¿Qué pasa con los cuerpos de migrantes que mueren en México persiguiendo el “sueño americano”?

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“Costosos”, “lentos, burocráticos y re victimizantes”: así han descrito los procesos de repatriación de cuerpos de migrantes las familias de quienes mueren en el trayecto a Estados Unidos.  

¿Qué pasa con los cuerpos de las personas migrantes centroamericanos cuando mueren en México?

Oficialmente la respuesta es que son repatriados, es decir, regresan a su lugar de origen para que sus familiares y amigos decidan cuál será el fin de los restos, sin embargo, en la práctica el proceso es más complicado que eso. 

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Una digna sepultura cuesta mucho

Claudia Interiano es la Coordinadora Regional Justicia Transnacional, en la Fundación para la Justicia y el Estado Democrático de Derecho, una organización que entre otros temas se dedica a la protección y defensa de migrantes. 

Ella nos cuenta que las repatriaciones pueden tardar años y llegar a costarles a las familias miles de dólares pero, dependiendo del caso, los costos y tiempos, los costos pueden dispararse. 

A la familia de Juan Pablo Montoya, jóven colombiano que murió ahogado en el Río Bravo en diciembre de 2022, los abogados les cobran entre $24,000,000 y $28,000,000 de pesos colombianos (más de $100,000 pesos mexicanos) por repatriar el cuerpo. 

Las autoridades mexicanas y colombianas le informaron a la familia que debido al estatus ilegal de Juan Pablo en México no pueden cubrir los costos y solo pueden brindar asesoría jurídica. 

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Los familiares de este jóven están pidiendo ayuda económica, y a pesar de que han recibido algo de apoyo saben que la cifra que cobran los abogados es casi imposible de conseguir. 

Perdidos en las fosas

También hay quienes tardan años en localizar los restos de sus seres queridos dentro del territorio mexicano. Claudia Interiano estima que son miles los cuerpos de migrantes que se encuentran en fosas comunes o clandestinas en México. 

Uno de los casos que lleva la organización, nos cuenta Interiano, es el de los cuerpos de cuatro migrantes salvadoreños fueron inhumados en fosas comunes en Tamaulipas y cuando se pidió la repatriación, fue negada debido a que “no se mapeó bien dónde están los cuerpos”, les explicaron las autoridades mexicanas. 

En México hay más de 52,000 cuerpos sin identificar, según la organización civil Fundar; y es imposible saber cuántos de ellos son migrantes.  

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La mayoría de las repatriaciones que la FJEDD ha logrado completar han sido con cuerpos que fueron hallados en Estados Unidos, y en los mejores casos han tardado siete meses en completar el proceso. 

Bancos forenses y la sociedad civil

La sociedad civil ha tenido que llenar el vacío que las autoridades han dejado, y el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) ha sido uno de los actores principales, nos cuenta Claudia Interiano. 

La también abogada nos explicó que 2010 fue un parteaguas en la investigación forense y la identificación y repatriación de migrantes. Fue alrededor de este año cuándo la violencia en México aumentó de manera desenfrenada por lo que las desapariciones y las fosas clandestinas se convirtieron en uno de los grandes temas migratorios.

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Actualmente, la identificación y coordinación transnacional para repatriar cuerpos se lleva a cabo por medio de bancos forenses, así como sus alianzas con gobiernos de los estados mexicanos ha facilitado el proceso y ha ayudado a garantizar que los cuerpos que reciben las familias sean los de sus familiares. 

En 2009, el EAAF creó lo que se conoce como el Proyecto Frontera, el cual consiste en bancos forenses y mecanismos especializados para utilizar la tecnología de ADN para localizar cuerpos de migrantes desaparecidos.

Los bancos recuperan la información genética de cadáveres, así como la de familiares de personas no localizadas y de esta manera identifican dónde están los cuerpos de estos migrantes. 

En 2021 el Proyecto Frontera reportaba que identificaban entre el 10 y el 15% del total de los casos que tomaban; sin embargo, se espera que esta proporción vaya aumentando con el tiempo ya que en 2022 las muestras a migrantes aumentaron en un 34% y las de donantes crecieron en 43%.

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Claudia Interiano nos comenta que constantemente se está trabajando por crear bancos forenses en los países de origen, tránsito y destino de migrantes.  En México existen bancos especializados en Oaxaca y Chiapas. 

El trabajo de búsqueda, identificación y repatriación se ha dejado en gran parte a la sociedad civil y a las familias. A estos grupos les toca “hacer casi todo el trabajo del Estado”, concluye la experta.

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