Un fenómeno llamado Andrés Manuel López Obrador

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Cuando apenas iniciaba la pandemia por COVID-19, el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que “le había caído como anillo al dedo” para concretar lo que él llama “la Cuarta Transformación de la vida pública nacional”. 

Es difícil apoyar un comentario como ese. Pero en algo tiene razón el primer mandatario. El 2020 le vino, a él y a su popularidad, como anillo al dedo.

Es impresionante conocer los niveles que marcan distintas encuestas. Unas lo colocan con niveles de aprobación por encima del 50%. Otras, llegan hasta 70%. Lo cierto es que la popularidad de López Obrador goza de cabal salud.

Poco han importado los escándalos en los que se han visto envueltos personajes de su gobierno o su familia, como el caso de la prima que recibió millonarios contratos de Pemex o de su hermano Pío, a quien exhibieron en un video recaudando aportaciones para el movimiento de AMLO. Mucho menos el cuestionable manejo de la pandemia. Vaya, ni la crisis económica ha debilitado la popularidad presidencial.

Y aquí vale la pena preguntarse: ¿es este un fenómeno provocado por el propio Andrés Manuel? ¿Su estrategia mediática y de giras al por mayor le ha dado esos resultados? ¿Es esto producto de las acciones de su gobierno, del reparto de dinero directo, las megaobras o el llamado rescate de Pemex y la CFE?

Como sea, ha sido un gran año para el presidente. Su amplia popularidad ha obligado a que se de un fenómeno sin precedentes en la historia reciente del país: sus opositores le dieron la razón y conformaron un bloque al que bautizaron “Va por México”. Esta agrupación se ha conformado por el PAN, que nació como oposición al PRI, el PRD, que nació como oposición al PRI y… ¡el PRI!

El bloque parece seguir los lineamientos que les marcan los empresarios Claudio X. González y Gustavo de Hoyos, líder de la Coparmex, quienes no han tenido empacho en mostrar su férrea crítica y oposición al proyecto de Andrés Manuel, al que acusan de polarizar y dividir al país.

Pero, ¿es López Obrador el que divide y polariza? No, fueron los panistas Vicente Fox y Felipe Calderón quienes comenzaron a dividir al país. Fox era presidente cuando maniobró desde Los Pinos para tratar de descarrilar la candidatura a la presidencia de AMLO. Y fue en la campaña de Felipe Calderón, en 2006, cuando se creó la frase “Es un peligro para México” que la derecha repite hasta el día de hoy.

No solo eso: PRI, PAN y PRD se dividieron el poder en México a lo largo de los últimos 30 años. ¿Cuáles fueron los resultados? 50 millones de personas en pobreza, desigualdad, falta de oportunidades, siempre escatimaron las libertades fundamentales, una guerra sangrienta contra un narcotráfico sin control… en fin. Si hoy nos gobierna AMLO es en gran medida culpa y responsabilidad de los malos gobiernos de esos partidos.

Por eso, es difícil creerles cuando nos dicen, quienes conforman ese galimatías llamado “Va por México”, que lo hacen por rescatar a México de las garras de López Obrador y de Morena.  

En realidad, no los une el amor por nuestro país, lo que los une es el miedo a su propia irrelevancia ante un país harto de sus historias de corrupción, compadrazgo, violencia e impunidad.

Esos tres partidos unidos, apenas si alcanzan 40% en la intención de voto, suponiendo que todas las personas que pensaban votar por PRI, PAN o PRD lo hagan aún después de que se concretó esta alianza. Morena, solo, sin sus aliados, tiene 41% en muchas mediciones.

Ni juntos, vaya, logran superar, hoy por hoy, al partido del presidente. Y quedan muy lejos de sus niveles de aceptación.

Ese fenómeno llamado Andrés Manuel ha hecho bien la tarea, al menos, la de volver irrelevante a sus opositores. Usa las conferencias mañaneras para denostar lo mismo a los partidos, que a los empresarios y a los medios de comunicación que se oponen a su régimen. 

Y ellos solo atinan a contestar con una alianza que confirma lo que AMLO ha venido diciendo de ellos: son todos lo mismo. 

Eso solo es malo para la democracia por lo tanto para México.

Es por eso que esta semana analizaremos qué ha hecho bien y qué ha hecho mal el presidente de la República, pero sobre todo, haremos una revisión profunda de aquellos que integran a esa oposición que nos trajo a Andrés Manuel a la presidencia y que se unió con el único propósito de no desaparecer.

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