Las elecciones en Estados Unidos se llevarán a cabo el 3 de noviembre, en ellas, se disputarán la presidencia de ese país el candidato Joe Biden por el Partido Demócrata y Donald Trump por el Partido Republicano.
Pero, ¿qué pasaría si el presidente que busca la reelección, en este caso Donald Trump, no quiere dejar el cargo?
Para Amando Basurto, investigador del Instituto José María Luis Mora y de la UNAM, esto es prácticamente imposible, no se puede negar a dejar la presidencia, su propio partido lo detendría.
“No es tan fácil mandar al diablo a las instituciones. Nosotros en México escuchamos de alguien que quería mandar al diablo a las instituciones, pero Estados Unidos sí tiene quien las mande al diablo. Inmediatamente el Senado intentaría detener a Trump si quisiera hacer eso”, nos dijo el especialista.
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De acuerdo con Basurto, el equipo de Trump lo que podría hacer es llevar a la Corte la mayoría de casos posibles para tratar de revertir los resultados negativos que pudiera haber en algunos estados, si es que los pierden.
La polarización, en manos del presidente Trump
La postura del presidente respecto al resultado de las elecciones influirá en el ánimo y las reacciones de los habitantes de Estados Unidos ante los resultados.
Este lunes diversos medios de comunicación en EU calificaron el día de la elección como “el día del juicio final”, debido a las posibles confrontaciones entre fuerzas civiles armadas tanto de extrema derecha, como de minorías raciales, cuyas capacidades han sido exhibidas en las últimas semanas.
“Por más terco que haya sido, el presidente Donald Trump tendría que llamar a la confrontación para que el miedo a una guerra civil que tienen tanto la sociedad y los medios de comunicación en Estados Unidos se lleve a cabo”, nos dijo Juan Pablo de Leo, director de Politico.MX, conductor en ADN 40 y especialista en procesos electorales internacionales.
Estados Unidos está polarizado, siempre lo ha estado, nos dice Juan Pablo de Leo, al explicar que este tipo de movimientos son horizontales. Es decir, no tienen un liderazgo único, no provienen de ningún estado en particular y su origen es más un tema etno-nacionalista.
Lo que significa que no se trata de un “bando” o un ejército con una sola ideología.
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El temor por los grupos armados en EU
Las milicias que están en Estados Unidos son reconocidas y amparadas por la propia Constitución de ese país, y reconocen en ellas a una autoridad incluso mayor que la del estado de donde son originarias y del gobierno federal, nos explicó Amando Basurto.
“La enmienda número dos garantiza la tenencia y el porte de armas de manera legal a los estadounidenses. Esa enmienda tenía el objetivo de legitimar y legalizar las milicias de los estados que a finales del siglo XVIII para defenderse ante cualquier abuso del gobierno federal”, detalló.
No ha habido un caso en el que estos grupos militares se levanten frente al gobierno federal, agregó Basurto. Según explicó, el problema es que si se levantan en estos momentos, ya cuentan con armas de alto calibre.
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“El Tea Party empezó como un movimiento al interior del Partido Republicano, con una ideología más independiente, que lo que quiere es acabar con el gobierno, quiere un mercado más libre y un gobierno mucho más pequeño”, dijo Juan Pablo de Leo.
Estas milicias son en su mayoría provenientes de zonas rurales y surgieron a partir de que llega Barack Obama a la presidencia, porque no querían un presidente afroamericano en Estados Unidos.
“Que llegue a un tema de guerra civil como lo plantean los medios de comunicación, lo veo complicado”, concluyó Juan Pablo de Leo.
¿La reacción de Donald Trump ante los resultados de las elecciones en Estados Unidos calmará los posibles enfrentamientos de la ciudadanía armada?
