2019: las mujeres se expresaron con fuerza en las calles y las redes sociales

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Del #MeToo a “el violador eres tú”. El 2019, como ningún otro año en el siglo XXI, tuvo como protagonistas de la protesta social y el miles de mujeres se expresaron en las calles y en las redes sociales a favor de que en México se garanticen sus derechos. 

Cada año, las feministas protagonizan distintos actos políticos en fechas conmemorativas o en coyunturas por abusos o exigencias específicas, pero este año no sólo organizaron más movilizaciones sino que además tuvieron mucha más convocatoria. 

Por ejemplo, el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, más de ocho mil activistas se movilizaron del Ángel de la Independencia al Zócalo capitalino. Durante esta protesta se instaló un llamado antimonumento frente al Palacio de Bellas Artes para recordar a víctimas de feminicidio. 

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En ese contexto, una usuaria en Twitter denunció públicamente que había sido acosada sexualmente por un escritor reconocido. La historia se hizo viral y otras usuarias cobijaron esa publicación con experiencias propias de acoso por parte de periodistas, músicos, deportistas, investigadores y académicos con relevancia pública. 

Las denuncias y la lista de agresores con nombre y apellido tuvieron tal impacto, especialmente en el medio periodístico mexicano, que algunas empresas terminaron la relación laboral con los involucrados. Incluso, el músico Armando Vega Gil, decidió suicidarse tras una acusación pública en su contra, como él mismo lo aceptó en una carta que dejó antes de morir. 

Pese a que el #MeToo se mantuvo como tendencia por varias semanas, algunas activistas y periodistas han denunciado públicamente en sus redes sociales que sus agresores siguen gozando de plataformas públicas.

A mediados de agosto, las feministas organizadas en distintas colectivas volvieron a salir a las calles. Esta vez por dos casos distintos de presuntas violaciones por parte de policías capitalinos. La primera movilización, del 12 de agosto, se dio afuera de la Secretaría de Seguridad Pública de la CDMX y de la Fiscalía General de Justicia de la capital; la segunda, en la Glorieta de Insurgentes. 

En esa primera marcha, el entonces secretario de seguridad, Jesús Orta, aseguró que investigarían los casos hasta sus últimas consecuencias, pero semanas después renunció al cargo. El saldo de esa protesta fueron algunas pintas, las puertas de la FGJ-CDMX rotas y un titular de la SSPC-DMX bañado en diamantina rosa. 

La segunda marcha del 18 de agosto, que fue en la Glorieta de Insurgentes, las activistas extendieron la protesta por varias horas, durante las cuales, además de marchar y cantar consignas, golpearon mobiliario del Metrobús e hicieron pintas. 

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Tras la primera movilización, la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum, y el presidente Andrés Manuel López Obrador, condenaron la protesta e incluso llamaron a las activistas “provocadoras”; pero tras la segunda manifestación, -en la que hubo presencia de granaderos- Sheinbaum se reunió con algunas feministas y prometió trabajar para garantizar la seguridad de las mujeres. 

El 19 de septiembre, varias colectivas organizaron un “terremoto feminista”, que consistió en una marcha del Monumento a la Revolución hasta el Zócalo para visibilizar la impunidad en casos de violencia feminicida. 

Miles de feministas marcharon otra vez (28 de septiembre) en la capital del país. Salieron del Hemiciclo a Juárez a la plaza del Zócalo para exigir que en México se garantice en todo el país el derecho al aborto.

Y el 25 de noviembre hubo otra movilización, pero esta vez en el contexto del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia Machista. De cara a esa conmemoración, las feministas se organizaron para replicar el performance de la colectiva “Lastesis” y cantar el “un violador en tu camino”, del mismo colectivo.

Este performance, al que miles de mexicanas se dieron cita para participar, surgió en Chile a propósito de una investigación que hizo “Lastesis” sobre violación en su país. Su propósito es explicar cómo los policías, los jueces y en general el Estado, son los principales responsables de las agresiones sexuales. 

A estas marchas se suman los paros en preparatorias y distintas facultades de varias universidades del país por la violencia contra las mujeres, que este 2019 registró no sólo la desaparición de las estudiantes en las inmediaciones de sus planteles, también asesinatos de alumnas dentro de las escuelas.  

Lo malo

Las movilizaciones ocurrieron principalmente en la Ciudad de México, pero en otras entidades del país también hubo protestas. 

Aunque las feministas ejercieron sus derechos a la libre expresión, a la libre manifestación de ideas y a la protesta, no escaparon a agresiones, descalificativos y hasta actos de detenciones.

Como sucedió en una marcha del 25 de noviembre, donde un grupo de al menos 11 activistas fueron arrestadas en Mérida, Yucatán, sin que se les informara por varias horas las razones de su detención. Las jóvenes se preparaban para participar en la manifestación para exigir cese a la violencia contra las mujeres.

Luego de todas estas movilizaciones, López Obrador se abstuvo en varios ocasiones de comentar en sus mañaneras sobre cómo daría respuesta a las exigencias de las mujeres. Fue hasta el 21 de noviembre que firmó un Acuerdo por la Igualdad entre mujeres y hombres, pero cuyas líneas de operación no se han elaborado. 

¿Será que para el próximo año, las mujeres volvamos a ser las protagonistas de las principales protestas contra el gobierno?

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