El excesivo consumo de drogas en barrios de Estados Unidos como Kensington, Filadelfia y Skid Row, en Los Ángeles, California, se ha vuelto tan grave que atrae a cientos de personas de aquel país a esas y otras zonas en busca de sustancias, incrementando la situación de pobreza y prostitución en la que se encuentran las personas que ahí viven.
Una de las sustancias más peligrosas es el fentanilo que es altamente adictivo. Su consumo es considerado un problema creciente para la salud pública de la ciudadanía de Estados Unidos. Aunque es legal para uso médico, muchos adictos lo consumen sin conocimiento, corriendo el riesgo de una sobredosis mortal.
La droga es tan potente que es hasta cincuenta veces más poderosa que la heroína y 100 veces más que la morfina. Los efectos del fentanilo incluyen sedación, problemas respiratorios y deficiencia visual, además de cansancio y es especialmente peligrosa cuando se combina con otras sustancias, como el alcohol.
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Según los servicios sociales, alrededor de 300 personas viven sin hogar en Filadelfia y la mayoría de estas personas son adictas a las drogas, incluido el fentanilo. Muchas de ellas, desesperadas por conseguir su próxima dosis, se convierten en presa fácil de los traficantes que abundan en Kensington Avenue.
La ciudad ha intentado abordar el problema del fentanilo en Kensington, pero los resultados han sido limitados. La policía realiza redadas periódicas en la zona para detener a traficantes y decomisar drogas, pero la oferta de fentanilo parece ser inagotable.
Skid Row en Los Ángeles, California es otra de las zonas en donde se concentran miles de personas sin hogar adictas al fentanilo. Se estima que alrededor de 4,000 indigentes duermen cada noche en las banquetas de Skid Row en tiendas de campaña improvisadas o bajo cartones y periódicos.
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Sobredosis por opioides mataron a 500,000 personas en dos décadas
Las sobredosis de opioides han sido responsables de la muerte de 500,000 personas en las últimas dos décadas en los Estados Unidos, según los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) y cobran la vida de 136 personas cada día, así sean recetados o ilegales.
Las tasas de muertes por sobredosis relacionadas con opioides sintéticos que incluyen -fentanilo y semejantes- aumentaron por encima del 16 % desde el 2018 al 2019. En el 2019 fue casi 12 veces superior a la tasa del 2013.
Según datos de los CDC, más de 36,000 personas murieron a raíz de sobredosis que incluyeron opioides sintéticos en el 2019 y los números más recientes de muertes por sobredosis por drogas indican -hasta mayo del 2020- un aumento de muertes por sobredosis durante la pandemia de COVID-19.
Xilacina, el sedante animal que están usando en EU para drogarse
El fentanilo ya no es la mayor preocupación en Estados Unidos, las autoridades detectaron el incremento en el consumo humano de la xilacina, un sedante de uso veterinario que tiene efectos devastadores en las personas.
El Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas (NIDA por sus siglas en inglés) de ese país publicó que se ha vinculado al abuso de la xilacina con una cantidad creciente de muertes por sobredosis, ya que además de ser una sustancia muy potente, también es fácil de adquirir.
En los llamados “barrios zombies”, como Kensington, Filadelfia, se ha encontrado la xilacina, -también conocida como Tranq- en nueve de cada 10 diez muestras analizadas en laboratorios y la cantidad de personas que la consumen se ha incrementado de manera veloz.
El NIDA estima que entre 2015 y 2020, el porcentaje de todas las muertes por sobredosis de drogas en las que hubo presencia de xilacina aumentó del 2% al 26% en Pensilvania. La xilacina estuvo vinculada con el 19% de todas las muertes por sobredosis de drogas en Maryland en 2021 y con el 10% en Connecticut en 2020.
Las investigaciones han demostrado que la xilacina se agrega con frecuencia a los opioides ilícitos, incluido el fentanilo, puesto que consumir fentanilo que contiene xilacina extiende sus efectos eufóricos, aunque las consecuencias de su uso frecuente son graves, ya que uno de sus peores efectos secundarios es la aparición de llagas, abscesos y lesiones en la piel.
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La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, en inglés) prohibió la importación de medicamentos que contengan xilacina para intentar controlar su uso desmedido y potencialmente dañino.
Estos barrios, como Kensington o Skid Row, que generan una enorme preocupación por el abuso de drogas son comparados con escenas de películas de terror, pues por las calles caminan personas con la mirada perdida, dispersas y consumiendo drogas a plena luz del día frente a la presencia de quien sea. Como zombies.
Estos casos dejan claro que la raíz del problema es mucho más profunda y que por más esfuerzos prohibicionistas que se realicen, siguen apareciendo sustancias, cada vez más peligrosas, que atentan contra la salud y la vida de miles de personas.
