A 365 días de que las bombas rusas comenzaron a caer sobre Ucrania el 24 de febrero de 2022, el gobierno de Rusia es quien más ha perdido con la invasión, decisión que ha sido condenada por la mayoría de la comunidad internacional, nos expusieron especialistas.
En vísperas del aniversario del inicio del conflicto bélico, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó con 142 votos a favor (entre ellos México), siete en contra (Rusia, Bielorrusia, Corea del Norte, Eritrea, Nicaragua, Mali y Siria) y 32 abstenciones (Cuba, China, India y una parte de África), una resolución que no es “vinculante” -pues no obliga a Rusia a cumplirla- pide la “retirada inmediata e incondicional” de las tropas rusas, el cese de las hostilidades y una paz “justa y duradera”.
Una invasión por demás injustificada, porque dos días antes de que el mandatario ruso, Vladímir Putin, ordenara “la operación especial militar” contra Ucrania, su gobierno ya tenía “ganada la batalla”: todos los objetivos que había estado buscando los tenía el 22 de febrero de 2022 “sin haber disparado un solo tiro”, nos expuso Francisco Gil Villegas, profesor e investigador del Centro de Estudios Internacionales de El Colegio de México (El Colmex).
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Para esa fecha, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) ya le había dicho a Ucrania que no podía considerar su solicitud de ingreso y el presidente Volodímir Zelenski había aceptado que, por el momento, no era posible que Ucrania ingresara a la OTAN.
Los territorios de Donestk y Lugansk ya habían proclamado su independencia y por tanto formaban “parte de las repúblicas prorrusas”. Un año después de la invasión, el ejército ruso ni siquiera puede controlar esa región, apuntó el académico.
Además, nos explicó, para el 22 de febrero del año pasado, Putin tenía intactos sus dos gasoductos en el norte, en el Mar Báltico, para proporcionar gas a la Unión Europea, especialmente a Alemania, su principal comprador, que dependía en un 60% del gas ruso, sobre todo durante el invierno.
Uno de los gasoductos estaba a punto de terminarse y si Putin no hubiera invadido Ucrania se hubiera concluido rápidamente su construcción y esto hubiera incrementado el nivel de dependencia de Alemania al gas ruso.
“En términos económicos, Rusia no hubiera tenido todas las sanciones que provocó su decisión de invadir Ucrania”. Ahora, Rusia es el país más sancionado en todo el mundo, ha recibido diez paquetes de sanciones económicas por parte de la Unión Europea, Estados Unidos, el Reino Unido y otros países en respuesta a la invasión.
Lo más importante, nos dijo Gil Villegas, es que antes de la invasión Rusia era considerada una potencia militar de “primer rango”, con una capacidad de fuego realmente desconocida, que podía usar como una amenaza para conseguir sus objetivos.
“Pero ahora, todo mundo ya vio que el poderío militar de Rusia está muy lejos de ser el heredero del poder militar soviético. Su ejército ha demostrado ser ineficiente, pues ha sido derrotado una y otra vez por el ejército ucraniano a lo largo de este año en distintas regiones”, apuntó.
Un año después, Rusia quisiera tener todo lo que ya tenía aquel 22 de febrero de 2022, pero ya no puede porque cometió “muchos errores de cálculo”. El primero fue subestimar la respuesta, resistencia y los apoyos que ha recibido Ucrania, sostuvo el experto.
“Rusia no esperaba la resiliencia ni la estrategia de Ucrania. Quizá pensaba que era muy fácil apoyar a un grupo separatista, como lo ha hecho en otras ocasiones, generar un nuevo orden político y fragmentar un país”, nos expuso también la doctora Arlene Ramínez Uresti, internacionalista y académica de la Universidad Iberoamericana.
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Crímenes de guerra
El pasado 21 de febrero el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, informó que durante los últimos doce meses el conflicto bélico cobró la vida de 8,006 civiles y ha dejado a 13,287 personas heridas. Pero los datos con los que cuenta su Oficina “son sólo la punta del iceberg”, advirtió.
“En medio de la escasez de agua y electricidad durante los fríos meses de invierno, casi 18,000,000 de personas necesitan urgentemente asistencia humanitaria. Unas 14,000,000 personas han sido desplazadas de sus hogares”, dijo Volker Türk.
La Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos (ACNUDH) indica que la mayoría de las bajas civiles registradas hasta el 13 de febrero de 2023 “se debieron al uso de armas explosivas”, incluidos bombardeos de artillería pesada, sistemas de lanzamiento de cohetes múltiples, misiles y ataques aéreos.
Durante todo el conflicto, la ACNUDH ha dicho que las cifras reales de personas heridas y muertas son “considerablemente más altas”, porque la recepción de la información tiene retrasos debido a las intensas hostilidades y porque “muchos informes aún están pendientes de ser corroborados”.
“Es una invasión errada, catastrófica e injustificada, donde se están cometiendo crímenes de guerra. Porque frente a las derrotas del ejército ruso, este bombardea a la población civil ucraniana. Por lo cual Vladímir Putin tendrá que dar cuentas, incluso con posibilidades de acusación de genocidio por ser criminal de guerra”, consideró el investigador de El Colmex.
Efectos, a un año de invasión Rusa
Doce meses después de la invasión, el país más afectado es por supuesto Ucrania, que está devastada, “pero al mismo tiempo, su población ha defendido su soberanía territorial frente al ejército ruso”, sostuvo Gil Villegas.
Y es Rusia quien ha tenido que sufrir las consecuencias económicas de perder sus principales clientes de gas y del petróleo que produce, por lo que ha tenido que bajar su producción pues no tiene a quién vendérselo, indicó.
La estrategia de Rusia fue “estrangular la cadena de suministros” energéticos y el flujo de materia prima -granos- para la producción de alimentos, lo que aumentó los precios. Y con esto “presionar a los países europeos miembros de la OTAN a bajar la intensidad de su apoyo hacia Ucrania”, nos explicó Arlene Ramírez.
A pesar de lo anterior, otra de las derrotas de Rusia luego de un año de invasión es el fortalecimiento de la OTAN. Por ejemplo, Finlandia y Suecia, dos países europeos tradicionalmente neutrales, decidieron incorporarse a la OTAN y así “retar abiertamente al ejército ruso”, apuntó Gil Villegas.
“Francia y Alemania tenían posiciones diferentes con respecto a qué se podía hacer con Rusia y no aceptaban que Estados Unidos tuviera un liderazgo, que tuvieron que aceptar una vez que inició la guerra”. Asimismo, Gran Bretaña y el Reino Unido ahora reconocen “el liderazgo indiscutible de EU”, indicó Gil Villegas.
Así Estados Unidos asentó su liderazgo en la OTAN y por el contrario Rusia perdió prestigio y credibilidad en su ejército, consideró el académico.
Además, agregó, las sanciones económicas a Rusia ya pegaron directamente a su población. “Las sanciones están provocando una sensación de recesión económica que está siendo muy impopular en amplios sectores de la clase media”.
“La economía rusa se está sosteniendo fundamentalmente del apoyo que le da China, pero no es suficiente. Rusia está en serios problemas de carácter económico”, nos expuso el investigador.
A pesar de los pronósticos, el retiro de los energéticos rusos no provocó un fuerte golpe a la economía de la Unión Europea, quien “demostró ser mucho más fuerte y tener posibilidades de obtener recursos en otros lados y administrar muy bien los recursos energéticos”.
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La amenaza nuclear y el factor China
El 23 de febrero pasado, Putin anunció la reactivación de sus fuerzas nucleares y el despliegue de nuevos misiles intercontinentales. Esto luego de una visita sorpresa del presidente estadounidense, Joe Biden, a Kiev en Ucrania, el 20 de febrero. En su visita prometió más ayuda militar a Volodímir Zelenski.
El 21 de febrero, el mandatario ruso anunció la suspensión del último acuerdo para el control de las armas nucleares con Estados Unidos, que ambos países mantenían en vigor.
Arlene Ramírez nos explicó que dicho acuerdo dicta que no se puede comprar ni producir ni distribuir e involucrar a terceros en el comercio y en el flujo de armamento nuclear. A partir de la reciente decisión del gobierno ruso, este no solo puede comenzar a producir, sino comprar armamento de tecnología nuclear.
El gobierno ruso “busca elevar la intensidad de sus ataques contra Ucrania por la intervención de Estados Unidos indirectamente en el conflicto, lo que nos lleva a una elevación de la tensión bastante importante”, señaló Arlene Ramírez.
No obstante, añadió, la retórica rusa de amenazas ”en este momento beneficia a los dos países” (EU y Ucrania), pues los mercados reaccionan favorablemente a la respuesta “más firme de los EU ante la postura de Rusia”.
¿Rusia puede usar armamento nuclear y si lo hace qué efectos tendría?
Francisco Gil Villegas nos explicó que el gobierno de los Estados Unidos sabe que Putin no puede decidir por sí solo el uso de armas nucleares, ya que tiene que estar de acuerdo con los militares. “Él no tiene un botón rojo para soltar una bomba atómica. Tiene que estar en cooperación con sus fuerzas militares. Y las fuerzas rusas difícilmente pueden arriesgarse a este uso, porque inmediatamente podrían tener una respuesta armada en su territorio”.
Además, recordó que la tradición diplomática de China, desde la época de Mao Tse-Tung, señala claramente “no reconocer jamás el uso de armas nucleares contra otro pueblo u otra nación”. China considera las armas nucleares solo con carácter defensivo.
“Putin sabe que China no lo apoyaría si utiliza un arma nuclear contra Ucrania o contra algún otro país (…) Los militares rusos conocen sus límites y de usar un arma atómica saben que corren el riesgo de que el territorio ruso pudiera ser asolado por primera vez con armamento, lo que implicaría la caída de Vladímir Putin”, explicó el internacionalista.
Prolongación del conflicto bélico
La doctora Arlene Ramírez consideró que en los siguientes dos meses, por lo menos, vamos a ver la tensión elevada en la región. También se verán los resultados del apoyo de los Estados Unidos a Ucrania, lo cual podría determinar la expulsión absoluta de las tropas rusas.
Pero si los paquetes de ayuda no son suficientes o no funcionan, apuntó, “vamos a ver tristemente lo que ha pasado en otros escenarios, como Afganistán y Siria: una guerra interminable que consume una cantidad de recursos impresionantes, donde EU ha financiado gran parte del conflicto”.
De igual forma, Francisco Gil Villegas consideró que el conflicto se puede prolongar mucho tiempo aún. “La cuestión es ¿qué tanto puede resistir la población rusa?”
En los siguientes meses, “vamos a oír mucha retórica y amenazas de que ya estamos en la tercera guerra mundial (…) Pero si este conflicto llega a terminar en algún momento, Rusia y Putin son los que van a perder, no Ucrania y mucho menos a occidente”, concluyó el investigador.
