciales por un monto equiparable al daño que el panel estime se ocasionó.
“Es decir, ¿por cuánto fue el daño que causaste con la política energética? Y por ese monto te voy a imponer aranceles”, ejemplificó el investigador.
En principio, Estados Unidos podría detonar el panel en cualquier momento, pero no lo ha hecho y los gobiernos siguen en diálogo, lo cual “es positivo y sin lugar a dudas será un tema durante la Cumbre”, señaló Oscar Ocampo.
También puedes leer: Seguridad, energía, migración y medio ambiente, los temas para la Cumbre AMLO-Biden-Trudeau
Fortalecimiento de la frontera
“El fortalecimiento de las fronteras con nuestro país es para Biden un problema, al parecer, mucho más importante” que los temas que las autoridades mexicanas marcaron como los ejes de la cumbre trilateral -diversidad, inclusión, medio ambiente, competitividad, migración, desarrollo, salud y seguridad de la región-, apuntó el académico.
Para ese objetivo, Biden anunció el pasado 5 de enero el programa migratorio con el que daría mensualmente 30,000 permisos migratorios a personas de Cuba, Nicaragua, Venezuela y Haití.
Además, Biden también señaló que el tráfico de fentanilo es un problema que tiene que resolverse, pues tiene que ver con el problema de narcotráfico y la seguridad de las fronteras, por tanto, puntualizó Gil Villegas, “también viene a negociar con México qué hacer con esto”.
Ovidio Guzmán y el fracaso de los ‘abrazos no balazos’
Cuatro días antes del inicio de la X Cumbre de Líderes de América del Norte, el gobierno mexicano capturó al hijo de El Chapo Guzmán y líder del Cártel de Sinaloa, Ovidio Guzmán López.
“La perspectiva que tenía Estados Unidos sobre la estrategia (‘abrazos no balazos’) del gobierno de López Obrador para combatir el narcotráfico era sumamente deficiente”, pero la detención de Ovidio Guzmán cambia esta visión, señaló Gil Villegas.
Ya que, afirmó, el mensaje que da el gobierno mexicano con el arresto del hijo de El Chapo es “tenemos los recursos y la capacidad para enfrentar al crimen organizado”.
Para Estados Unidos y la DEA (Administración de Control de Drogas, por sus siglas en inglés) es un claro mensaje del fracaso rotundo de la política de los abrazos no balazos, aseguró el académico.
Este hecho, añadió, “se adelanta a la posibilidad de una crítica o una preocupación diplomática que podría traer el presidente Biden, en el sentido de que el gobierno (de AMLO) no ha hecho su tarea de resolver el problema de inseguridad”.
“No es un regalo al presidente Biden en su primera visita a México, sino una forma de decirle ‘sí estamos atendiendo el problema de la seguridad interna, lo estamos atendiendo con nuestros propios recursos, lo vamos a juzgar de acuerdo a las leyes mexicanas y después consideraremos el caso de la extradición’”.
Gil Villegas considera que el gobierno mexicano puede utilizar el arresto de Ovidio Guzmán como un arma de negociación, con la cual buscarían temas a conceder en términos políticos y económicos. Además de probar que México “defendió su soberanía, respecto a la cuestión de la seguridad, demostrando que sí puede afrontar el problema de la inseguridad”.
También puedes leer: Tres años después del ‘Culiacanazo’ y a días de que llegue Biden, Guardia Nacional y Ejército capturan a Ovidio Guzmán
¿Qué más negociar en la X Cumbre?
Gil Villegas expuso que el gobierno de Canadá podría hacer una petición al gobierno de México para regularizar, poner leyes fijas y eliminar todas las barreras de “burocracias irracionales que entorpecen el flujo comercial”, procesos de importación y exportación en las aduanas y puertos mexicanos.
Estas barreras, nos explicó, han tornado muy complicada la logística y el transporte de mercancías, especialmente para la adquisición de productos electrónicos por parte de pequeñas empresas, a pesar de que el T-MEC prohíbe limitar arbitrariamente la operación en un puerto o una aduana.
Otros de los temas que se abordarán en la X Cumbre será la movilidad laboral, un tema que forma parte de la agenda migratoria y económica, expuso Oscar Ocampo.
Además de la prohibición del uso del maíz transgénico y del glifosato en México considerada a partir de enero de 2024. Este es uno de los puntos “más ríspidos” en la parte comercial, México es el segundo comprador de maíz de Estados Unidos, después de China.
La relación comercial más importante que tiene México es con Estados Unidos. México -según datos de noviembre de 2022 de EU-, compró el 15% de las exportaciones estadounidenses; por tanto, es el segundo mayor comprador de EU, después de Canadá que tiene el 17%, refirió Oscar Ocampo.
Además, América del Norte representa el 26% de la economía global, es “uno de los principales bloques comerciales a nivel mundial”, por eso “México tiene que apostar por una mayor integración comercial” con Estados Unidos y Canadá, concluyó.
