Informe financiero de Pemex tiene errores contables y le falta transparencia

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Petróleos Mexicanos (Pemex), la apuesta del presidente Andrés Manuel López Obrador que en 2020 ya nos ha costado lo equivalente a 171 aviones presidenciales como el que (no) se va a rifar en septiembre, presentó el 28 de julio pasado su reporte financiero para el segundo trimestre del año (abril-junio).

A pesar de que las cifras de la petrolera muestran que en los primeros seis meses de 2020 hubo una pérdida neta de 581 mil millones de pesos, la magnitud de ésta sorprendió a analistas pues, con la caída histórica de los precios del petróleo que se registró en mayo, el escenario pintaba para ser peor.

Sin embargo, parece ser que las pérdidas no son la única mala noticia. El centro de análisis México Evalúa revisó a detalle el informe financiero presentado por la empresa estatal y descubrió malas prácticas en la transparencia del reporte, así como errores contables que hablan de un intento por “maquillar” la situación de la empresa.

Los ¿errores? contables de Pemex que aumentan los ingresos

En Cuestione dimos a conocer que después de revisar la información financiera de la petrolera, Gonzalo Monroy -director de la consultora GMEC y experto en temas energéticos- detectó inconsistencias que referían a que la empresa estaba contabilizando la lucha contra el huachicol como un ingreso.

México Evalúa encontró que en el rubro de ingresos, en la partida contable “otros”, se incluyó el ahorro o disminución por merma, nombre técnico que refiere al ahorro por combate al robo de combustible (huachicol).

Esta partida aumentó casi 7 veces en comparación con lo que habían reportado en el primer semestre de 2019, al pasar de poco más de dos mil millones de pesos a trece mil 629 millones de pesos en 2020. 

El centro de análisis explica que esto implica que Pemex estaría contabilizando doblemente los volúmenes de combustible vendidos y “ahorrados”, lo cual, además de ser un error contable que infringe las Normas de Información Financiera (NIF), implicaría un presunto incremento artificial de los ingresos de la empresa.

Las otras inconsistencias de Pemex

Destaca que en su reporte financiero, la empresa productiva del Estado reportó que el 99% de la producción de petróleo crudo depende de ella, mientras que sólo 1% de la producción depende de contratos emanados de las rondas petroleras, a cargo de empresas privadas.

Pero esa información no coincide con la información recopilada por la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), órgano autónomo que regula y promueve las actividades de exploración y extracción de hidrocarburos en el país y que, hasta junio, reportaba que 3% de la producción era realizada por operadores externos a Pemex.

Un segundo tema que México Evalúa resalta es la deuda de corto plazo de Pemex, la cual asciende a 263 mil 766 millones de pesos -dos veces el presupuesto aprobado para la secretaría de Salud en 2020-. 

Sin embargo, con las pérdidas que registra en el primer semestre sumadas a un flujo de efectivo negativo de 37 mil 882 millones de pesos, no queda claro cómo va a pagar esas obligaciones a corto plazo entre julio y diciembre de este año.

Finalmente la empresa, buscando mostrar información positiva en su reporte, presentó un indicador que compara el apoyo económico que ha recibido por parte gobierno con todos los impuestos y derechos que paga.


Esta lámina muestra que por cada peso que el gobierno mexicano invirtió en Pemex en el primer semestre de 2020, recibió 4.3 pesos en retorno. Pareciera una buena noticia si México Evalúa no hubiera observado que, con la información presentada en el reporte, no es posible hacer el cálculo, además de que no se cuenta con información públicamente disponible para verificarlo.

El centro de análisis explica que con el uso de este indicador, Pemex se aleja del objetivo que mandata la ley: generar valor económico que solo podrá lograrse con mayor rentabilidad, productividad y valor patrimonial.

La importancia de información de calidad

México Evalúa explica que estos reportes son “piezas de información clave para los actores interesados -principalmente inversionistas-” por lo que, en un contexto donde las calificadoras internacionales le quitaron el grado de inversión a la petrolera, la transparencia y las buenas prácticas deberían ser la regla.

“La calidad de la información debe hacer posible el seguimiento, la fiscalización y la evaluación constante para poder estimar con alta confiabilidad el grado de vulnerabilidad que pudiera impactar en los resultados y el valor patrimonial de la empresa”

México Evalúa

Y añade que estas fallas en la transparencia corporativa de una empresa de la talla de Pemex podrían tener consecuencias muy graves tales como “la pérdida de valor de los instrumentos financieros o, en casos más extremos, la ejecución de demandas por acciones colectivas –class actions– por parte de inversionistas afectados por la incertidumbre y falta de predictibilidad sobre los resultados y valor patrimonial”. 

A pesar de que la información trimestral de Pemex puede cambiar en lo que resta del año y hasta que se publiquen los reportes anuales, auditados por una firma externa e independiente, estas acciones podrían ocasionar que Pemex, y el gobierno que tanto le apuesta a su funcionamiento, podrían terminar pagando millonarias sumas de dinero.

¿Se corregirán estas “inconsistencias”?

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